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Road trip en furgo camper por la España Verde

Ruta de turismo sostenible por la España Verde

Proyecto viajero ganador en los Chapka New Stars: road trip por el noroeste peninsular en una furgo camper T3 estilo retro reciclada de Salty Campers, poniendo en valor la naturaleza de la España Verde con el apoyo de Chapka y la colaboración de la agencia de viajes sustentables Ruteart. Entre el 30 de mayo y el 5 de junio (Día del Medio Ambiente), recorrrimos Cantabria, Asturias, la comarca del Bierzo y las provincias gallegas de Lugo y A Coruña, con una ruta sostenible de playa y montaña por algunos de los entornos naturales más bellos del país.


Historia, familia y valores

Somos los hermanos Aitor y Javier Ramón, fundadores de LIVEGENS y Viajeros Low Cost, un doble proyecto sostenible por un mundo mejor. Desde niños hemos crecido en una familia con varias generaciones muy ligadas al cuidado del medioambiente, y ahora afrontamos esta nueva aventura de turismo sostenible como ganadores de los Chapka New Stars. En el marco de un emprendimiento verde y social, promovemos la moda ecológica, diferentes proyectos solidarios y la educación ambiental para concienciar a la sociedad, impulsando la eliminación de plásticos de un solo uso, la limpieza de basuraleza en entornos naturales y un modelo de desarrollo respetuoso con el medioambiente.


Crónica de nuestro viaje por el noroeste peninsular

Veníamos de unas últimas semanas muy intensas, con numerosas entrevistas en medios para hablar del road trip, sumadas a los preparativos del viaje y la doble presentación del libro «Cuba en el corazón» el fin de semana previo en Ponferrada y Madrid.

Precisamente desde la capital, emprendimos nuestro viaje a Cantabria en la madrugada del 29 al 30 de junio para recoger la furgoneta «Leona» que Salty Campers nos había reservado ese mismo lunes en la localidad cántabra de Muriedas, muy cercana a Santander.

La furgo camper «Leona» 

La furgoneta camper, una T3 estilo retro restaurada y completamente equipada, contaba con dos camas (una desplegable en la parte trasera del vehículo y otra de techo), una pequeña nevera, lavabo con depósito de agua, fogones para cocinar y mucho espacio de almacenaje, a lo que nosotros añadimos una bolsa de basura para plásticos, otra para restos orgánicos y un inodoro portátil con bolsas biodegradables para evitar la generación de residuos durante el viaje.

Carismática, acogedora y muy vintage, así era nuestra casita para la próxima semana ruteando por la España Verde. Una aventura para la que también contratamos el seguro Cap Trip Plus de Chapka, con el fin de viajar más tranquilos y 100% protegidos durante la ruta.

DÍA 1: CANTABRIA

Parque natural de Oyambre

Tras hacer las «prácticas» en la furgo y compartir un agradable ratito con Jennifer, una de las dos fundadoras de la empresa Salty Campers, iniciamos Nuestro Road Trip rumbo a las playas del entorno de San Vicente de la Barquera, donde comimos unos bocatas antes de visitar el parque natural de Oyambre y la playa de Gerra, emplazada en un vistoso entorno natural con los Picos de Europa al fondo.

El día estaba un poco gris, con nubes y claros, pero este primer trayecto nos vino genial para adaptarnos a la furgo tanto en la autovía como en carreteras comarcales. Hay que tener en cuenta que las marchas de una T3 entran diferente y la velocidad máxima en vías de alta velocidad es de 90/100 km por hora, lo que supone una oportunidad para disfrutar del paisaje y de un modelo de turismo slow, que al fin y al cabo era el espíritu del viaje.

Playa de Berellín

Ya por la tarde, continuamos nuestro Road Trip por la costa para desplazarnos a la playa de Berellín, cercana a la frontera de Cantabria con Asturias, que superó ampliamente nuestras expectativas y resultó ser uno de los grandes descubrimientos del viaje. La playa es sencillamente espectacular, por lo que decidimos seguir hasta el final de la carretera para estacionar bien la furgo y pasar la noche.

El entorno natural y las vistas panorámicas del arenal son realmente impresionantes, y antes de ordenar un poco la furgo y montar las dos camas aprovechamos la ocasión para hacernos una de las fotos más icónicas del viaje, que como todas las demás no lleva ningún tipo de retoque fotográfico o filtro.

