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Deadly Class: la adaptación televisiva de SyFy - La Columna de Logan.



El tiempo pone todo en perspectiva. Hace exactamente 3 años, un jueves 4 de febrero del 2016, levantaba aquí, en Tierra Freak, una entrada de una de las series regulares de la editorial que más que estaban entusiasmando,
Deadly Class, un entretenido cómic regular escrito por un Rick Remender 
que encontraba, por fin,una historia con la cual dar en la tecla en todo aquello 
que él sabía manejar mejor que nadie: personajes outsiders poniendo a 
prueba sus límites éticos y morales mientras desafían el orden 
pre-establecido vibrando al compás de la música alternativa de los ’80. 
Por supuesto, el impacto que provocó este título en el mercado, ganándose 
rápidamente un enorme grupo de lectores de culto, no podría haberse 
logrado sin la pericia de un eximio narrador como lo es el Canadiense  
Wes Craig, el cual logró imprimirle una estética muy particular al cómic 
en cuestión, demostrando composiciones de páginas que solamente se
logran cuando tenés una conexión especial con la obra, cuando estás
realmente apasionado por ese laburo. Si había una serie regular de Image de 
los últimos años que merecía llegar a la pantalla boba y tenía todos los 
ingredientes para transformarse en un éxito instantáneo, esa era
 Deadly Class. 3 años después, acá estamos, reseñando la adaptación 
para T.V. producida por SyFy Channel luego de haber podido disfrutar 
sus 4 primeros episodios. ¿La transición se hizo en los mejores términos…?



In Vitam Mortem


Se hace evidente que no voy a volver a reseñar el cómic después de la
introducción que acabo de hacer, pero para los desmemoriados,
 Deadly Class sigue los pasos de Marcus Lopez Arguello, un chico
de la calle de unos presumibles 16 años que es “rescatado” por un
atípico colegio en la ciudad de San Francisco, en el cual enseñan el
“arte” de transformarse en un asesino profesional. Si bien el
protagonista claramente es Marcus, el cómic se permite, por
momentos, transformarse en una serie coral, y dedicarle más
espacio a otros personajes secundarios que en ciertos números
pasan a ser los protagonistas del mismo, pero la trama siempre
está anclada en las experiencias de Marcus, y sobre todo su punto
de vista de la vida.

La adaptación televisiva tiene un montón de aciertos, y esto se debe
a que uno de los showrunners de la misma es ni más ni menos que
el propio Rick Remender, acompañado en esta labor por
 Miles Orion Feldsott, quien fuera responsable, entre otras cosas,
de una American Koko que pasó sin pena ni gloria por el servicio
streaming de ABC. Entre las cosas positivas que puedo rescatar
está el casting, ya que en prácticamente todos los personajes
relevantes la elección de actores me pareció muy acertada. Incluso
se han tomado algunas licencias para con el cómic, como la
designación de Benedict Wong [Wong en Doctor Strange (2016) y
 Avengers: Infinity War (2018)] para caracterizar al Master Lin, y el
cambio no solo es favorable sino que se siente mucho más natural,
televisivamente hablando. Un Master Lin medio enano y con la
apariencia de un anciano venerable cabrón, como el que diseñó Craig
 para el cómic, realmente hubiera sacado el foco de la verosimilitud
del relato en la adaptación a la televisión. Este tipo de cuestiones no
solo son bienvenidas desde el lado del televidente, habla muy bien de
quienes están llevando adelante esta traslación, y nos da la pauta de
que conocen ambos medios y saben diferenciar lo que funciona en
uno y en otro.


Otro factor fundamental para ofrecer un marco adecuado para el
relato fue bajar un poco la exageración de las escenas de violencia
del cómic. Una de las primeras apariciones de Saya en el papel nos
la muestra como una guerrera realmente imbatible, realizando proezas 
increíbles que ningún cuerpo humano podría soportar, como por ejemplo 
atravesar el parabrisas de una patrulla policíaca en pleno movimiento,
 acabando con la vida de los oficiales que la conducían en un par de
 tomas. De nuevo: este tipo de cuestiones en la historieta son
 comprensibles y van generando un universo propio, con sus
 propias leyes de la física y la resistencia de los “materiales”, las 
vemos todo el tiempo y ya no nos sorprenden porque el medio está
 muy abierto a este tipo de situaciones, pero la televisión es otro tipo 
de medio y el relato no se sostiene de la misma forma cuando personajes
 “de la nada” salen a realizar proezas de este tipo sin explicación alguna.

Y el casting tiene aciertos que funcionan en muchos niveles. Para el 
papel de Maria Salazar eligieron a la venezolana  
María Gabriela de Faría, y en algunos diálogos el personaje putea 
en un perfecto castellano, ¡y eso está muy bien para una serie yanquie! 
¡Muy bien! Parece una estupidez, pero los diálogos naturales en castellano 
son una cuenta pendiente de la gran mayoría de los shows del norte, que 
evidentemente hacen un esfuerzo enorme por reflejar que el pluralismo y
 la integración es algo endógeno en ellos, una pantomima que se cae
 cuando alguno de los personajes “latinos” emite alguna frase en su 
supuesto idioma natural y suena como si la hubiera traducido google.


Dicho esto, hay algunos actores que, a mi entender, sobresalen del
 resto, entregando una performance que cierra por todos lados. 
 Sean Depner con su interpretación de Viktor es uno de ellos, no
 solo porque físicamente es perfecto para el papel sino porque, en 
estos pocos capítulos, pudo manejar sin problemas las zonas grises 
del personaje. La elección de Luke Tennie dando vida al mejor 
amigo de Marcus dentro de la escuela, Willie Lewis, también me 
pareció acertada, y me gustó bastante la forma en la que están 
construyendo la relación entre ambos, pero no deja de asombrarme 
el radical cambio que hicieron en el flashback sobre el pasado del 
pobre Willie, algo que probablemente les va a dar más con lo cual 
jugar a futuro en la vida del personaje, pero lo tiñe de un oscuro 
muy profundo, y no estoy hablando de su color de piel, claramente…

Y ya que toco el tema de los flashbacks, primer gran sorpresa 
estética de la traslación televisiva: cada vez que alguno de los 
personajes se dispone a revelar algo relacionado con su pasado, 
el mismo está narrado con una secuencia animada que respeta
 bastante los diseños originales de Craig, algo que no desentona 
con el ritmo de la serie y se siente como una caricia para quienes
 venimos acompañando este proyecto casi desde su lanzamiento 
original a comienzos del 2014.
King's Dominion Destiny

Mencioné a algunos actores muy adecuados en sus papeles y
 no escribí aún nada sobre dos de los más importantes,  
Benjamin Wadsworth en la piel de Marcus Lopez Arguello y  
Lana Condor dando vida a Saya Kuroki, la líder del  
Kuroki Syndicate y sponsor del propio Marcus. Bueno, tengo
 mis reservas con ambos, por distintos motivos. Creo que Benja 
está bastante bien, realmente su Marcus se siente sólido, y 
cuando al comienzo de la serie está en las últimas el personaje 
me cerraba mucho más, el único problema que tengo con esta 
caracterización es con la parte psycho… hay algo en la mirada 
del actor que no termina de convencerme de que ese Marcus es 
una bomba de tiempo a punto de explotar. Me parece que todo lo 
otro que construyó el actor es creíble, su mirada cínica sobre la 
vida y sobre el resto, sus aires de superioridad aún cuando está 


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