CHICAGO- Una comisión del senado de Illinois votará esta semana el proyecto de ley TRUST, presentado por legisladores demócratas, que podría convertir a todo el estado en santuario para unos 500.000 indocumentados.

Al igual que en Chicago y en otras ciudades del condado de Cook que protegen a los sin papeles, la iniciativa busca crear “zonas seguras” donde los agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) no podrán ingresar como escuelas, iglesias y hospitales, a menos que presenten una orden judicial de arresto.

Una iniciativa estatal limitaría la colaboración entre policía e Inmigración

Asimismo, la ley indica que ningún departamento policial de Illinois deberá colaborar con ICE en tareas de inmigración a través de los polémicos programas Comunidades Seguras y 287g, revividos por la Administración Trump.

“La policía podrá cumplir con su trabajo, pero tendrá que evitar distracciones y priorizar sus objetivos”, declaró hoy en conferencia de prensa el presidente de la cámara alta estatal, el senador demócrata John Cullerton.

El legislador dijo que su iniciativa no corre riesgos ante las amenazas del Gobierno federal de suspender la ayuda a las ciudades y condados que no colaboren con Inmigración.

“Este proyecto no contiene ninguna violación a la ley federal, no tenemos nada que temer”, aseguró Cullerton, quien considera que Illinois debe hacer lo mismo que California y otros estados donde se han tomado medidas para proteger a los indocumentados contra las deportaciones masivas anunciadas por el presidente Trump.

En el proyecto de ley, que será sometido a votación el miércoles en el comité ejecutivo del senado, antes de pasar al plenario para su consideración, se prohíben los registros de extranjeros basados en nacionalidades o religiones, como el propuesto por Trump para los musulmanes.

Asimismo, se prohibiría el uso de prisiones privadas para recluir a indocumentados a la espera de ser deportados.

Lawrence Benito, director ejecutivo de la Coalición de Illinois para los Derechos de Inmigrantes y Refugiados (ICIRR), afirmó en la conferencia de prensa que “la retórica racista e inflamatoria” del Gobierno contra los inmigrantes”, provoca miedo en las comunidades inmigrantes de Chicago.

“En algunos vecindarios las calles y comercios están vacíos, la gente no se anima a salir de sus casas”, informó el activista, quien también llamó a restablecer la confianza entre la policía y las comunidades.