En medio del escándalo por los manejos del caso Marset, el Presidente Lacalle Pou decidió acelerar su retorno al país y para eso tomó un vuelo en un avión propiedad del empresario argentino Gustavo Carmona investigado en su país por los vuelos a Lago Escondido (jueces y empresarios) y negocios con PDVSA, entre otros.
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La conferencia de Lacalle Pou arrojó un poco de luz sobre el encuentro en el piso 11 de Torre Ejecutiva. El presidente dijo que el objetivo era definir una estrategia común y dilucidar si se le entregaba o no a la Justicia los chats entre Maciel y Ache —donde el primero le advertía a la segunda que Marset era un narco «muy peligroso» al mismo tiempo que se tramitaba el pasaporte—. Es decir, según la versión del presidente, el gobierno discutía si entregar o negarle información que había sido requerida específicamente por la Justicia y el acuerdo en esa reunión era no entregarlo. Luego de ese encuentro, y siempre según la versión de Lacalle Pou, Ache se arrepiente y dice que hay que entregarlos.
Cancillería entregó el expediente el 24 de noviembre sin las conversaciones. Cuatro días después, luego de la reunión en Presidencia y la charla entre Ache y Lafluf, los WhatsApp fueron entregados a la Justicia. En caso de ser parte del expediente y que Lafluf lo haya destruido, tal como sostiene Ache, el asesor presidencial habría destruido un documento público, por lo que podría haber cometido un delito según la visión de abogados penalistas. Sin embargo, el presidente no profundizó sobre este punto y se refirió a la destrucción (o no) del documento.
El presidente Luis Lacalle Pou convocó a los medios para dar su versión
sobre la reunión en Torre Ejecutiva y lo que había dicho [Carolina] Ache
y comunicar las definiciones que había tomado. Uno de los puntos
centrales a dilucidar era su participación (o no) en la reunión en la
que, según la versión de la exvicecanciller, el ahora exasesor
presidencial Roberto Lafluf le había pedido eliminar los chats sobre el
narcotraficante Sebastián Marset. Lacalle negó haber participado y
aseguró que solo pasó «a saludar» la reunión en el piso 11 de la Torre
Ejecutiva aunque reconoció que el encuentro fue convocado a pedido suyo.
En cualquier caso, la investigación penal apuntará a presuntos delitos de cohecho, abuso de funciones y destrucción de documento, y las miradas se dirigen al papel que jugaron, en principio, el excanciller Francisco Bustillo, la cúpula del Ministerio del Interior (Luis Alberto Heber y Guillermo Maciel) y el asesor del presidente en materia de comunicación, Roberto Lafluf.