-----

Después de más de año y medio regreso a Caracas. Esta vez ya no voy a visitar a mis papas. Ellos se quedaron en Panama. Solo queda A.M.  Tengo la emoción de ver a algunos amigos que quedan (que cada vez son menos). Voy a la boda de Toñito. Finalmente compre mi pasaje y viajo solo. El boleto que conseguí es vía Bogotá. El viaje mas largo lo que ha hecho es alargar la sensación de volver a Caracas a. Me da mas tiempo de imaginar lo que voy a conseguir. Por un ratos he pensado que todo va a estar igual. Con un poco mas de escasez , pero no tan distinta de como la deje hace 4 años. En otro momento pensaba en la inseguridad, en sí es mejor subir en un carro blindado o dormir en el aeropuerto y subir mañana de día a la ciudad. He pensado en que voy a ver la ciudad en muletas, con los golpes de un inocente después que una pandilla le rompe las piernas y le deja el cuerpo lleno de morados. Y hasta me imagino a los de la pandilla con cara de inocentes hablando en TV de lo buenos muchachos que son.

Tengo la sensación de cuando vas a volver a ver a un ser muy querido , pero con el que hace tiempo no hablas. Me da temor descubrir que hayamos cambiado los dos tanto que ya no nos vayamos a reconocer y que descubra que el amor se ha desvanecido. Pero me resisto a que sea así. Quiero descubrir que aunque golpeada por cosas de la vida, mi Caracas sigue ahí, buscando quien le haga terapia y siga disfrutando de su Avila, de las empanadas del mercado de Chacao y de las cachapas de Galipan. De sentarse en los bancos de la plaza Altamira y de entrar a la Estancia. De la cota mil llena de gente trotando el domingo, De los Galpones viendo una película al aire libre. Quiero una ciudad que comprenda que aunque no este con ella en este momento, me abra las puertas y me muestre que ahí sigue esperándome cuando sea el momento de regresar. Quiero decirle que siempre será mi ciudad favorita, es la de mis recuerdos de juventud y es mi casa. Que me perdone si construyo memorias felices en otras geografías, pero al fin y al cabo fue Caracas la que me enseño a apreciar el mundo, la diversidad y las culturas.

3 días después… El regreso 

Ya estoy en el aeropuerto; la cola de Inmigracion es el momento para escribir de estos tres días en Caracas. En momentos me venia una sensación de que me encontraba con una persona que ha sido golpeada pero que hace todo su esfuerzo para que no te des cuenta de los golpes que ha recibido. Que camina derechito para que no notes que esta cojeando un poco de la pierna derecha, que se maquillo y se peino en la peluquería para que no te des cuenta de los golpes que le han dado en la cara. Pero lo que me queda en este momento es otra sensación, Me voy impresionado de su fortaleza, realmente me ha demostrado como se niega a que la destruyan, para eso usa sus mejores escenarios:

La noche de Halloween con gente disfrazada y disfrutando en locales a la medianoche

La vida de Chacao una mañana en el mercado y en sus cafe Gourmet

Un paseo al Ávila hasta sabasnieves

La boda en una iglesia ortodoxa rumana y la fiesta con cotillón, whisky y ron en las mesas

Un almuerzo dominguero en una pollera chic con niños y sonrisas 

Una casa en gavilán llena de flores, ladridos y luz

El hatillo con sus pizzas a la crema 

Unas cervezas con mi pana

Una cena en la casa de amigos

Cada acto tuvo unos anfitriones de lujo que me llevaron por cada uno de estos espacios y me hicieron reencontrarme con mi ciudad. Se los agradezco infinitamente. Era algo que  mejoro el guión de este viaje y que lo hizo realmente especial. 

Regreso con la imagen de una Caracas que se para a boxear duro y que devuelve los golpes con paisajes , lugares pero sobretodo con su gente. Quienes la viven y resisten

Los golpes siguen: el miedo que respira el chofer del taxi que baja a las 3:30 am, el desgaste de un aeropuerto que fue moderno y ahora parece el hogar de la improvisación...Caracas resiste!