En los tiempos que corren hemos normalizado el hecho de permanecer parado frente a una pantalla de ordenador durante largos periodos de tiempo ya sea para trabajar, para jugar a videojuegos, para escribir una novela o incluso para ver series y películas; por lo tanto, no debería sorprendernos el hecho de que este hábito sea perjudicial para nuestra salud.

¿Qué es el sedentarismo?

Hablando en plata tanta tecnología y comodidad ha vuelto al ser humano sedentario. Esto es un problema y te explicamos porqué. En primer lugar, debemos conocer qué significa exactamente ser sedentario:

Según el ministerio de sanidad una persona sedentaria es aquella que realiza las actividades diarias estando sentada y reclinada, gastando de esta manera muy poca energía. Tras la pandemia nos hemos vuelto aún más sedentarios que antes, puesto que la llegada del teletrabajo evita a muchas personas incluso el acto de tener que desplazarse hasta sus trabajos.

Pasar largas horas frente a un ordenador acaba fastidiándote la espalda, eso está claro.
Imagina por un momento la curva que debe realizar tu columna para adaptar tu vista a la altura de la pantalla del ordenador. O el esfuerzo que deben hacer tu cuello y tus hombros para que puedas ver los vídeos de tu móvil durante una hora entera mientras estás tirado en la cama. Toda esta tensión que acumula tu cuerpo y esa energía que no está quemando se convierte en dolores musculares posturales muy incómodos de quitar. Es un problema que antes tenían algunas personas solamente pero que actualmente está afectando a la mayoría de la sociedad.

El problema se ha intensificado.

Como hemos dicho anteriormente esto no ha sido siempre así, puesto que sabemos de buena tinta que la situación actual y las nuevas tecnologías han empeorado significativamente nuestra salud física, lo cual nos lleva a pensar en cómo se desarrollarán los cuerpos de las nuevas generaciones que se criarán directamente así.

Las personas nacidas en la década de los 90 aún recuerdan que durante su infancia no existía el enganche a ordenadores que existe hoy ni mucho menos la adicción al teléfono móvil al que se enfrentan millones niños actualmente. Si vamos un paso más atrás, en los 80, la calidad de vida era mayor, los niños veían más el sol, jugaban más en la calle y además la se practicaba más deporte. Prácticamente la tecnología es un regalo que nos abre la puerta a muchas posibilidades pero que debemos aprender a usar con cabeza, cosa que nos cuesta horrores a los adultos y error que irremediablemente pagarán nuestros hijos.

El mal uso de ella y abarcar todo mediante las pantallas puede llevarnos a sufrir una serie de problemas que podemos evitar si conocemos en profundidad.

¿Qué problemas puede traer vivir una vida sedentaria?

Además de las malas posturas, podemos determinar que el sedentarismo también es sinónimo de no realizar ejercicio físico, por lo que el cuerpo no sólo no quema las calorías necesarias, si no que trae consigo una lista de consecuencias desagradables que pueden arreglarse fácilmente andando varios kilómetros al día o decidiendo ir al trabajo en bicicleta, en lugar de optar siempre por transporte público o coche.

Cuando no realizamos ningún tipo de ejercicio que permita a Nuestro Cuerpo desfogar todo el estrés que acumulamos en las grandes ciudades y con nuestro ritmo acelerado de vida, lo estamos acumulando todo en nuestro organismo. Todo ello puede afectar directamente a tu cuerpo de muchas maneras. Algunas de ellas son:

-Mala circulación en la sangre.

Si nos movemos muy poco o casi nada de la zona donde estamos y tendemos a ir de la cama al sofá, la sangre no circula bien por nuestro cuerpo, lo que puede favorecer la aparición de varices.

-Desequilibrios hormonales.

Es sencillo; practicar ejercicio ayuda a nuestro organismo a segregar endorfinas, que son sustancias necesarias para producirnos felicidad, bienestar y placer. Si nuestro cuerpo no segrega endorfinas, podemos padecer depresión o problemas de desequilibrio emocional, lo que conlleva indudablemente a desequilibrios hormonales.

