Get Even More Visitors To Your Blog, Upgrade To A Business Listing >>

El principio del coronel Arquímedes


 

El Coronel Arquimedes fue asesor del Ñato y el MLN actual en temas militares. De la logíaTenientes de Artigas.  Fue al menos en 2006 asesor del CADESIC del MPP.

Comunicado a los Camaradas de la Agrupación de Desfile de Retirados Militares
 

Por este mensaje les hacemos llegar nuestro apoyo al Coronel Arquimides "Quito" Cabrera, y acompañamos su pedido de no desfilar el 25 de agosto, para rendirle honores a este Ministro Javier Garcia  y a este Gobierno débil,  que ha claudicado y se ha puesto de rodillas ante los colectivos marxistas que impulsan los "izquierdos humanos", junto con el juez tupamaro Perciaballe, llevando a viejos soldados presos  sin pruebas y los  recluyen en condiciones infrahumanas en Domingo Arena. Cárcel donde nuestros prisioneros políticos están hacinados, por que el ahora retirado General Gerardo Fregossi, se rehusó a mejorar las instalaciones,  siendo genuflexo al pedido del Ministro Garcia. También queremos señalar la conducta indecorosa y poco honorable del Coronel Capi el cual por su afán de protagonismo y ego, esta llamando a  desfilar  a varios retirados militares, haciéndose cómplice de este gobierno traidor y vendiéndose  al bajo precio de la necesidad. Igualmente camarada les pedimos concurrir al desfile para hacer acto de presencia en contra de este gobierno entregista y pedir que se vaya este nefasto ministro. A todos les pedimos difundir este mensaje y un fuerte abrazo. " En la patria de los libres no hay lugar para los debiles". Grupo Viejos Camaradas. 

Instan a reservistas militares a no desfilar
 

25 de Agosto: "Libere a nuestros prisioneros políticos "
 

Se suman las resistencias de diversos sectores militares a no desfilar ante el palco oficial del 25 de agosto en Florida.


 Por Ricardo Pose


En la jornada de ayer informamos que el grupo de retirados militares Honor y Dignidad pedía junto con la renuncia del MInistro de Defensa Javier García a no desfilar en el acto oficial del 25 de Agosto en Florida.


En el mismo sentido pero en un lenguaje menos virulento, el Coronel Retirado Arquimedes Cabrera insta a los Reservistas a no formar parte del desfile.

En un audio que circula en grupos de militares retirados y en actividad por éstas horas el militar ultranacionalista Cabrera sostiene que "Desde el año 2016 hemos impulsado la convocatoria del espíritu militar y el valor de nuestros veteranos a través de la figura no muy bien definida desde el punto de vista del marco legal de la Reserva de las Fuerzas Armadas. Hemos alentado a la unidad y al orgullo de portar el uniforme, hasta un memorial a nuestras reservas en el medio de las sierras, es testimonio de ese renovado espíritu que muestra a quien quiera verlo que la moral del soldado sigue latente y en alto. A partir de ese año, con la Reserva de los Pumas de Minas y del Quinto Querido de Soriano representamos orgullosamente a esos veteranos comandando agrupaciones en desfiles en diferentes actos patrios en el interior del país. Sin embargo, este año rechacé terminantemente la invitación que se me hizo llegar a través del Centro Militar para el desfile del día de hoy en conmemoración al Día de la Patria en la Ciudad de Florida. Para mí sería vergonzoso rendir honores a un palco a donde quienes tienen en sus manos las soluciones políticas para ese reencuentro final, ese reencuentro que estamos reclamando, la reconciliación y la restauración del Estado de Derecho han demostrado terminantemente su indiferencia".

El coronel (R) Arquimedes Cabrera junto a la escritora Mercedes Vigil habían generado la agrupación "AZul y Blanco" que instaba a votar en blanco en el referéndum sobre la LUC, realizando varias críticas al gobierno del Presdiente Luis Lacalle.

La principal crítica esta vinculada a la condición de "prisioneros políticos" de los terroristas de estado que purgan condena en la Cárcel de Domingo Arena.

En el mensaje difundido a través del audio exige claramente al Presidente Lacalle: "seguiremos repitiendo, detenga a la Inquisición, presidente, restaure el Estado de Derecho y libere a nuestros prisioneros políticos que también son parte de las reservas. Nosotros lo seguiremos haciendo humildemente desde esta trinchera, sin ningún fuero, sin ningún privilegio, sin recursos, pero con el orgullo de ser soldados de Artigas y soldados somos todos, sin distinción de jerarquía, de situación de revista o de arma".


