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50 años de mentiras




 

¡La dictadura no empezó el 27 de junio de 1973!

Imágenes del 68


Ni desde el punto de vista represivo, ni desde el punto de vista social, podemos aceptar la mentira de que la Dictadura empezó en esa fecha. La dictadura real del Estado, existe desde mucho antes. Esta mentira, tiene por objetivo disimular el fundamento mismo de la dictadura (el “ajuste de cinturones”, el ataque brutal a las condiciones de vida humana), y busca presentar, a parte de esa dictadura (integrando parlamentos, sindicatos y hasta fuerzas represivas del Estado), durante todo el pachecato, como si no hubiesen sido parte de la misma.  

Los torturados, los desaparecidos, los asesinados por la dictadura del capitalismo y el Estado existieron siempre en el mundo. ¡Y en el Uruguay también! El revolucionario Miguel Arcángel ROSCIGNA, por ejemplo, fue golpeado, torturado y desaparecido por el Estado en la década del 30 en el Uruguay (más precisamente en una operación preCondor efectuada por las FUERZAS CONJUNTAS del Estado argentino/uruguayo). Con dicho militante revolucionario el Estado asesina y desaparece también a Andrés VÁZQUEZ PAREDES y Fernando MALVICINI. No es por casualidad que la mayoría de quienes luchan por los desaparecidos hayan olvidado, a esos tres compañeros, que iniciaron la siniestra lista de torturados y desaparecidos del Río de la Plata.

 

Se nos dirá que, dichas personas, “son una excepción, lo tenían bien merecido porque no respetaban la democracia”, como dijeron siempre los milicos y los partidos políticos de derecha y de izquierda. Pero incluso haciendo abstracción de esta legitimación DEMOCRÁTICA del Terrorismo de Estado, como “excepción”(que es inherente al mismo Estado democrático), la VERDADERA DICTADURA en el Uruguay, que designa, al TERRORISMO DE ESTADO, PARA IMPONER UNA POLÍTICA ECONÓMICO SOCIAL, que ataca, las necesidades humanas, tampoco empezó en 1973, sino mucho antes. 

Dicha política se generalizó con el terrorismo de Estado abierto aplicado desde 1967/68 y particularmente durante todo el “PACHECATO” (dictadura de Pacheco Areco). Fue durante ese período que se generalizó la represión del movimiento social organizado, que se encerraron a decenas de miles luchadores sociales en los cuarteles, comisarías y servicios de inteligencia que se asesinó a manifestantes desarmados, que se secuestró y asesinó a jóvenes militantes obreros y estudiantiles, que se impuso un brutal ajuste de cinturones a toda la población, que se censuraba la verdad de abajo e incluso de la prensa grande, que se le arrebató los dos kilos de carne diarios a los obreros de los frigoríficos, que se militarizó a los funcionarios públicos, que se impuso el confinamiento y la represión de los proletarios protagonistas de las grandes luchas históricas del Uruguay insurgente de 1968/69: los cañeros, los bancarios, los proletarios de la salud,  los obreros de FUNSA, los de Ghiringhelli, los de TEM, los de BAO, Galileo…. Y sobre todo que, se hace la guerra abierta y terrorista contra todos los grupos de acción directa de autodefensa proletaria, torturando, asesinando, encerrando, imponiendo la capucha, la picana y el tacho, como método científicamente diseñado por los servicios internacionales de inteligencia, para desarmar toda acción autónoma de clase. 

 Es en ese período (considerado como “democrático”), que se destruyen todos los cimientos del Estado democrático, como la separación de poderes. El vértice del Estado decide a quien torturar y matar, para lo que se aplican un conjunto de estatutos jurídicos tramposos (medidas prontas de seguridad, suspensión de garantías individuales, militarización, leyes de seguridad del Estado, declaración del Estado de Guerra Interno, aplicación de la justicia militar a los civiles) para ejercer la dictadura descarada diciendo que no se está en dictadura. Es en ese período de guerra abierta contra toda organización autónoma del proletariado que se destruye su fuerza de resistencia como clase y se lo someterá a ser una oposición democrática, como furgón de cola, de la burguesía frenteamplista y los milicos progresistas… La huelga general del 73 a pesar de ser un ejemplo internacional de heroísmo, lucha y entrega, es el último manotón de ahogado de una clase en derrota y descomposición.

