Venecia es la ciudad de los canales, del Carnaval y también de los turistas, sobre todo en verano. Nosotros no somos muy dados a viajar con multitudes así que esta ciudad decidimos visitarla en invierno y acertamos de lleno.

¿Por qué NO viajar en verano?

Esta es la ciudad de los canales, como todo el mundo sabe, pero también es la ciudad de las calles estrechas, callejones sin salida, pequeños puentes y tiendas donde se puede comprar cristal de Murano “everywhere“.

En verano, algunos días, el olor del agua estancada no es realmente agradable. Los turistas invaden la ciudad y llenas sus calles hasta tal punto que parece una discoteca en hora punta, donde caminar se hace una tarea muy aburrida y es prácticamente imposible recorrer todo lo que uno quiere.

Al ser temporada alta, todo es más caro y también más complicado de reservar. Vuelos, hoteles y hasta el café puede que aumente su precio.

También las temperaturas nos pasaran factura, los días de más calor se hacen muy duros ya que la humedad en el ambiente es alta y ya sabemos lo que pasa cuando juntamos calor y humedad.

Lo único que te aseguras en verano, o casi, es el Sol. Y es que esta ciudad merece ser vista con buena luz, pero claro, también tendrás que compartirla con miles de turistas.

¿Por qué SI viajar en invierno?

Tenemos muy buenos recuerdos de Venecia y por eso queremos recomendar su visita en invierno, porque te vas a encontrar un ciudad diferente, tranquila y acogedora. Sin el bullicio de los turistas, con espacios sólo para ti, para recorrerla tranquilamente y conocer todos los rincones.

Te podríamos hablar de los muchos museos e iglesias que tiene, que son infinitos, pero este post no es una lista de lugares imprescindibles que ver en Venecia, queremos contarte nuestra experiencia viajando en invierno para que te animes a ir en una época diferente.

Para empezar, lo que más nos gusto y a la vez nos pareció más extraño fueron las noches. Cuando la oscuridad se apodera de la ciudad, y esto pasa muy temprano en invierno, la ciudad se vacía.

Las tiendas y la mayoría de los restaurantes cierran y por las calles no queda un alma.

Puede que en otras ciudades pase algo parecido, pero es que las calles de Venecia son diferentes, y lo descubrirás cuando pasees por ellas, totalmente solo, casi a oscuras, como en una película de suspense. Y es que la iluminación en esta ciudad no es un punto fuerte y las calles tan pequeñas no ayudan. Pero después te acostumbras a esta soledad y disfrutas de este ambiente tan diferente.

Lo segundo más interesante es el “aqua alta”.

Nosotros pillamos un año de marea muy alta y pudimos ver una ciudad casi inundada por completo, a ciertas horas del día. Silvia llevaba sus botas de agua y yo tuve que comprarme unas, pero sin duda es la mejor opción para disfrutar como un niño y caminar por la Plaza de San Marcos totalmente inundada y casi vacía de turistas. La alternativa es caminar por las pasarelas que llegan a casi todos los puntos importantes, pero esta opción es mucho más aburrida.

Sin duda la ciudad se transforma con el agua alta y ofrece una visita muy diferente. Si tienes la suerte, como nosotros, de disfrutar del sol entonces ya la experiencia es inolvidable.

Por supuesto en invierno hay que ir abrigados y no olvidar los guantes y el paraguas, nunca se sabe que te va a tocar.

Tampoco debemos olvidar el transporte, como no también diferente, y es que en Venecia no hay coches. Si, como has oido, no vas a ver coches en esta ciudad y aunque se hace raro al principio, en seguida te acostumbras al silencio de las calles y esto mola mucho.

El transporte publico se realiza en barco, más concretamente en vaporetto, es la forma más rápida y económica de moverse por el Gran Canal y poder visitar todo lo que uno quiere. Se puede comprar un pase para usarlo tantas veces como se quiera. Y aquí tenemos otra ventaja del invierno, ya que no tendrás que hacer cola para usar el vaporetto y lo disfrutaras casi para ti como si fuera una góndola.

Por último, al haber menos demanda, los hoteles y los vuelos bajan los precios por lo que podrás disfrutar de esta ciudad a un precio más asequible, en verano es una locura de precios.

Para terminar y como complemento a esta visita, no hay que olvidar visitar las islas de Murano y Burano. Famosas por sus fabricas artesanales de vidrio y sus creaciones únicas con este material. Por supuesto con muchos menos turistas

…

¿Has visitado Venecia en verano o en invierno? Cuéntanos tu experiencia.

La entrada Venecia en invierno con Aqua Alta aparece primero en Sin parar de viajar.