Sus palabras fueron respaldadas en otro mensaje por whatsApp de un grupo denominados Viejos Camaradas: "Por este mensaje les hacemos llegar nuestro apoyo al Coronel Arquímedes "Quito" Cabrera, y acompañamos su pedido de no desfilar el 25 de agosto, para rendirle honores a este Ministro Javier Garcia y a este Gobierno débil, que ha claudicado y se ha puesto de rodillas ante los colectivos marxistas que impulsan los "izquierdos humanos", junto con el juez tupamaro Perciaballe, llevando a viejos soldados presos sin pruebas y los recluyen en condiciones infrahumanas en Domingo Arena. Cárcel donde nuestros prisioneros políticos están hacinados, por que el ahora retirado General Gerardo Fregossi, se rehusó a mejorar las instalaciones, siendo genuflexo al pedido del Ministro Garcia. También queremos señalar la conducta indecorosa y poco honorable del Coronel Capi el cual por su afán de protagonismo y ego, esta llamando a desfilar a varios retirados militares, haciéndose cómplice de este gobierno traidor y vendiéndose al bajo precio de la necesidad. Igualmente camarada les pedimos concurrir al desfile para hacer acto de presencia en contra de este gobierno entreguista y pedir que se vaya este nefasto ministro. A todos les pedimos difundir este mensaje y un fuerte abrazo. " En la patria de los libres no hay lugar para los débiles"

12 de noviembre de 2020

Lo que Huidobro nos dejó

(Clic para ver)

8 de noviembre de 2009

El coronel (r) Arquímedes Cabrera, asesor de Lacalle, agravia a Wilson

En la ciudad de Ginebra, durante la reunión de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el entonces embajador de la dictadura uruguaya ante ese organismo internacional, se refirió al líder nacionalista Wilson Ferreira Aldunate como «el requerido 1177, cobarde prófugo de la Justicia del Uruguay».

Jorge Azar Gómez es el mismo que también injurió en Nueva York al «Toba» Gutiérrez Ruiz y a Zelmar Michelini y quien solicitó al secretario general de la ONU, Kurt Waldheim, la expulsión de Wilson Ferreira, Diego Achard, Julián Murguía, Fernando González, Juan Pedro Eyherachar y Juan Raúl Ferreira, como observadores de la Asamblea General en la década del ochenta.

El coronel retirado Arquímedes Cabrera, asesor de Luis A. Lacalle, difunde actualmente a través de Internet, comentarios del ex embajador de la dictadura, Jorge Azar Gómez, sobre el caso Feldman al cual califica como «los sucesos que hace pocos días conmovieron a la opinión pública y sobre los cuales las autoridades mantienen un silencio impenetrable y posiblemente cómplice».

Azar Gómez, embajador de la dictadura cívico militar en las Naciones Unidas, afirma que «no buscamos obtener réditos electorales del episodio. Pretendemos que todos nuestros compatriotas, cualquiera sea su ideología o filiación política, tomen conciencia de la importancia del voto que van a emitir el domingo 29 de noviembre. Porque la violencia, una vez desatada, nos afectará ­como hace pocos años­ a todos.

Azar Gómez insiste destacando las interrogantes planteadas por el Dr. Jorge Batlle en Búsqueda y sostiene que «en Uruguay se sabe dónde hay armas, dónde hay más arsenales, así como se sabe dónde hay drogas». Agrega que «la sospecha es que no sólo ese armamento existe en esa zona. Puede haber más arsenales ocultos. Las autoridades deben, por tanto, intensificar la búsqueda de estos para evitar un mar de sangre».

Finalmente, Azar Gómez, difundido por el coronel retirado Arquímedes Cabrera, concluye que «aunque no se ha dado a conocer públicamente quiénes estuvieron tras la matanza de Feldman, hay versiones soterradas en la opinión pública sobre la participación de prominentes personajes que ordenaron la matanza. Cumplieron su objetivo y quedaron en total impunidad. ¿Quién puede asegurarnos que no hay un complot para nuevamente desestabilizar las instituciones?»