 

¡La dictadura no es (ni fue) la disolución del parlamento y los sindicatos, sino la aplicación del ajuste de cinturones generalizado que exigía el Fondo Monetario Internacional, es decir la BANCOCRACIA MUNDIAL!


En realidad, la dictadura, es decir, LA GUERRA abierta contra la población del Uruguay, comenzó conjuntamente con la de toda la región (¡Brasil, Argentina, Chile, Paraguay, Perú, Bolivia…, por lo menos!) cuando se empezó a IMPONER EL” AJUSTE DE CINTURONES” (según la fórmula de Pacheco Areco) para disminuir la remuneración de toda la población aumentando la tasa de explotación en toda la región. Lo que a la vez supuso: aumento de las horas de trabajo, supresión de los feriados en cada país, acortamiento de las vacaciones (licencias anuales, semana de “turismo”…), supresión del pago en especie (primer salto cualitativo de la bancarización de la población…), dolarización y centralización bancaria y financiera. 

Las dictaduras nunca son solo políticas o ideológicas o antiparlamentarias. No se explican en sí mismas, sino por LA POLÍTICA QUE IMPONEN. Toda dictadura es la aplicación de toda la fuerza social de la clase dominante para imponer una política social y económica, en su beneficio. La disolución del parlamento y/o de los partidos políticos y sindicatos…, no es más que un cambio interior al Estado y como tal secundario, el cambio central de la dictadura es el EJERCICIO DE LA FUERZA MILITAR del Estado contra el proletariado para arrancarle “bienes” (producto, vida). Quienes, desde los partidos políticos, los sindicatos, el parlamento…decían que no había dictadura en la época de Pacheco eran CÓMPLICES de esa misma dictadura. Y por eso hoy inflan el 27 de junio, olvidando que la dictadura, la destrucción del movimiento social organizado y el aumento brutal de la explotación se había impuesto en años anteriores.

 

Subrayemos en particular el papel cómplice de la CNT en la dictadura en Uruguay. Todos los sectores que fueron golpeados por la política del FMI aplicada por el gobierno de Pacheco Areco, como la congelación de salarios o la represión abierta de los grupos de acción directa (sobre todo entre 1868 y 72) pedían a gritos a la CNT que declarara la huelga general y esta, solo respondía, con paros por 24 horas: los burócratas respondían como si fuesen un Ministerio del Trabajo…”no hay golpe…, no hay huelga general” permitiendo que el terrorismo de Estado siguiera aplicando el ajuste de cinturones y derrotando paquete por paquete, al proletariado en lucha. 

 Paralelamente con ello, el terrorismo de Estado seguía consolidándose y afirmando el derecho democrático de seguir encerrando y torturando gente. Según el poder, habían sido los de abajo que habían cometido “atentado contra la constitución” y por eso ni se les reconocía el ser “presos políticos/ sociales”: son “delincuentes”, son “subversivos”, “han violado la ley”. También aquí, salvo algunos parlamentarios excepcionales (Erro, Alba Roballo, Ariel Collazo, Batalla, Michelini…), el consenso político y sindical y en particular, la reaccionaria dirección de la CNT negaba, junto con el régimen de Pacheco y la totalidad de Partidos Políticos, que esos presos eran los mejores representantes de los intereses de los explotados..

El hacer hincapié en el “golpe” de Estado (de disolución del parlamento) OCULTA el sentido profundo de la dictadura de clase, así como que, dicha dictadura obedece a los designios de la aristocracia financiera mundial.

