Con un pasado que se remonta al período romano, no es de extrañar todo lo que hay que ver en Alcalá de Henares en la actualidad, en esta entrada están algunos de los lugares que hay que visitar en esta bonita localidad madrileña.

Fue declarada Ciudad patrimonio Mundial por la Unesco en 1998, gracias al recinto histórico y a la Universidad. Es una de las nueve ciudades de España que la Unesco ha clasificado como únicas. 

Con más de 2000 años de historia, Alcalá de Henares es un destino para los amantes de la historia y la cultura. La Alcalá medieval, con sus barrios cristiano, judío y musulmán, guarda espacios con recuerdos de mezquitas y sinagogas, de iglesias, oficios y lugares que dieron forma y carácter a una villa llena de contrastes y ejemplo de convivencia. 

Fue la primera urbe diseñada y construida especialmente como sede de una universidad, fundada por el Cardenal Cisneros en 1499, en pleno Renacimiento, sirvió como modelo a otros centros de enseñanza en Europa y América. De sus aulas salieron grandes obras como la Biblia Políglota. Muchos grandes escritores del Siglo de Oro español como Francisco de Quevedo, Lope de Vega, Calderón de la Barca, Tirso de Molina o San Juan de la Cruz estuvieron vinculados a ella. Pero, sin duda, entre todos destaca, con luz propia, Miguel de Cervantes, que nació aquí en 1547 y cuyo recuerdo está muy presente por todos los rincones de esta villa.

Comenzamos la visita atravesando la Puerta de Madrid, puerta del recinto amurallado que daba acceso a la ciudad viniendo desde Madrid, concretamente desde la Puerta de Alcalá. Fue construida en 1788, siguiendo un estilo neoclásico. 

Desde ahí un paseo para ver la Muralla, originalmente construido en el siglo XIII, modificada y ampliada en el siglo XV y posteriores. Contaba con 22 torres y varias puertas, de las que hoy sólo se conservan la citada Puerta de Madrid y el Arco de San Bernardo. En ella podemos encontrar paramentos mudéjares del siglo XIII, en la zona norte, cerca de la denominada Puerta de Burgos. La construcción de la muralla va unida al desarrollo del Palacio Arzobispal y su defensa, y todo ello derivado de la donación que el Emperador Alfonso VII.

El Palacio Arzobispal surge como fortaleza mudéjar de la mano del Arzobispo de Toledo, Rodrigo Ximenez de Rada, a principios del siglo XIII, y ha sido sede de importantes acontecimientos, tales como celebración de las Cortes del Reino y Concilios, la muerte del Rey Juan I de Castilla, o el nacimiento de Catalina de Aragón así como el lugar donde Isabel la Católica recibió a Colón en 20 de Enero de 1486. El arquitecto Alonso de Covarrubias realizó la espléndida fachada en la que destacan las ventanas y el escudo del Cardenal-Infante Luis Antonio de Borbón en la planta superior.

Caminamos por la Calle Mayor, se extiende casi 400 metros, desde la Plaza de Cervantes hasta la Catedral Magistral, siendo la calle con soportales más larga de Europa. Fue construida en el siglo XII en el corazón de la aljama judía, sigue el trazado de la antigua calzada romana a Caesar Augusta, epicentro comercial, por lo que sus edificios son soportados para acoger en la planta baja tiendas y en las superiores viviendas.

Hoy sigue manteniendo su función comercial, llena de bares, restaurantes, tiendas y pastelerías donde degustar la Costrada de Alcalá,  un delicioso milhojas de hojaldre, crema y merengue cubierto de almendra picada y gratinada. Un lugar impresionante y que en ciertos momentos es un bullicio de gentes que van de un lado para otro, terrazas y turistas que deambulan por el lugar.

En la calle mayor, en el solar donde algunos historiadores sitúan la casa natal de Miguel de Cervantes, acoge la Casa Museo Cervantes, una exposición que muestra cómo eran las casas tradicionales del siglo XVI. Muy interesante para conocer el pasado de esta localidad, delante un banco con las estatuas de Sancho Panza y Don Quijote, donde todo el que pasa se sienta para hacerse una fotografía.

Pero el lugar más especial de Alcalá de Henares es su Universidad. Fundada en 1499 por el Cardenal Cisneros, fue durante cuatro siglos una de las universidades más importantes de España. El edificio principal es el Colegio de San Ildefonso, hoy convertido en Rectorado de la Universidad. Se trata de una joya del Renacimiento español, especialmente por la fachada, obra de Rodrigo Gil de Hontañón. También destaca la Capilla de San Ildefonso, donde se conserva el sepulcro del Cardenal Cisneros, aunque sus restos descansan en la Catedral Magistral. 