Después cenamos una empanada casera en la playa, disfrutamos del bonito atardecer y conocimos a nuestro amigo «Pocholo», un caballo muy simpático y manso que vivía en el entorno de Berellín, donde también había pastando unas cuantas vacas afortunadas. Lejos de molestarnos, el tenue sonido de sus cencerros nos relajaba, evocando bonitos recuerdos de nuestra infancia en el valle de Fornela.

Definitivamente, no podíamos haber elegido un lugar mejor pasar nuestra primera noche.

DÍA 2: CANTABRIA Y ASTURIAS

Al día siguiente, nos despertamos en el mismo punto con las mejores vistas y un día estupendo, soleado e ideal para darnos el primer chapuzón en la playa.

La temperatura era muy agradable y la marea estaba baja, lo que cambiaba la perspectiva de la playa que lucía aún más bonita si cabe con sus diferentes calas bañadas por aguas cristalinas.

A falta de ducha, que no estaba habilitada al ser temporada baja, aprovechamos la ocasión para bañarnos en la playa a primera hora de la mañana.

La zona era tan bonita que decidimos alterar ligeramente la hoja de ruta del viaje para disfrutar un ratito más del entorno de Berellín, que definitivamente nos había cautivado con sus pequeños arenales rodeados de vegetación y formaciones rocosas.

Playas de Llanes

Ya cerca del mediodía, volvimos a la carretera por la costa para cruzar la frontera hacia tierras asturianas y llegar a Llanes, donde se encuentran algunas de las mejores playas de Asturias. Allí pudimos descubrir playas como las de Gulpiyuri, San Antolín y Torimbia, que personalmente fue la que más nos gustó. No es fácil llegar, pero la panorámica de este arenal en forma de concha es una maravilla y mereció la pena hacer el esfuerzo.


Por la tarde, tras descansar un ratito en la furgo dejamos atrás las playas del cantábrico para dirigirnos a la montaña asturiana, con una primera parada en el desfiladero de las Xanas. En el área de estacionamiento de acceso a la ruta homónima pasamos esa segunda noche. Aunque la previsión meteorológica para esos días no era muy alentadora, hacía bastante sol y la temperatura seguía muy agradable incluso por las noches.

DÍA 3: ASTURIAS Y LACIANA

Ruta de las Xanas

A primera hora de la mañana, salimos a hacer senderismo por la ruta de las Xanas, considerada la hermana pequeña de la conocida Garganta del Cares y perteneciente a los Picos de Europa asturianos. La primera parte de la ruta es la que rodea el propio desfiladero de las Xanas, declarado monumento natural, que es la que más recuerda al Cares.

Una vez que dejamos atrás el desfiladero, el sendero se adentra en una parte más boscosa que trascurre junto al río Trubia antes de ascender al bonito pueblo de Pedroveya, al que debíamos llegar para iniciar la parte descendente de la ruta.

Este segundo tramo transcurre por verdes prados asturianos emplazados entre montañas y permite regresar al punto de partida, ya que la ruta es circular.

Somiedo y Lagos de Saliencia

Tras completar la ruta de las Xanas, salimos de nuevo a la carretera para visitar por la tarde el parque natural de Somiedo, otra de las gratas sorpresas del viaje. La carretera es empinada y con muchas curvas, especialmente en los últimos kilómetros, por lo que hay que ir muy despacio y por eso el desplazamiento se hizo un poquito largo. Sin embargo, tras pasar por Pola de Somiedo y subir a los Lagos de Saliencia, lo que nos encontramos allí compensó con creces el esfuerzo realizado.

Hasta el momento el buen tiempo nos había acompañado, más allá de algún momento puntual de lluvia ligera a modo de orballo, pero la llegada a Somiedo no fue la mejor posible. En cuanto aparcamos la furgo en la zona de estacionamiento, nos sorprendió una tromba de agua en forma de tormenta con fuertes rachas de viento, algo que puede llegar a pasar por el clima de montaña de esta zona, situada a más de 1.500 metros de altura. Dadas las circunstancias, aprovechamos ese ratito para comer algo rápido y descansar un poco en la furgo, con la suerte de que la tarde se pudo reconducir y el sol salió como si no hubiera pasado nada. Así de sorprendente es el tiempo en el noroeste peninsular, capaz de ofrecernos las cuatro estaciones del año en un solo día. El clima oceánico forma parte de la idiosincrasia de la España Verde, y solo así pueden entenderse sus espectaculares paisajes naturales.