Como vimos entonces, al reducir el comienzo del terrorismo de Estado al “golpe” de disolución parlamentaria, se está ocultando el sentido profundamente social y económico del ataque a la humanidad proletarizada del Estado. El “golpe” no se produce en tal o cual fecha y menos por disolución del parlamento o la oficialización de la disolución de los sindicatos, porque a las asociaciones proletarias que luchaban se las fue asesinando desde 1967 por la violencia directa.

 Más que un “golpe” (viejo misticismo socialdemócrata) lo que se desarrolla es una GUERRA, un ATAQUE en todas las reglas del arte militar, que se va articulando con un conjunto de “golpes” militares, económicos, sociales…:represión de los cañeros, represión de los estudiantes secundarios, congelación de salarios, militarización, medidas prontas de seguridad, deportaciones y aprisionamiento sin fin, ni proceso, suspensión de garantías individuales, tortura, plantones, criminalización y represión de la lucha de los obreros, represión de bancarios, represión sistemática de la totalidad del movimiento estudiantil y su participación en las luchas obreras…, censura y represión de la prensa que denuncia, acción de grupos patrióticos y liberticidas (JUP), accionar cada vez más abierto de grupos parapoliciales y militares, colaboración con otras dictaduras del continente, leyes “especiales” antisubversivas, declaración de Guerra Interna, criminalización de toda protesta social, aplicación de la justicia militar a toda las luchas humanas…

Pero al mismo tiempo, cuando se habla del golpe se está escondiendo el carácter internacional del “Golpe” o mejor dicho el carácter generalizado del ATAQUE burgués que continentalmente, se va produciendo durante toda la década de 1960 en los países de la región. 

¡El mito de la “excepción uruguaya” siguió protegiendo el despiadado terrorismo del Estado uruguayo…, que mantenía “la democracia” y le hacía decir estupideces, sobre las posibilidades de cambio pacífico, ¡hasta al “Che” Guevara! La realidad nunca había sido así, la Provincia Oriental tenía todavía menos de Estado nacional autónomo que cualquier otra republiqueta del continente: el estadito real del Uruguay era y siempre había sido, igual que todas las agencias bancarias del mundo, totalmente dependiente del Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos (propiedad de los banqueros judíos), del dólar, de la banca internacional, del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial y el Banco Central de los Bancos Centrales en Suiza (también propiedad de la familia Rothschild). 

 

Al contrario, cuando se reconoce el carácter ECONÓMICO FINANCIERO de la dictadura, queda realmente en evidencia el CARÁCTER INTERNACIONAL de la misma. Al mismo tiempo que corremos el velo mentiroso del “golpe” antiparlamentario, dejamos al desnudo las FUERZAS IMPERIALES que han actuado en esa DICTADURA. ¡Y hasta podemos comprender la continuidad entre “aquella” dictadura y la que padecemos hoy! …Pero sigamos paso a paso.

 

Las fuerzas dictatoriales siempre fueron internacionales, la mentira es culpar solo a fuerzas uruguayas.

 Dan Mitrione

 

En la lucha contra impunidad, poco a poco, se fue perdiendo consciencia del carácter internacional de la represión. En la época de Pacheco se denunciaba siempre que toda la represión servía al Fondo Monetario Internacional y que la represión se organizaba desde el Departamento de Estado de Estados Unidos y las otras potencias imperiales (incluida Rusia). Hoy se enjuicia y condena a torturadores y desaparecedores uruguayos, así como también a argentinos, chilenos, paraguayos…, pero sistemáticamente se está “olvidando” lo que “todos sabíamos desde antes” que ese terrorismo de Estado, es aplicado según un mismo PLAN mundial, por fuerzas de todo el mundo, pero bien dirigidos por las viejas y nuevas potencias coloniales: yanquis, franceses, ingleses, israelitas, rusas, españoles, alemanes… En realidad, la represión local fue sistemáticamente organizada por las fuerzas imperiales de todas las potencias ganadoras de la Segunda Guerra Mundial. La Operación Cóndor es un subproducto del triunfo de los milicos ingleses, franceses, yanquis, rusos, israelitas…imponiendo sus directivas en las policías y ejércitos de todos los países del mundo. Los escuadrones de la muerte en Argentina, en Chile y todo el Cono Sur…fueron armados y diseñados por generales franceses que se consagraron por haber destruido las guerrillas del Norte de África en base a la tortura. Fueron los profesores en la (s) “Escuela de las Américas” de los yanquis, y por consecuencia de los torturadores latinoamericanos. Justamente esas fuerzas milicas imperiales fueron las que consolidaron la más atroz dictadura en todo el Cono Sur y en particular en la supuesta “excepción uruguaya”. Los torturadores y desaparecedores uruguayos fueron y son solo estudiantes aplicados de los métodos internacionales.