«Admiradores de la falange lacallista»

El senador Eleuterio Fernández Huidobro dijo a LA REPUBLICA el pasado jueves 12 de noviembre que «si usted me preguntara, esto tiene un tufillo a derecha, a ultraderecha para hacerlo muy definido. Grupos fascistas, grupos nazis. Hace poco el Partido Nacional expulsó a uno de su seno a instancias de la protesta de la comunidad judía de nuestro país. El herrerismo tenía un grupo en su seno y ahora tiene dos: el que dirige Arquímedes Cabrera, tiene su blog, que no tiene desperdicio y otro que conduce el coronel retirado Silva. Son admiradores de Primo de Rivera y uno de ellos se llama «Falange Lacallista». Hay otros que no se dedican a la política, más reservados, se visten como nazis en sus ceremonias litúrgicas, coleccionan armas, puñales».

El 13 de noviembre pasado el coronel retirado Arquímedes Cabrera dijo al diario Ultimas Noticias que con Fernández Huidobro se conocían muy bien. El militar que ingresó al ejército en 1972 como alférez, con 21 años, fue encargado durante unos meses de «cuidar» los celdarios en una unidad militar donde se encontraban Huidobro, José Mujica y Mauricio Rosencof. Dijo que recordaba haberle llevado cigarrillos negros al tupamaro y haber tenido con él y los otros reclusos «charlas muy amenas», pero Huidobro dijo no tener recuerdos de aquellos episodios. «No me acuerdo pero puede ser cierto. Yo estuve mucho tiempo en los cuarteles ¡si habrán pasado oficiales!», comentó.

Cabrera dijo que tenía «un buen concepto» de Fernández Huidobro. «Tenía cierto respeto por él porque pensaba que estaba llevando con dignidad algunas cosas del pasado, pero me ha defraudado con estas afirmaciones políticas. Yo creí que se habían superado cosas del pasado», sostuvo.

Eleuterio Fernández Huidobro dijo que Cabrera lidera una agrupación «nazi» en referencia a la Unión de Ciudadanos Nacionalistas (UCN), sector que adhiere a la candidatura de Luis Alberto Lacalle. Tal calificación despertó la inmediata reacción del militar retirado que evalúa llevar el caso ante la Justicia al sentirse injuriado.

El senador Fernández Huidobro justificó sus comentarios realizados en el programa «Código País» de Canal 12 en la necesidad de marcar que también hay agrupaciones de extrema derecha dentro del Partido Nacional y la encabezada por Cabrera es una de ellas.

«Los partidos tradicionales andan tuertos y cuando hablan de posibles organizaciones subversivas y extremistas sólo miran para la izquierda, miren que hay de derecha también», afirmó Fernández Huidobro.

Sin embargo, Fernández Huidobro reiteró términos elogiosos hacia Cabrera en su ejercicio militar. «Tuvo un brillante desempeño en delicadas misiones de paz, atravesó situaciones muy peligrosas y salió de esos compromisos con éxito. Hay que reconocerlo y ya está», dijo.

El 17 de mayo de este año, el coronel retirado Arquímedes Cabrera, titular de una agrupación política que respalda a Luis Alberto Lacalle, difundió una carta abierta dirigida a la comunidad militar en la que reconoce que su aparición en la política partidaria es para «enfrentar» a quienes han sido sus «enemigos del pasado en el terreno militar» y que hoy «persiguen los mismos objetivos de entonces utilizando la democracia».

Cabrera anunció que les dará «lucha sin cuartel» y «hasta el último aliento». «Esta será la batalla final, dentro del estado de derecho, por la existencia de nuestra nación».

El militar retirado sostuvo que desde el gobierno, «dominado por una anacrónica filosofía marxista», se ha impulsado «la destrucción» de la familia, la fe y las Fuerzas Armadas.

«Su materialismo ateo, utiliza como lo ha hecho a lo largo de toda la historia, las miserias humanas y la ignorancia para demoler la civilización occidental y cristiana que nos dio origen.

Desde una monumental operación de propaganda, utilizando los derechos humanos en beneficio de sus objetivos estratégicos, hasta arteros golpes, como el decreto entre gallos y medianoche para la inclusión de la homosexualidad en las Escuelas de formación de oficiales, todas sus prédicas han marchado en una dirección concreta: la disolución de la nación y sus instituciones», dijo en su misiva.

El militar retirado aseguró que como los integrantes del gobierno «lo manifiestan cínicamente, precisan otro período de gobierno para continuar «avanzando» en su proyecto socialista, o lo que es lo mismo: la disolución de las instituciones y el colapso de nuestra sociedad como las conocemos», por lo cual sostuvo que llegó «la hora de decir basta».

