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Roadtrip por Islandia-Qué ver en el Sur de Islandia (I)-Parte 6

Después del relajante baño en las aguas termales del camping salimos de Landmannalaugar por donde habíamos llegado, primero por la F224, después la F208 y finalmente la F26  en dirección sur, la Ring Road nos esperaba con las vistas del volcán más activo de Islandia a nuestra izquierda, el Hekla, pero la lluvia nos impedía verlo...nos estábamos adentrando en tierra de Sagas.

Pero Héctor, ¿qué son las sagas? Os preguntaréis, pues vienen a ser como las novelas de caballería, más o menos, pero cambiando los caballeros por historias de los distintos clanes de Islandia, escritas entre los siglos XII y XIII, es decir historias contadas de manera épica.

Mapa de carreteras de Landmannalaugar.

Para llegas a la granja medieval Keldur, viniendo de Landmannalaugar, dejamos la carretera 26 por la 268, sin asfaltar, pero también podéis acceder desde la R1, por donde nos fuimos nosotros. En esta parada corta por la historia de Islandia y sus Sagas deberíamos haber visto una reconstrucción de la granja después de haber sido devastada por dos terremotos en 1896 y 1912, y aún así son unas de las construcciones de este estilo más viejas de Islandia, pero cuando llegamos el recinto estaba cerrado.
 Granja medieval Keldur.

Encontraréis una hilera de casas con techo de césped y turba, una iglesia, un pequeñísimo cementerio y un curioso túnel que, si no buscáis, pasa desapercibido, y por el que los vikingos daban esquinazo a sus enemigos (buscad la pequeña caseta que da al riachuelo), lo único que nosotros vimos.
La Cascada Seljalandsfoss...

La que tendría que haber sido nuestra siguiente parada no estaba lejos, cerca del pueblo de Hvolsvöllur, en el estacionamiento habilitado a los pies de la pequeña colina Stóra Dímon, desde donde se obtienen unas hermosas vistas de 360° sobre el delta del río Krossá, que crea un hermoso delta, los glaciares, el Mýrdalsjökull y el Eyjafjallajökull, y del volcán Eyjafjallajökull, famoso porque entró en erupción en 2010 haciendo llegar a Europa una gran nube de cenizas que paralizó el espacio aéreo. Incluso si hace buen tiempo se pueden ver las islas Vestman (Vestmannaeyjar) en la costa. Como llovía a mares decidimos ni intentarlo.
...Una de las más bellas de Islandia.

De modo que hicimos los poco menos de 40 km desde Keldur hasta la Cascada Seljalandsfoss, muy fácil de encontrar porque no hace falta desviarse mucho de la R1 para llegar a ella en alrededor de 30 minutos.
Imprescindible llevar el chubasquero.

Esta maravilla se ve bastante rápido, pero yo no me la saltaría porque Seljalandsfoss es una de las cascadas más bonitas de Islandia, de hecho suele ser un hervidero de turistas, pero entre la poca gente que estaba visitando el país a consecuencia de la Covid-19 y la que la lluvia era bastante intensa, disfrutamos de esta maravilla completamente solos.
La única cascada de Islandia que puedes ver desde detrás.

Hay un aparcamiento con parquímetro y también un puesto de souvenirs y baños públicos en el camino que lleva hasta la base de la cascada, por lo que veis es de las turísticas.
Nosotros la disfrutamos completamente solos.

Rodeada de musgo y verdes arbustos, Seljalandsfoss, con una caída de 60 metros del río Seljalandsá o “río líquido”, es la cascada por la que se puede caminar por detrás, es decir, que la puedes rodear, de hecho es la única de Islandia donde podréis hacer esto, pero cuidado porque además de mojaros (llevad impermeable) podéis resbalar, pero si subís y bajáis por el lado derecho es más seguro. 
Cascada Gljufrafoss, Islandia, Iceland.

Muy cerca de Seljalandsfoss por la misma pista 249, está la cascada Gljufrafoss (Gljúfrabúi), “el que vive en el cañón”, cuyo nombre le va como anillo al dedo porque está semioculta entre las rocas, y que también merece una visita. 
Realmente espectacular.

Sólo la veréis bien si os adentráis en ella entre los recovecos, pues desde las rocas no se ve al completo, así que no os olvidéis la  ropa y zapatos impermeables porque si queréis descubrir su escondite es casi imprescindible.
Escondida, pero merece la pena.

Incomprensiblemente los tours se centran en la primera cascada, dejando de lado esta que es tan bonita o incluso más.

Regresamos a la furgoneta y minutos después nos saltamos el mirador del volcán Eyjafjallajökull, ya que hacía un día de perros y con la lluvia era imposible tener unas buenas vistas de uno de los lugares más conocidos y nombrados del mundo cuando hace unos años tal y como he explicado antes.

Cascada Skógafoss, Islandia, Iceland.