Pero si la dictadura es internacional, como afirmamos, ¿tiene sentido hablar de un golpe de Estado nacional y no de guerra de clases y de los sucesivos ATAQUES del Estado MUNDIAL del CAPITAL MUNDIAL?

 

Lo del “golpe fascista”, es otra mentira descarada para ocultar que, el terrorismo de ESTADO ha sido siempre la esencia del campo democrático y antifascista

 

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Quien organizó el terrorismo de Estado en Uruguay, como en el mundo entero fue, sin lugar a dudas, no el campo fascista que perdió, por goleada, la Segunda Guerra Mundial, sino quienes GANARON, quienes Hollywood designa como “víctimas” de esa guerra, quienes armaron el mito de los malos y los buenos de la segunda guerra mundial…tal como logró consolidar como IDEOLOGÍA MUNDIAL, el imperio judaico del cine de Hollywood: los buenos cowboys contra los malos indios, los buenos norteamericanos contra los malos alemanes, los partidarios de la industria y el progreso y los bárbaros e ignorantes que resistían, los progresistas de california contra los haraganes mexicanos….

La ideología antifascista como la de los “buenos de la película” consolidó el capitalismo del siglo XX al funcionar como modelo COMÚN entre el explotado y el explotador, entre la burguesía y el proletariado, y, en última instancia, entre el milico torturador y el torturado. El antifascismo le sirvió a la inteligencia militar para descalificar a los luchadores sociales y encumbrar al progresismo del imperio anglosajón, cuyo modelo seguía triunfando. Los torturadores del Florida y el Ñato Huidobro, como los milicos argentinos y chilenos, utilizaron el antifascismo como ideología común del “pueblo uruguayo” supuestamente para combatir “el fascismo” (¿?), en realidad  para reclutar colaboradores con “los militares progresistas”, “peruanistas” y destruir lo que todavía podía quedar de una perspectiva proletaria. 

Los milicos que dirigían el mundo eran los antifascistas por excelencia, que reproducían los discursos de los banqueros judíos y hombres de Estado y que, habían ganado la guerra (Rothschild, Rockefeller, Kissinger, JP Morgan…). Fueron esas enseñanzas las que se reproducían en todos los servicios de inteligencia y ejércitos gracias a las escuelas y Universidades, las “Escuelas de Oficiales de las Américas”, las sectas masónicas y cristianas, las escuelas de policía, y en general, todas las fuerzas ESTATALES DEL PLANETA