Cabrera, que preside la agrupación política Unión de Ciudadanos Nacionalistas (UCN), exhortó a los integrantes de la familia militar a participar en el acto de conmemoración de los soldados caídos en 1972, mientras vigilaban la residencia del entonces jefe del Ejército, en la esquina de Avenida Italia y Abacú.

El 6 de mayo de este año, el candidato presidencial Luis A. Lacalle realizó un seminario bajo el título «Seguridad Ciudadana y Defensa de la Sociedad» organizado por la Unión de Ciudadanos Nacionalistas (Lista 1412) que conduce el coronel (r) Arquímedes Cabrera.

Entre los asistentes se encontraban el ex comandante del Ejército, teniente coronel (r), Daniel García, el mayor (r) Enrique Mangini quien meses atrás presentó una demanda contra el diario LA REPUBLICA, por la investigación sobre el asesinato de Santiago Rodríguez Muela, el 11 de agosto de 1972, durante un «asalto» de miembros de la JUP al Liceo Nº 8, y el ex ministro de Trabajo, Ricardo Reilly.

En ese seminario sobre seguridad, que org
anizó la agrupación del coronel Arquímedes Cabrera, el precandidato blanco Luis Alberto Lacalle (Unidad Nacional) pidió al Poder Judicial y fiscales que «reaccionen», porque tienen que tener «actitudes de defensa de la ley más firmes que las que están teniendo».

Tanto el anfitrión, Arquímedes Cabrera, como el primero de los disertantes, Jorge Roqueta, criticaron la idea del entonces precandidato blanco Jorge Larrañaga, de crear una «guardia nacional». «Esa idea que escuchamos de algún candidato, de crear una guardia nacional, es un disparate, inapropiado, inaplicable, sería crear un híbrido que obviamente no funcionaría, porque la función militar no tiene nada que ver con la policial», dijo Roqueta. Cabrera, por su parte no nombró a Larrañaga, pero pidió «terminar con la improvisación, con querer crear guardias nacionales cuando tenemos cuerpos ya creados para eso».

El 19 de enero de este año el coronel (r) Arquímedes Cabrera, coordinador del grupo Centinela Alerta de Solymar sur, declaró a radio El Espectador que esta agrupación no busca «sustituir la actividad de la Policía», ni «tiene fines de lucro ni ningún tipo de objetivo político», sino que busca «actuar de forma más alerta, más proactiva, más solidaria» en el tema de la seguridad. Explicó que a los integrantes se les «recomiendan medidas de seguridad pasivas y medidas de seguridad activas» pero en ningún caso han «actuado en procedimientos policiales».

«Hemos tratado de organizarnos de acuerdo a las propias directivas del Ministerio del Interior», afirmó.

Brecha

Un jinete cabalga en esta Banda Oriental del siglo XXI. ¿Es Artigas? ¿O es Latorre? No. Es el general Guido Manini Ríos, saludado a su paso por algunos insignes representantes de la izquierda. Uruguay necesita un conductor, y él avanza hacia su destino.

 “Decía mi abuelita vasca: soñaba el ciego que veía, soñaba lo que quería.” Asírespondió el general Liber Seregni1 a los compañeros del Pcu que detectaban un supuesto peruanismo en los militares que dos días antes, el 9 de febrero de 1973, habían emitido los comunicados 4 y 7 que dieron comienzo al golpe de Estado. “Los conozco a todos. Fueron mis alumnos en la Escuela de Guerra. No son peruanistas. No hay peruanismo. El peruanismo no es doctrina. La doctrina es anticomunismo.” Otro tanto les podría decir la abuelita vasca de Seregni a los compañeros del Mpp que ven hoy en el general Guido Manini Ríos un nacionalismo habilitante de alianzas políticas y electorales.

Las posiciones de referentes del Mpp sobre el polémico ex comandante del Ejército y actual candidato presidencial por Cabildo Abierto surgieron tras las afirmaciones de la integrante de la fórmula presidencial frentista, Graciela Villar, que calificó a Manini de “bolsonarista” y de “Hitler”. Como respuesta, el intendente de Canelones, Yamandú Orsi, declaró que Manini “puede ser un eventual aliado en ciertos temas” porque, entre otras cosas, tiene un discurso “antioligárquico”. Para José Mujica, Manini tiene “cabeza independiente” y “un pensamiento muy americanista y nacionalista”. La vicepresidenta Lucía Topolansky aseguró también que negociaría con Cabildo Abierto en el caso de que este partido llegara al Parlamento.