Así como el Paraninfo, una impresionante aula magna que fue edificada entre 1516 y 1520 por Pedro de la Cotera, por orden del Cardenal Cisneros. El acto más solemne era el examen de doctorado, "El estudiante, junto con dos profesores, uno tutor y otro oponente, accedía teatralmente a la cátedra por unas puertas situadas detrás de cada uno de los nichos. Una vez leída la tesis, se iniciaba la discusión, siempre en latín. Los profesores y catedráticos, sentados alrededor de la sala, tenían un turno de réplica y pregunta. Desde las galerías, los alumnos del Colegio Mayor presenciaban los actos. En el centro de la sala, una mesa y el bedel que hacía las veces de maestro de ceremonias".

En él se celebran importantes acontecimientos institucionales: apertura del curso académico, toma de posesión del rector de la Universidad y de los doctores honoris causa, salón de grados, entrega de diplomas y premios, así como conferencias y lecciones magistrales. Por su singularidad y relevancia internacional destaca la entrega, por parte de los Reyes de España, del Premio Cervantes de Literatura, el más importante de la lengua española. Dicha ceremonia se celebra anualmente el día 23 de abril, conmemorando el aniversario del fallecimiento de Miguel de Cervantes .

Dentro de la Universidad son de obligada visita los tres patios, el Patio de Santo Tomás de Villanueva, el patio de los Filósofos y el patio del Trilingüe.

Empezando por el de Santo Tomás de Villanueva, se trata de un patio que destaca por su carácter sobrio y por su monumentalidad, fue construido en 1618. Rodeando el patio nos encontramos con varios pináculos embolados en donde se puede apreciar la frase en latín EN LUTEAM OLIM CELEBRA MARMOREAM, (antes en barro, ahora en piedra).

Por su parte, el Patio de los Filósofos data de entre los años 1530 y 1535. Se trata del patio en donde se encontraban las audiencias del rector de la universidad además de los escribanos, notarios y procuradores de esta. Además de estas salas, también se encontraba la cárcel universitaria.

Por último, el Patio Trilingüe debe su nombre a que en las aulas que alberga, se estudiaban las tres lenguas clásicas. Estas lenguas eran el latín, el hebreo y el griego. Hoy en día, en este patio puedes encontrarte la Hostería del Estudiante. A través de este patio también se puede acceder al Paraninfo de la Universidad.

Abandonamos la universidad y vamos a la Plaza Cervantes, que es sin duda el corazón de la ciudad, rodeada además por algunos de sus edificios más emblemáticos. Originalmente fue concebida como espacio extramuros, donde celebrar el mercado y la feria de la villa pero pronto quedó integrada en el casco histórico, convirtiéndose en lugar de encuentro de sus ciudadanos. En ella se encuentra el monumento a Miguel de Cervantes, una estatua de bronce instalada en 1879, obra del escultor italiano Carlo Nicoli.

En un lateral el Corral de Comedias uno de los más antiguos de Europa, donde tuvimos la oportunidad de asistir a una obra, inolvidable. Abierto al público en 1603 como corral de comedias donde se representaban obras del Siglo de Oro y que acogió a grandes literatos que en aquel momento eran estudiantes de la Universidad como Lope de Vega, Quevedo o Tirso De Molina. Más tarde fue coliseo techado desde 1769, teatro romántico desde 1831 y sala de proyecciones cinematográficas desde 1927 hasta 1980, año en que el Ayuntamiento recuperó la propiedad.

La Catedral Magistral está dedicada a los Santos Justo y Pastor que en el año 305 fueron martirizados en el lugar. Fue encargada a los hermanos Egas por el Cardenal Cisneros en 1497 y se construyó en estilo gótico tardío, aunque en la portada principal se combinan elementos mudéjares y renacentistas.

Para finalizar la visita, estuvimos durante largo rato buscando, en la Calle Libreros el lugar donde se imprimió La Galatea, obra maestra de Miguel de Cervantes publicada en 1585 en Alcalá de Henares, pues bien, lo que queda es una placa en el lugar donde estaba dicha imprenta. Fue un momento genial, encontrar ese lugar, aunque esté un poco escondido, deberían darle más relevancia.