No eso, no quiere decir que el “fascismo” era menos malo, sino que lo que la cultura dominante ha construido como cuco del “fascismo”, no tuvo en ninguna parte una fuerza real para realizar masacres, torturas y campos de exterminación como nos han hecho creer en la cinematografía de Hollywood. Contrariamente a la versión hollywoodiana la “derecha” catolicona y aristocrática siempre tuvo horror del fascismo real, el creado por Mussolini, que quemaba iglesias y perseguía aristócratas… y no pasó de ser un fenómeno izquierdista de la burguesía sin perspectivas. Lo que triunfó, fue, por el contrario, el mito mismo del “fascismo” fantasmográfico, sin realidad histórica, pero (tal vez por eso mismo) el verdadero “CUCO” inventado para todo movimiento de unidad popular. Ese fascismo inexistente es el que mejor ha servido para someter al proletariado al frentepopulismo. Es decir, a los designios de los partidos del poder burgués nacional e internacional. En realidad, ese “CUCO”, que nunca existe en la historia de la lucha real de clases, existe en todo el arte de gobernar desde mucho antes que “El Príncipe” de Maquiavelo, en la necesidad de la clase dominante de imponerle a los explotados un enemigo ÚNICO y MÁS TERRORÍFICO que todo lo que conoce en la vida real. Cumple exactamente la misma función religiosa que el Demonio.

Desde los siglos XVIII y XIX (¡sino desde mucho antes, porque, el “diablo” ha sido, ese mismo culto!), el culto del ENEMIGO ATERRORIZADOR y en muchos casos INVISIBLE [1] contra el que debemos sumar todas nuestras fuerzas, es el primer capítulo de, como asegurar, la dominación de clase.  Asustando con el mismo, los banqueros del mundo hicieron todas las guerras internacionales y nacionales, impusieron todas las contrarrevoluciones de la historia, como la mismísima CONTRARREVOLUCIÓN BOLCHEVIQUE rusa que se consolidaría como contrarrevolución mundial y consolidación del modelo anglosajón del capitalismo mundial.

La tan mentada “vuelta a la democracia” no terminó la dictadura.

 

Representantes de los partidos políticos saliendo de la primera reunión de negociación con las Fuerzas Armadas para acordar los términos de la transición democrática. Sede del Estado Mayor Conjunto (Esmaco) en Garibaldi y 8 de Octubre. Al frente, de izquierda a derecha: Humberto Ciganda, Enrique Tarigo. Al fondo, de izquierda a derecha: Julio María Sanguinetti y Jose Pedro Cardoso.

 

Todas esas mentiras nos conducen a otra mayor, que podríamos sintetizar en la fórmula: “cuando los pactistas decidieron volver a la democracia la dictadura se acabó”, “ahora estamos nuevamente en democracia”, “toda lucha contra los pactos pone en riesgo la democracia”, que es lo mismo que decir, como en los cuarteles y cárceles “hay que obedecer”. Claro que eso, sobre todo por parte de los políticos y sindicalistas del poder, se propagandea como si hubiese sido un “triunfo popular”.  Los más cínicos afirman “el pueblo reconquistó la democracia”.  En el truco a eso se le llama “hacerle de cartas al adversario” para burlarse hasta el cansancio de él diciéndole que ganará y así se lo “tiende en la lona” de la derrota, mucho más mansamente. 

 

En realidad, cualquiera constata que el poder quedó INTACTO, que los torturadores y represores siguieron en sus puestos, y que todo el espectáculo del parlamentario y sindicalista volvió a reinar. Pero por supuesto, que los desaparecidos siguieron sin aparecer, que no se conocieron las horrendas verdades y que los torturadores siguieron libres, vivitos y coleando. Para eso, bastó con pactar algunas leyes que otorgaban compensaciones “REPARATORIAS” a los presos por los palos recibidos y la vida castrada, pero, otorgándolas a condición de que renunciaran a las jubilaciones y pensiones y en sustitución de las mismas (lo que en el fondo implicó negar que eran compensaciones reparatorias). Para asegurar, la castración total de las luchas del pasado se pactó reprimir toda acción directa de lucha por justicia y contra impunidad, al mismo tiempo que se canalizaba toda expresión de protesta hacia la legalidad y la justicia burguesa: los plebiscitos y referéndums. 

