Las Brisas Acapulco abrió sus puertas en diciembre de 1954. En pleno auge de la bien ganada fama del destino. Tiempos en que millones de personas alrededor del mundo soñaban con vacacionar en este puerto del Pacífico.

Entonces, ese paraíso rosado y blanco, que además garantizaba una gran privacidad gracias a su diseño arquitectónica, atrajo a innumerables personalidades. Mick Jagger, Roman Polanski, Elizabeth Taylor, Gloria Gaynor, Dustin Hoffman, Linda Carter, Rod Stewart, John Travolta, Jackie Kennedy, John Lennon y Yoko Ono, son solo algunos de los muchos famosos que se han hospedado en Las Brisas Acapulco. Pronto, Las Brisas se convirtió en un emblema del destino.

Este hermoso y gran hotel ha pasado por diversas etapas. Pero hasta la fecha, tiene un sector viajero cautivo que ama lo que ofrece: comodidad, buen servicio, ambiente tranquilo, excelente gastronomía y magnificas vistas desde cualquiera de sus “casitas”.

Su diseño arquitectónico tomado de las antiguas colonias californianas hace que cada habitación sea una “casita”. Con su pequeño jardín y su puerta de herrería, previa a la entrada principal.

En octubre de este 2023 el huracán Otis llegó con tanta fuerza que dañó gravemente a Acapulco. El destino requerirá de un buen tiempo para lograr su reconstrucción. Pero los hoteles han comenzado a reabrir de forma parcial, para retomar las actividades y reactivar la economía. Ese es el caso de Las Brisas, que reabrió el pasado 15 de diciembre de este 2023.

uve la fortuna de alojarme en Las Brisas Acapulco. Y fue una muy grata experiencia. Llegué temprano el día de la reapertura y mi habitación (casita) estaba lista. En el área conocida como “El Fuerte”.

Amplia, iluminada, con un gran baño y todas las comodidades. Y dos atributos que tienen todas las casitas: alberca privada y vista única, gracias a la ubicación del hotel en una colina.

El hotel tiene el Club de Playa La Concha, con una bella alberca. Además de alberca natural con agua de mar. Ahí está el restaurante donde se sirve la comida. Además hay otro restaurante llamado Bellavista, donde se sirve el desayuno y la cena.

Los menús de ambos establecimientos han sido supervisados por el Chef Corporativo de Grupo Brisas, Guy Santoro. Los fines de semana el desayuno en Bellavista es bufete y hay música en vivo.

Y para concluir una maravillosa estancia, tomé un masaje en mi “casita”. Un servicio que el hotel ofrece para consentir aquellos huéspedes que prefieren no desplazarse hasta el spa.

En general, me encantó Las Brisas Acapulco. Donde el blanco y el rosa mexicano dominan en sus edificios con aire retro, pero ofreciendo todas las comodidades del mundo moderno.

Llegué a Acapulco en avión. El aeropuerto está funcionando muy bien, a pesar de que se ve que aún están trabajando en la reconstrucción. Han adaptado la planta baja para todas las funciones y han logrado que sea funcional.

Por otra parte, las carreteras están abiertas. Así que en auto particular o en autobús, es posible viajar a Acapulco.

Acapulco no está al 100 por ciento en instalaciones y servicios. Falta mucho para lograrlo, pero al momento es un destino apto para ser visitado. Además de que urge que la actividad turística fluya para generar el empleo y lograr así, una más rápida recuperación.