-Pérdida de masa muscular y debilitación ósea.

El hecho de no usar tus músculos ni mover apenas tus huesos porque piensas que no lo necesitas puede hacerte terriblemente débil y perder resistencia, lo cual hará que la próxima vez que subas unas escaleras estés muy cansado a los pocos escalones.

-Fallos en el metabolismo.

Todo esto que hemos desarrollado anteriormente no es lo único, también hacemos a nuestro cuerpo ser más vulnerable y esto trae consigo una mayor facilidad para padecer enfermedades. Por si fuera poco, tampoco favorece a la creación de defensas contra estas enfermedades, por lo que además de estar malos, tardaremos más en curarnos.

-Obesidad.

Comer y no quemar las grasas y azúcares que ingerimos a diario es un desencadenante claro para padecer obesidad. Si además tenemos problemas de hormonas como los que hemos desarrollado, las posibilidades aumentan notablemente.

Además de todos estos problemas nos enfrentamos a uno de los más comunes que existen hoy día y que puede sufrir cualquiera de nosotros.

La lumbalgia.

Hemos conocido todos los riesgos a los que puede enfrentarse una persona si continúa en el hábito de ser sedentario, pero sin duda alguna, la lumbalgia es el problema más común y el que afecta a más personas de las que creemos, en concreto al 60 y el 80% de la población mundial. La lumbalgia se manifiesta como un dolor localizado en la parte inferior o baja de la espalda. Es muy molesto, incómodo y difícil de curar, ya que requiere el uso de medicamentos, masajes y mucha paciencia por parte de la persona afectada (si queremos sanarla correctamente).

A pesar de esto aún puedes prevenir todos estos síntomas llevando una vida alejada del sedentarismo. ¿Cómo lograrlo? Te damos algunos consejos que puedes seguir para ello:

1. Lógicamente, ¡Practica deporte!

Existen deportes concretos que pueden ayudarte a fortalecer tu espalda, como lo son el yoga, el pilates y la natación. De estos tres, sin duda alguna recomendamos en especial la natación ya que fortalece la espalda aún más al realizarse en el agua. Otra cosa que puede ayudarnos es gatear todos los días unos 10 minutos ya que al gatear alineamos la columna y los hombros. Muchas personas han notado mejoría instantánea al realizar ejercicios de gateo.

2. Evita pasar tantas horas en la misma postura.

Si trabajas desde casa, realiza descansos frecuentes junto a estiramientos que te ayuden a relajar tu cuerpo y aliviar la tensión acumulada. Por supuesto, no pases del ordenador al teléfono móvil automáticamente para distraerte. Intenta en todo modo moverte un mínimo durante el día. Puedes lograrlo a través de paseos, realizando la compra andando o en bicicleta.

3. Realiza ejercicios de relajación.

Muchas veces el problema también crece en nuestro interior. La tensión y el estrés puede causarnos muchos dolores de espalda. Técnicas como la meditación o el yoga vienen muy bien para estos casos. Si el dolor persiste, también puedes contactar con un fisioterapeuta. Los especialistas en fisioterapia del centro de Ivan Bragado argumentan en que es necesario una visita al fisioterapeuta si el dolor de espalda no cesa, ya que cada caso es diferente y mediante la consulta pueden realizar tratamientos personalizados para cada paciente.

4. Cuidado con el colchón donde duermes.

¿Lo has intentado todo y aun así sigues con dolores? Puede que tu colchón tenga mucho que ver, y más aún si vives una vida sedentaria en la que solo te desplazas de la cama al sofá. Un colchón que se ajuste a nuestra columna y a la forma de nuestro cuerpo acompañado de una buena almohada nos puede ayudar a tener un descanso de calidad y evitar así dolores de columna innecesarios.

Estos son algunos consejos que puedes seguir si la vida sedentaria está haciendo estragos en ti. Hacer un poco de ejercicio físico, cuidar nuestro cuerpo, desconectar de las pantallas y dejar de estar todo el día en el sofá puede ayudarnos a sentirnos con más ánimo y tener una mejor salud física y mental.