Fue nuestro primer concierto de Metallica, y para ello nos desplazamos hasta Barcelona, de nuevo hasta el Estadi Olímpic Lluís Companys, donde la banda californiana congregó a más de 52.000 espectadores.
Estadi Olímpic Luís Companys de Barcelona.
Actuación del trío noruego Bokassa.
La tarde empezó con unos teloneros que no llegaron a convencer del todo al público, y eso que Bokassa empezó su show con algo menos de media entrada, pero creo que no gustaron...dudo mucho que los noruegos hagan muchas más actuaciones con tanto público, a no ser que repitan como teloneros de Guns N’ Roses o AC/DC.
Ghost nos sorprendieron gratamente.
Tobias Forge, líder de Ghost.
Ghost salieron después a escena con Tobias Forge como líder del grupo, y desde el inicio de su show se metieron al público en el bolsillo...de hecho no los conocíamos y nos encantaron, hasta el punto de seguir escuchándolos a día de hoy.
La banda Ghost actuaron con máscaras.
Gosht, unos teloneros de lujo.
Desde el inicio del concierto con “Rats”, o más tarde con sus dos temas más conocidos “Absolution” y “Year Zero”, pronto nos dimos cuenta de que no estábamos ante unos teloneros más sino delante una gran banda que acompañaba a una banda mítica.
La aparición del obispo fue un puntazo.
Hoy continuamos escuchándolos.
Disfrutamos como niños con “Ritual”, “Faith”,“Dance Macabre”, “Miasma”, “Mummy Dust”...enormes los suecos, sí señor, hasta el final, cuando sonó “Square Hammer”.
Metallica en Barcelona, 5 de Mayo de 2019.
James Hetfield, líder y fundador de Metallica.
Llegó el momento más esperado de la noche, James Hetfield, Lars Ulrich (fundadores del grupo), Kirk Hammett y Robert Trujillo, es decir Metallica, aparecían en un escenario con un saliente que se adentraba hacia el público, con cinco pantallas gigantes dispuestas en zig-zag al fondo, elementos inflables y columnas de fuego.
El concierto empezó con fuego.
Caldeando el ambiente.
Salieron, como era de esperar, con “Hardwired”, eso sí, con un pequeño retraso (a las 21:15), pero ganándose a todos los asistentes desde el minuto uno.
Metallica.
Kirk Hammet, guitarrista de Metallica.
Continuaron con “The memory remains”, cuyo estribillo fue cantado por los más de 50.000 asistentes...empezaba a resurgir la complicidad entre banda y público, hasta que enlazaron con “Ride the lightning”, acelerada y potente.
James Hetfield en acción.
Increíble.
El regalo vino con “The thing that should not be”, pues hacía muuucho tiempo que no sonaba en un concierto de Metallica, y por lo tanto fue el tema debutante de este tour.
Disfrutando a tope del concierto de Metallica.
Qué ganas tenía de ver a la banda californiana en vivo.
“The unforgiven” fue uno de los temas más aclamados, y ahí es donde pudimos oír desgañitarse a una gran parte de la audiencia, desatada frente al primer hit del álbum negro.
Lars Ulrich y James Hetfield, fundadores del grupo.
Metallica en directo.
Quizás “Here comes revenge” volvió a apagar al público, no se muy bien porqué, pero tras ella llegó uno de los temas que se ha convertido en un nuevo clásico del grupo, “Moth into flame” que puso al estadio en pie cuando empezaron a salir llamas desde todos los puntos de la gigantesca estructura del escenario y las torres del estadio mientras estos aclamaban su estribillo.
Cómo molan las pantallas.
El setlist contenía todos sus grandes éxitos.
Con “Sad but true” el estadio olímpico retumbó de nuevo, haciendo que las venas se volvieran a marcar en los cuellos del respetable, hasta que otra de las sorpresas, “Fade to black” tranquilizó un poco el ambiente.
El estadio albergó más de 52.000 espectadores.
Una vez en la vida hay que ver Metallica en directo.
Al terminar con este tema es cuando llegó un momento un poco surrealista, cuando Rob y Kirk se quedaron solos en el escenario, en ese saliente central para, según palabras del propio bajista en un pobre pero entendible castellano, “rendir tributo al rey de la rumba catalana, Peret”, tocando y cantando “El muerto Vivo”.
El final del concierto se llenó de temazos.
Gracias a las grandes pantallas se podía seguir el concierto desde cualquier parte.
“Frantic” fue el único guiño que se permitieron a su álbum “St. Anger”, y a partir de aquí fue cuando empecé a disfrutar del concierto de manera bárbara.
One es uno de mis temas favoritos.
La oscuridad hizo acto de presencia y tras varias explosiones, petardos, fuego y humo empezó a sonar uno de mis temas favoritos, “One”, acompañado en todo momento por la proyección de las imágenes con siluetas de los soldados.
Master of puppets fue coreado con ganas.
La magia continuó con “Master of puppets”, coreado a muerte este potente tema, uno de los pilares del heavy mundial.
For whom the bells tolls.
En la parte delantera del escenario.
La banda se trasladó entonces a la parte delantera del escenario, a ese saliente de reducidas dimensiones, y empezó a sonar “For whom the bell tolls”, que sonó brutal.
Seek and destroy fue una de las más esperadas.
Se acercaba el fin cuando, también en la parte más cercana al público, sonaron los pelotazos “Creeping death”, que ardió cuando el estadio volvió a iluminarse con los fuegos,o la siempre épica “Seek and destroy”, un tema más thrash servido justo antes de abandonar el escenario.
Nothing else matters...
...Llenó el estadio de lásers.
Regresaron y remataron la faena con “Lords of summer”, una de las más nuevas, que no llegó al público, la esperada y coreada “Nothing else matters”, que llenó el estadio con luces y lásersy “Enter sandman”, la última de las 18 canciones del concierto, que llegó a superar las dos horas de duración y terminó con un castillo de fuegos artificiales.
El concierto llegaba a su fin.
Y este se hizo presente con fuegos artificiales.
Pese a que me dejaron un sabor agridulce, pues el sonido y el viento que azotaba el estadio no son buenos compañeros de gira, y después de ver a Iron Maiden esperaba algo más de la banda, Metallica es una banda que debe experimentarse en las distancias cortas al menos una vez en la vida, te guste más o menos su estilo musical.
Para finalizar os dejo con algún que otro vídeo que grabamos en el concierto, como el de aquí arriba de Ghost o los de abajo de Metallica.