Ya sin viento y con el sol como aliado, emprendimos la ruta circular de 8 kilómetros que pasa por los Lagos de Saliencia: los lagos de La Cueva, Calabazosa y Cerveriz, además de la laguna de La Mina.

Los primeros metros de la ruta ya son imponentes, con formaciones rocosas y naturales propias del mejor Parque Jurásico. Pero quizás la ruta alcanza su máximo esplendor con las vistas panorámicas del Lago de La Cueva, por el que sentimos un amor a primera vista. Imposible reflejar la belleza y la majestuosidad del entorno en una sola foto.

Tras ver los otros lagos, que quizás ya no lucían tanto por el regreso de las nubes que encapotaban el cielo de nuevo, regresamos al punto de partida por senderos interiores muy propicios para mimetizarse al máximo con el entorno.

Con un poco más de lluvia fina en forma de orballo, que dio paso al sol nuevamente, llegamos al punto de partida de la ruta para iniciar el descenso hacia la provincia de León. Definitivamente, las montañas asturianas de Somiedo nos habían enamorado.

Noche inesperada en Villablino

Entramos en León por el valle de Laciana, pasando por Babia hasta llegar a Villablino, capital de la comarca. Allí paramos a repostar con la intención de llegar para cenar y hacer noche en nuestro querido valle de Fornela, pero tuvimos un problemilla que alteró un poco nuestra hoja de ruta y se convirtió en una anécdota más del viaje. Cuando nos disponíamos a situarnos junto al surtidor, de repente la furgo se quedó sin batería y no podíamos arrancarla, algo que inicialmente nos asustó un poco. Pero fuimos muy afortunados, ya que los lacianiegos de Villablino se portaron muy bien con nosotros. Con la ayuda de la chica de la gasolinera y un taller familiar cercano, pusimos las pinzas a la furgo y conseguimos arrancarla, para después diagnosticar la causa del problema: el regulador del alternador, una pequeña pieza del motor del vehículo, necesitaba ser reemplazado para evitar que se descargara nuevamente la batería y poder continuar nuestro road trip con garantías. Algo que nos obligó a hacer noche en un área habilitada para autocaravanas de Villablino, con el fin de conseguir esa pequeña pieza y cambiarla a primera hora de la mañana al día siguiente. En este sentido, queremos poner en valor la eficiente gestión de la incidencia por parte de las chicas de Salty Campers y el equipo del taller Hermanos Arias de Villablino, al que también hemos querido mencionar en este artículo por su gran eficacia y ayuda.

Son imprevistos muy poco habituales que pueden llegar a pasar, ya que la mecánica de un vehículo no es infalible, pero en estos casos la atención personalizada y el trato cercano es lo que marca la diferencia. Las chicas de Salty Campers fueron muy atentas con nosotros, haciéndose cargo de todo y ofreciéndonos incluso la opción de facilitarnos otra furgoneta para continuar la ruta. Pero nosotros queríamos seguir el road trip con nuestra querida «Leona», que una vez superado este leve constipado, ¡volvió a rugir con más fuerza que nunca!

DÍA 4: VALLE DE FORNELA (El Bierzo)

Por la mañana, en cuanto la furgo estuvo lista en el taller salimos de nuevo a la carretera rumbo al valle de Fornela, sin duda la parada con mayor carga emocional del viaje. Habitualmente siempre vamos a Fornela desde Ponferrada por la carretera que pasa por Fabero, pero en esta ocasión entramos por Anllarinos del Sil para ahorrarnos unos kilómetros desde Laciana. Siete son los pueblos que forman parte de este hermoso valle: Faro, Fresnedelo, Cariseda, Peranzanes, Trascastro, Chano y Guímara, pueblo natural de nuestra madre que fue la primera parada de nuestra ruta por Fornela. Allí habíamos quedado para comer y ver a la familia.