 

De redoblona, se aseguraba la legitimidad progresista y antifascista, de los mayores cómplices Tupamaros, PC, PS, PVP…con la mentira que, la legalidad burguesa implica siempre para los luchadores sociales: podían ponerse la banderita de “juicio y castigo a los culpables” y fomentar el juntado de firmas, el voto verde, rosado o violeta y de todos los colores que quisieran… El pactismo apostaba así, al desgaste y el olvido, a salvar a sus colegas y mandos encubiertos de militares progresistas…, había triunfado la democracia, que una vez más ENCUBRÍA el terrorismo de Estado (¡que es su propia esencia!). 

Por todo ello la dictadura, no fue abolida, sino que pasó a “cuarto intermedio”, como dicen los burgueses en los Directorios.

Se nos dirá que exageramos al negar lo que se llama apertura democrática. No, no negamos en absoluto que el terror del Estado se acuarteló y desde, el vértice más alto en el mundo de la pirámide imperial del poder, se impuso, un repliegue militar favoreciendo la alternancia política y sindical, es decir lo que vulgarmente se le llama “democracia”. Los verdaderos dictadores del mundo siempre le han llamado “democracia” al cese del terrorismo abierto de Estado en una región, aunque simultáneamente ejerzan abiertamente ese terrorismo en otras partes y mantengan el aparato de TERRO INTACTO. 

En realidad, quienes habían dirigido internacionalmente el terrorismo de Estado en toda América del Sur, siempre se habían dicho democráticos y antifascistas y los “excesos” eran solo locales debidos siempre al personal subalterno local. Es por eso que el pactismo, puede a lo máximo hacer condenar a torturadores y desaparecedores locales, pero no tienen ninguna autorización para atacar a los jefes del imperio y de la política económica que aplicaron con ese terrorismo de Estado local. Se podrán juzgar y hasta “encarcelar” a los Gavazzo, Astiz, Contreras, Pinochet, Videla, Alvarez…, pero, el poder mundial del Estado. no permitirá nunca considerar responsables de la masacre a Henry Kissinger, Nixon,  el Rey de España, Willy Brandt, Thatcher, Mitterrand, Rockefeller, Rothschild…   

 

Se podrá buscar huesos de compañeros desaparecidos y desenmascarar a los jefes locales de centros de confinamiento y tortura en Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Brasil… pero NO se puede investigar más arriba en la pirámide, ni en los servicios de inteligencia yanqui, ni alemanes, ni franceses 

¡No faltaba más sería un irrespeto por la democracia imperial! 

En los hechos se sigue ocultando LA VERDADERA DICTADURA…, que no tiene, ni tuvo nada de local, ni de temporal. Todo fue planificado por el vértice aristocrático y financiero del Estado Mundial. El profesorado de los centros de aprendizaje de la tortura, para los oficiales de América del Sur, fueron franceses, ingleses, rusos, yanquis, israelitas…, es ahí adonde aprendieron “nuestros pobres viejitos”  colegas de Mujica y Huidobro…el vil oficio. 

 

La tortura, no es tampoco el producto de la maldad del torturador, sino el centro de la política antisubversión social diseñado por todos los servicios de inteligencia del mundo. Como se explica en la presentación del excelente documental de Marie-Monique Robin “Escuadrones de la Muerte la escuela francesa”: Allí retrata como la armada francesa en los años 1950 basado en su experiencia en las guerras de Indochina y luego en Argelia, elaboró una teoría de la "guerra antisubversiva" donde el arma principal es la tortura, y como el gobierno exportó esta "doctrina francesa" hacia América del Sur y América del Norte. Ella también realizó el documental “Tortura Made in USA” difundido en Arte en Junio del 2011. En estas dos investigaciones muestra como en nombre de la lucha contra el terrorismo, dos supuestas democracias del mundo Francia y USA violaron las leyes internaciones que prohíben el uso de la tortura y contribuyen a su banalización, mientras que los responsables de estas políticas criminales jamás han sido perseguidos.

 

TRES conclusiones se imponen: 

A)    ¡Los responsables del Terrorismo MUNDIAL de ESTADO…SIGUEN IMPUNES! Y no se ven afectados en absoluto por los juicios de los torturadores locales.