De hecho, en estas apreciaciones abundan tantos condicionales, que cuestionan el categórico anuncio mediático de “insospechadas alianzas”. Pero tienen un trasfondo que revela un entresijo ideológico de los aparatos políticos herederos del Mln respecto del papel de los militares en la sociedad; un amasijo con raíces en la historia reciente, que va más allá de coyunturas electorales y juegos de tronos. Se percibe, cada vez más claramente, el legado de Eleuterio Fernández Huidobro.

El conductor que faltaba. Dicen que Manini Ríos llegó sietemesino a la comandancia del Ejército por la astucia del coronel (r) Arquímedes Cabrera, asesor personal de Fernández Huidobro. Habrá que poner entre paréntesis esa influencia, pero lo cierto es que Cabrera, connotado teniente de Artigas, había conocido al Ñato y a Mujica cuando oficiaba de carcelero en una unidad del Interior donde permanecían los rehenes de la dictadura. Y Cabrera llegó a asesor personal del ministro, por más que el senador Fernández Huidobro, unos años antes, lo hubiera calificado de “nazi”, como miembro de una agrupación ultranacionalista en el Partido Nacional. Ni este antecedente ni el otro, haber sido repatriado desde El Congo por “inconducta”, impidieron su aterrizaje en el despacho ministerial.

Sea como sea, el equipo de “asesores” indujo al Ñato a sugerirle al Pepe (por entonces, en el último tramo de su presidencia) la designación de Manini como comandante del Ejército, salteándose la derecha y en contra del deseo de Tabaré Vázquez (a punto de asumir la segunda presidencia), cuyo candidato era el general Nelson Pintos. Las consecuencias las vivió Vázquez, que debió enfrentarse a la reiterada indisciplina del comandante y a su desafío al poder civil: en apreciaciones políticas, en insultos a integrantes del gobierno y en la manera en que asumió su oposición a la reforma de la Caja Militar, y en el desacato a los ministros Ernesto Murro, Danilo Astori y Jorge Menéndez.

Si ya entonces se le adjudicaba una intención de protagonismo político, la carta que Manini escribió a propósito del tribunal de honor contra José Gavazzo y el encubrimiento de la confesión de la desaparición de un prisionero fueron las maniobras perfectas para provocar su pase a retiro: a las 24 horas, tal como había sido planificado, era consagrado candidato presidencial por Cabildo Abierto.

Repudiado por algunos sectores políticos y halagado por otros, Manini utilizó tanto las críticas como las propuestas de alianzas para definir su perfil: de su entrevista en Buenos días, Uruguay, de Canal 4, se puede inferir, sin una pizca de exageración, que se ve a sí mismo como la reencarnación del protector de los pueblos libres y asume la continuación del ideario artiguista en el siglo XXI. Véase: “Artigas también tuvo enemigos que se llamaban revolucionarios y que detentaban el poder hasta que él irrumpió, y que le hicieron la vida imposible. Hoy nosotros también tenemos enemigos claros, que buscan de todas las formas posibles debilitarnos ante la opinión pública”.

La economía de gestos no logra, empero, ocultar un impulso difícil de administrar (“vivimos una cultura del no trabajo, del no respeto”, “estamos en un tobogán de no retorno”, “estamos africanizándonos aceleradamente”), que desemboca en una oferta programática con un tufo inconfundible a febrero de 1973: “vamos a combatir a rajatabla a los corruptos”; “vamos a llevar a los corruptos a la cárcel”; “vamos a llevar a la justicia a los responsables del mal manejo de los fondos públicos”; “vamos a poner orden”.

¿Es una debilidad política su condición de militar? “Creo que ese rol que he cumplido durante cuatro años como titular de la fuerza, más que una debilidad, es un fortaleza, porque me da a mí la experiencia necesaria para gestionar, para conducir un proceso de reconstrucción del país. El Uruguay hoy es un barco que se está hundiendo. Lo que está necesitando es alguien que lleve a Uruguay a un buen puerto, lo que está necesitando es un hombre con experiencia. Lo que Uruguay elige en octubre es un conductor apropiado en esta épocas turbulentas.”