Como ya hemos comentado en varias ocasiones, venimos de una familia con diferentes generaciones muy vinculadas al cuidado del medioambiente, algo que ha influido notablemente en nuestro amor por la naturaleza. Una larga tradición familiar iniciada por nuestro bisabuelo Odonel, con un amplio legado de guardas forestales, brigadistas de incendios y agentes medioambientales que se han dedicado en cuerpo y alma al monte, como es el caso de nuestro tío Rosauro. Y aunque mi hermano y yo nos hemos formado en otros campos, siempre hemos tenido muy presentes estos valores que nos han inculcado desde pequeños, como base para emprender nuevos proyectos verdes y sociales respetuosos con el entorno que nos rodea.

Tras una riquísima comida casera de la mano de nuestra queridísima abuela, a la que encontramos mucho mejor desde la última vez que la vimos tras su reciente operación de rodilla, nos dimos una ducha (bendita agua caliente) y descansamos un poquito antes de recorrer las verdes montañas de Fornela, pertenecientes a la Reserva de la Biosfera de los Ancares Leoneses del Bierzo.

Uno de los grandes atractivos del valle de Fornela son sus rutas de senderismo, como la que llega a los refugios del Cuadro y la Pesca, que hemos recorrido muchas veces desde Guímara y hemos aprovechado para hacer varias limpiezas de basuraleza en familia los últimos veranos. Asimismo, para los más aventureros la ruta sigue desde el alto del Boquín hasta el pico Miravalles (ya sin pista de tierra), que con sus cerca de 2.000 metros de altura ofrece impresionantes vistas del Bierzo, Asturias y Galicia.

La siguiente parada fue Peranzanes, pueblo natural de nuestro padre que da nombre al Ayuntamiento homónimo, donde visitamos el Albergue Valle de Fornela regentado por nuestro tío Aquilino (más conocido en el valle como Taki) y familia. Una parada imprescindible para tomar algo, disfrutar de la gastronomía fornela, pernoctar en la zona o simplemente disfrutar del bonito entorno de Peranzanes. Las vistas desde el mirador rodeado de montañas, con su guiño a la antigua línea de baldes que llevaba el carbón desde Tormaleo a Páramo pasando por Fornela, son más que recomendables.

Tras volver a Guímara, aparcamos la furgoneta para subir a las Matas, tomando un sendero que serpentea por la montaña y a medida que gana altura ofrece una espectacular panorámica del pueblo y el maravilloso entorno natural que lo rodea.

Una vez que bajamos de las Matas, recogimos en casa a nuestra tía Maite (qué suerte la nuestra de tener en la familia a la persona más pura y bondadosa de Fornela), para acabar la tarde en las pallozas del Castro de Chano, que recrean la vida de los astures que poblaron la zona hace más de dos milenios.

El entorno es muy bonito y acogedor, por su emplazamiento privilegiado entre montañas y las propias pallozas que están llenas de encanto. Sin duda, un escenario perfecto para aparcar la furgo camper y disfrutar del paisaje.

Finalmente, acabamos la tarde compartiendo un ratito con Octavio, un ganadero natural de Chano que ha decidido apostar por la zona con su empresa Productos Cárnicos Valle de Fornela. A pesar de su juventud, lleva 20 años trabajando en este ámbito (prácticamente desde la adolescencia), algo que queremos poner en valor ya que emprender en el rural y en el sector primario no es nada fácil.

Para nosotros es una enorme satisfacción continuar viendo vacas que pastan felices en los verdes prados de Fornela, dado que nuestra familia también las tuvo durante muchos años y forman parte de nuestra infancia, así como de la propia idiosincrasia del valle.

Y ya que hablamos de carne, os recomendamos probar los asados de Gurka en A Corte del Toro, un argentino afincado en Guímara junto a su familia que regenta desde hace años el bar del pueblo.

Así cerramos el día, con una sonora tormenta a última hora de la tarde que aprovechamos para compartir con la familia las últimas horas de estancia en el valle de Fornela. Al día siguiente tocaba madrugar para seguir nuestro road trip, con las próximas paradas previstas en el Bierzo y Galicia.

DÍA 5: El BIERZO, ANCARES Y MARIÑA LUCENSE

Ese día amanecimos muy temprano en Fornela, ya que se avecinaba una jornada especialmente intensa.



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