Seguimos pues por la Ring road en dirección contraria a las agujas del reloj hasta llegar a otra de las paradas obligatorias en Islandia, la Cascada Skógafoss, otra de las más bellas y conocidas. Era bastante tarde ya, así que decidimos dormir a sus pies, en el camping Skogar Campsite, con baños, fregaderos y poco más.
A la derecha se ven las escaleras por las que subir...

A la mañana siguiente, tras el desayuno, con abundante caudal y en medio de acantilados recubiertos de musgo, nos estaba esperando Skogafoss.
...para ver la Cascada Skógafoss desde arriba.

Lo ideal es primero acercaros hasta sus pies para sentir toda su grandeza, notar los 62 metros de caída, y quedar atrapados por ese contraste de colores que tiene el agua con la arena negra y el verde de las paredes de la roca.
Skógafoss, Cascada de Hestavadsfoss.

Pero no os quedéis ahí, subid por las escaleras de reciente construcción para obtener otra perspectiva de las cascadas desde el mirador.
Skógafoss, Cascada de Fosstorfufoss.

Hay un montón de escaleras, por lo que subir es bastante cansado, así que, una vez allí, ¿porque no hacer un trekking corto de 2 kilómetros y medio siguiendo el río Skogaá para ver unas cuantas cascadas más?
Skógafoss, Cascada de Steinbogafoss.

Pero no sólo por las cascadas, hasta un total de 10, eso sí, mucho más pequeñas y menos espectaculares que Skogafoss, también por los paisajes  de ensueño que os acompañarán durante el recorrido, que no tiene pérdida porque está señalizado con estacas azules.
El trekking es más que recomendable.

Para saber que habéis llegado a la última os dejo las coordenadas (63.548571, -19.495458), pero si no lleváis GPS debéis saber que la estaca azul de esta tiene el número 44, podríais seguir, porque el sendero lleva a Porsmörk, pero lo normal es hacerlo en 3 días. Calculad unas 2 horas en ir y volver.
Vistas desde los acantilados de Dyrhólaey.

Después del trekking mañanero pusimos rumbo a los acantilados de Dyrhólaey, a unos 30 minutos, una reserva natural protegida en la que anidan, entre otras aves, los famosos frailecillos, el pájaro más representativo y famoso de Islandia, razón por la que entre Mayo y Junio no se permite el acceso.
Si venís en la época adecuada (de Julio a mediados de Agosto)...

Además de para avistar estas simpáticas aves, que no vimos porque no era la temporada ideal, vinimos hasta aquí para ver el espectacular arco de piedra desde los 120 metros de altura del acantilado (me recordó a la desaparecida Ventana Azul de la Isla de Gozo, en Malta) y la gran panorámica de la larga lengua de arena negra de la Playa de Reynisfjara, nuestra siguiente parada.
...Veréis frailecillos por aquí.

También allí encontraréis la silueta de un antiguo faro del siglo XX que ahora funciona de forma autónoma, que hoy es una casa rural y al que no nos acercamos.
Playa de Reynisfjara o Playa Negra de Vík.

Veinte minutos después llegamos a la Playa de Reynisfjara o Playa Negra de Vík, una de las playas más famosas a la vez que peligrosas de Islandia. 
Columnas de basalto.

A esta playa de arena negra la fama le viene porque ha sido escenarios de series famosísimas como Vikingos (desembarco del vikingo Floki en Islandia) o Juego de Tronos (Guardaoriente), por sus acantilados en la falda del monte Reynisfjall, con columnas hexagonales de basalto, llamadas Hálsanef, que nos recordaron a un órgano de cualquier catedral, y por los farallones Reynisdrangur, tres enormes rocas aisladas en el mar, que hace años formaron parte del acantilado y que las inclemencias del tiempo los condenaron a esa “muerte” en soledad. 


Sneaker waves, olas muy peligrosas.

El peligro le viene por el viento y las grandes olas que se forman, razón por la que está prohibido el baño, pero no sólo eso, no debéis ni siquiera acercaros a ellas, ya que esas olas son un tanto especiales, llamadas sneaker waves, tienen mucho alcance hacia el interior de la arena y más de uno ha sido arrastrado hacia el mar con mucha fuerza y ha sido encontrado muerto...o no encontrado.

Cueva de Reynisfjara o Halsanefshellir

Si llegáis con marea baja también se puede visitar la cueva de Reynisfjara o Halsanefshellir, pues hay que bordear las columnas de basalto donde rompen las olas.
Juego de Tronos o Vikingos se han rodado aquí.

Lamentablemente para nosotros el viento en la playa era tan fuerte (jamás había sentido una fuerza así con el viento) que no nos dejó disfrutar de la playa como hubiéramos deseado.
Iglesia de Reynisfjara.

Después de la visita a la playa hicimos una corta parada en la iglesia que hay de camino, ya que nos pareció muy fotogénica.
Carretera de acceso a Reynisfjara.


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