Los tenientes del Ñato. La designación de Manini coronó una gestión del Ñato empeñada en la defensa y la promoción de los tenientes de Artigas, que, por efecto reculier, y quizás como reacción a las críticas, exhibió aristas agresivas contra militantes de derechos humanos, abogados y magistrados. Salvo una decisión adoptada poco antes de fallecer (el ingreso al archivo de Fusna), su postura
–evidenciada cuando renunció a su banca de senador tras votar, por disciplina partidaria, a favor de la anulación de tres artículos de la ley de caducidad– invariablemente desestimulaba la búsqueda de la verdad y entorpecía los mecanismos legales de castigo. Así, a modo de muestra: durante su gestión (2011‑2016) el Ministerio de Defensa no instaló ningún tribunal de honor que juzgara la conducta de oficiales implicados en delitos de lesa humanidad; intervino activamente para liberar al coronel Juan Carlos Gómez (implicado en la desaparición de Roberto Gomensoro Josman); declaró la inocencia del general Miguel Dalmao cuando este fue procesado por el asesinato de la militante comunista Nibia Sabalsagaray; consideró “presos políticos” a los tenientes de Artigas Washington Sarli, Eduardo Radaelli y Tomás Casella, los tres oficiales de la contrainformación condenados en Chile por el asesinato y la desaparición de Eugenio Berríos; impulsó un fallo de un tribunal de honor, homologado por el presidente Mujica, para restituirle al ex coronel Gilberto Vázquez, coautor de 28 asesinatos, el 100 por ciento de su jubilación, que otro tribunal había confiscado al pasarlo a reforma por su fuga del Hospital Militar.

El legado 4 y 7. Se habló de un “síndrome de Estocolmo”, de una insana camaradería de combatientes, para explicar estas conductas. La explicación lleva a hipótesis más profundas. En abril de 1972, el Ñato había escrito el borrador del documento 5 del Mln, que nunca llegaría a ser aprobado: “Las fuerzas armadas de algunos países han demostrado que frente al atraso de las masas y a la inexistencia de un fuerte proletariado pueden asumir el rol de vanguardia y de partido (por ser el sector más poderoso, moderno, templado, coherente y disciplinado), desempeñando un buen papel en la defensa de la soberanía, la independencia y el desarrollo”. Esta visión se fortaleció después en las negociaciones entre tupamaros presos y oficiales, en el cuartel del Batallón Florida. Algunos dirigentes actuales del Mpp reproducen ese legado.

Como decía Seregni, “en la izquierda, y fundamentalmente entre los grupos marxistas, había un deseo de que las Fuerzas Armadas se plegaran a un programa nacional”. En febrero y marzo de 1973, para Seregni “el dilema era confundir la contradicción principal del momento. No era civilismo‑militarismo, sino oligarquía‑pueblo”.Para entonces, estaba convencido de que el Ejército, mayoritariamente legalista, de tradición democrática, que él había dejado en 1969, ya no existía cuatro años después. Anotaba las causas: “Primero, la depuración, la separación de todos los elementos civilistas, constitucionalistas, legalistas; segundo, la implantación de la doctrina de la seguridad nacional, que lleva a considerar al civil como un enemigo; tercero, la táctica de la ‘complicidad masiva’, obligando a ejercer la tortura como medio de ‘obtener información’ y socializando la responsabilidad”.

No hay peruanismo, no hay nacionalismo; sólo “seguridad en el desarrollo”, es decir, doctrina de la seguridad nacional que desemboca, inevitablemente, en el terrorismo de Estado. Pero el sueño del ciego, el deseo de lo que no es, pervivirá a lo largo de la dictadura. Se seguirán buscando peruanistas en medio de la represión más sangrienta, se intentarán alianzas con los Álvarez y los Queirolo, y el sueño reaparecerá mucho después adivinando nacionalistas donde sólo hay tenientes de Artigas. De la misma forma, la doctrina no cambia con la nueva democracia. Acaso se disfraza, inteligentemente, con cantos de sirena, en ese perseverante objetivo estratégico de reconquistar las viejas posiciones de poder, atendiendo a las tácticas que dictan las coyunturas; como la actual, de elecciones entreveradas.

1.   Esta y todas las citas de Seregni en la nota fueron extraídas del libro Seregni. La mañana siguiente, Samuel Blixen, Ediciones de Brecha, 1997.



This post first appeared on El Muerto, please read the originial post: here

Share the post

El principio del coronel Arquímedes

×

Subscribe to El Muerto

Get updates delivered right to your inbox!

Thank you for your subscription

×