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Una mañana en Tarraco


Tarraco.

Tarraco es el asentamiento Romano mas antiguo de la península ibérica, que no la ciudad más antigua, pues eso recae en Itálica, lo que es hoy Santiponce, provincia de Sevilla, que además fue la primera ciudad fundada en Hispania.

El antiguo Tarraco, es hoy Tarragona, en Cataluña. Su origen romano data del 217 antes de Cristo, cuando Escipión el Africano llego son sus tropas.

Con el tiempo Tarraco se convirtió en una de las ciudades más importantes de Hispania, llegando incluso a ser capital de la provincia romana de Hispania Citerior o Hispania Tarraconensis. Su nombre completo era: Colonia lulia Urbs Triumphalls Tarraco.

La UNESCO declararía Patrimonio de la Humanidad el conjunto arqueológico de Tarraco en el año 2000.

A día de Tarraco es uno de los conjuntos arqueológicos más grandes e importantes de la antigua Hispania Romana, en donde destacan los siguientes:

  • Murallas romanas.
  • Foro provincial
  • Circo romano.
  • Foro colonial.
  • Teatro romano.
  • Anfiteatro romano y basílica románica.
  • Cementerio paleocristiano.
  • Acueducto, sito a 4 kilómetros al norte de Tarragona.
  • Torre de los Escipiones a 5 kilómetros al este de Tarragona.
  • Cantera de Médol a 9 kilómetros a norte de Tarragona.
  • Villa-Mausoleo de Centcelles a 4,6 kilómetros al noroeste de Tarragona.
  • Villa dels Munts a 10 kilómetros al este de Tarragona.
  • Arco del triunfo de Bará a 20 kilómetros al este de Tarragona.

El anfiteatro romano de Tarragona desde la arena.

Lamentablemente solo disponíamos de unas horas para realizar nuestra visita. Por dos razones, la primera era que teníamos que continuar nuestro camino hasta Peñíscola, la segunda es que el aparcamiento en el centro donde se encuentra el anfiteatro y circo es un tanto complicado, y aunque tuvimos las suerte de encontrar donde dejar el coche, era zona de pago con un máximo de cuatro horas, que fue la razón de la limitación a nuestra visita.


Anfiteatro romano.

Construido en el Siglo II después de Cristo, el anfiteatro disponía de un aforo máximo de hasta 14.000 personal, con unas dimensiones de elipse de 130 por 102.

En el año 259, durante las persecuciones a cristianos en la época del emperador Valeriano, fueron quemados vivos en la arena del anfiteatro el obispo de la ciudad, Fructuoso y sus diáconos Augurio y Eulogio.

En el siglo VI se usarían muchas de las piedras de este para construir una basílica cristiana para conmemorar el lugar del martirio de los tres santos de la iglesia tarraconense.

Alrededor de la basílica se construyo un cementerio con tumbas excavadas en la arena y mausoleos funerarios adosados al templo.

El templo quedó en desuso tras la invasión islámica, hasta que en el siglo XII se construyo una iglesia románica sobre los cimientos de la basílica. Esta se mantuvo en pie hasta 1915.




Arena del anfiteatro, a la izquierda los restos de la basílica románica.


Restos de la basílica.

Antes de continuar nuestra visita al circo romano, decidimos hacer una breve pausa para refrescarnos de la calurosa mañana. Un bonito lugar es la terraza Les Granotes, situado en el Parc de les Tres Granotes, justo a la salida del anfiteatro romano, lo cual nos permitirá disfrutar de espectaculares vistas de este contra el Mar Mediterráneo.

Tomando un refrigerio en la terraza Les Granotes.


Circo romano.

Construido a finales del siglo I después de Cristo por el mandato del emperador romano Domiciano. 

En él se celebraban las famosas carreras de caballos, de cuadrigas (carros tirados por cuatro caballos) y bigas (carros tirados por dos caballos).

Disponía de un aforo máximo de 25.000 personal, con una medidas de 325 metros de largo por 115 de ancho.

El circo estuvo activo hasta el siglo V, cuando la ciudad se redujo en tamaño y partes del circo fueron usadas para áreas residenciales, debido a los problemas del imperio romano.

Posteriormente más construcciones aprovecharon las estructuras de este, lo que aunque parezca extraño, hacen de él uno de los mejores conservados del mundo.

Entrada al circo romano.

Parte mejore conservada del circo.

Pretorio romano.

Formando parte del circo encontramos esta torre construida en la época romana, conteniendo las escaleras que comunicaban la parte baja de la ciudad con el Foro Provincial, con el que estaba comunicado por pasillos subterráneos.

En la edad media fue residencia de los reyes de Aragón y de los príncipes de Tarragona, de hay el nombre de Castillo del Rey. Posteriormente serviría de prisión.

En la actualidad forma parte del Museo Nacional de Arqueología de Tarragona.

Túnel que nos lleva al Pretorio desde la arena del circo.


Vistas del anfiteatro desde la torre del Castillo del Rey.


Vistas desde la torre a Tarragona y su Catedral.

Torre de los Monjes a la entrada del circo romano.


Cerca de la entrada del circo en la Plaza de la UNESCO.


Museo Nacional de Arqueología de Tarragona.

Anexo al circo se encuentra el Museo Nacional de Arqueología de Tarragona, el cual contiene mosaicos, esculturas y otros objetos hallados en la ruinas romanas de Tarraco.

Entrada del Museo Nacional Arqueológico de Tarragona.


Escultura que encontramos en el Pretorio.


Murallas romanas.

Las murallas son la construcción romana más antigua de la ciudad y rodean todo el casco antiguo.

Su construcción se inició en el siglo III antes de Cristo, y se expandió en el siglo II antes de Cristo con la fundación de Tarraco. De esta época se conservan tres torres: la de Arquebisbe, la del Cabiscol y la de Minerva.

De su longitud original de 3.500 metros hoy se conservan solo 1.100 metros.

En el siglo XII, tras la reconquista, las murallas fueron reparadas debido al desuso que habían sufrido durante la dominación islámica.

Entrada a la Murallas Romanas de Tarragona.


Iniciando nuestro recorrido por las murallas.


Al fondo una de las torres de la muralla.


Estatua del emperador romano en restauración.


Junto a la capilla románica de Sant Pau.


Fuente y jardín en la parte final de las murallas.


Tarragona.

Lamentablemente, y dado el limitado tiempo del que disponíamos, solo pudimos callejear brevemente por el casco antiguo, fundamentalmente en el trayecto entre el circo hasta la entrada a las murallas romanas.

El casco antiguo es un laberinto de calles estrechas y cortas, que tienen su epicentro en la Catedral de Tarragona.

Escudo que encontramos en la subida hacia la parte alta del circo y el museo arqueológico.

Jardins de la Reconciliació.


Casco Antiguo de Tarragona cerca de la Catedral.


Edificios históricos en la Plaza de Sant Joan.



Catedral.

Su nombre es el de Catedral Basílica Metropolitana y Primada de Santa Tecla, y su construcción se inició en el siglo XII, siendo 1331 la fecha de su consagración.






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