Gay Talese es un periodista norteamericano que hasta hace pocos años no había trascendido en España, aunque en su país se hizo enormemente famoso en 1981 con “La mujer del prójimo”, su extenso y muy bien documentado estudio sobre el comportamiento sexual de la sociedad estadounidense. Recientemente se ha publicado su nuevo libro, “El motel del voyeur”, de nuevo un reportaje (aunque hay quien lo pone en duda) que supuestamente estuvo más de treinta años sin publicarse para no delatar al protagonista del relato: Gerald Foos, un motelero de Colorado que secretamente adaptó las instalaciones de su establecimiento para poder practicar el voyeurismo, espiando a todas las parejas que se alojaban allí y contemplando infinidad de prácticas sexuales y algún que otro episodio escabroso, incluyendo un asesinato.

A diferencia de la obra que le encumbró en los 80, cuyo estilo era inefablemente documental, este “El motel del voyeur” se lee como una novela autobiográfica: en realidad el propio Gay Talese termina siendo el protagonista al contarnos toda la historia en primera persona, en base a las vivencias que tuvo al conocer a Gerald Foos y siendo testimonio (¿cómplice?) de las actividades de éste. Sin embargo Talese, como el periodista de raza que es, sabe ir más allá del simple morbo que sin duda suscita el tema para ofrecer otra gran mirada a los abismos de la naturaleza humana, al desdoblamento de las personas entre la privacidad y las convenciones sociales, etc.

Este estilo narrativo, sin embargo, suscita las dudas de algunos lectores tal como hemos apuntado antes, al resultar un tanto difícil discernir cuánto hay de relato periodístico y cuánto de posible ficcionalización de los hechos. Lo cierto es que las peculiares circunstancias que sustentan esta historia (que supuestamente todo ocurriese hace treinta años y por tanto ya no sea posible comprobar muchos detalles) pueden inducir a dudar de su veracidad o parte de ella, lo cual ha dado lugar a cierta controversia, con opiniones encontradas en diversos medios. Hay quien piensa que un relato con tan perfectas premisas sólo puede ser fruto de la imaginación del autor…

Ante esto, lo que nosotros recomendamos en cualquier caso es leer este estupendo libro, sea reportaje o novela, y simplemente dejarse llevar por una sugestiva historia que, realidad o no, de una forma u otra nos sumerge en zonas oscuras del ser humano que todos albergamos en mayor o menor grado, y además lo consigue con un lenguaje tan sencillo como elegante, como de hecho el mejor periodismo ha sido siempre. De modo que, como dicen en italiano, “se non è vero, è ben trovato”. Disponible en Librería de la Imagen.

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