B)    La dictadura pasando a cuarto intermedio, es decir desapareciendo de la escena pública y afirmando su careta democrática CONSOLIDA SU POTENCIA Y SU INDESTRUCTIBILIDAD

C)    Los OBJETIVOS económicos, sociales, financieros del Terrorismo de Estado, quedan ampliamente consolidados con esa careta democrática.

La careta democrática y los beneficios para la población son consustanciales al modelo capitalista mundial.


En los 50 años de mentira, la propaganda de todos los gobiernos, parlamentos y sindicatos…, no han hecho más que hablar de los beneficios de haber suspendido el terrorismo de Estado político más abierto [2] y de afirmar esa CARETA democrática del Estado uruguayo. Nada más normal, quienes hacen esa propaganda, los partidos, sindicatos y referentes políticos de la democracia, algunos de los cuales, también habían sido reprimidos brutalmente, se benefician con ese reconocimiento que les permite, otra vez ocupar sus funciones en el Estado democrático. Tampoco se puede negar, que desde esa “vuelta a la democracia”, mejoraron las condiciones de reproducción del capitalismo en la región. ¿Pero se puede realmente afirmar que la “vuelta a la democracia” significó también una mejora para el proletariado o esto se ha exagerado brutalmente?

No negamos que se vive “algo mejor”. Si en Uruguay,  hasta los más desposeídos, viven mejor, desde que los milicos (muy paulatinamente), “volvieron a los cuarteles” …y la burguesía, volvió a armar el espectáculo parlamentario, sindicalista, partidista… Pero ello no sucede por la supuesta “democratización”, sino que sucedió en todo el mundo en esos años como parte de un nuevo ciclo de éxito del capitalismo. El Cono Sur, por otra parte, se vio relativamente beneficiado por un alza relativa de los precios internacionales de sus exportaciones, lo que permitió que la careta democrática luciera mucho más bonita. Es lo mismo que hacen las grandes potencias imperiales, antifascistas y democráticas, que exportan el terrorismo de Estado: en dichos países democráticos el nivel de vida es algo mejor. 

 

Pero no hay que exagerar, esos beneficios como hacen los demócratas. Los mismos son muy relativos, las miserias más grandes siempre se vivieron también en las grandes potencias imperialistas y la miseria absoluta en el mismísimo Uruguay, ha seguido agravándose en los cantegriles, en las cárceles, en los barrios pobres, en la enseñanza primaria y secundaria, en el campo, en los pueblos del interior… La imposición de las drogas, los controles milicos, la computarización de la vida y la vigilancia cibernética, las encerronas en los barrios pobres, el gatillo fácil, la tortura en la comisaría del barrio… son mucho más importantes que nunca. Todo eso hace más brutal LA MENTIRA de que la dictadura terminó. Acaso eso ¿no es dictadura social del dinero (y la tasa de ganancia del capital bancario internacional) contra la vida de los seres humanos?

La dictadura actual y la mentira

Hoy, como en el período 1968/73, en Uruguay se niega que vivamos en una dictadura, y el poder, se da el lujo de festejar “la no dictadura” como, si ella fuera un cuento lejano: el “golpe” dictatorial del 27 de junio de 1973.
Incluso cuatro siniestros personajes, expresidentes y defensores históricos de la impunidad y la DICTADURA (Sanguinetti, Lacalle, Mujica, Lacalle) montan en la escena pública para, festejar hermanados, en el uruguayista “nunca más 27 de junio”. Los 4 saben perfectamente que ganan puntos como representantes oficiales del Gobierno mundial y LA TERRORISTA imposición de la “nueva normalidad”, diseñada por el Bilderberg, el Foro de Davos, las Naciones Unidas y la criminal OMS, o sea la Agenda 2030.
En el Uruguay, todos los partidos del poder, los parlamentos, los sindicatos, las Universidades…, niegan la dictadura de hoy. También hoy, se a



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50 años de mentiras

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