Como ya te mostrábamos en nuestro artículo sobre las localidades más bonitas de Alemania, el país germano es bastante más que sus ciudades emblemáticas como Berlín y Munich. Muchas de ellas son auténticas joyas arquitectónicas y culturales. Es el caso de Aquisgrán, una Ciudad ya conocida por los romanos por sus termas (de hecho, no es difícil adivinar la etimología referente al agua en su nombre). Con posterioridad fue donde Carlomagno estableció la «capital» de su Imperio, un momento clave de la historia europea. Si estás pensando en visitarla, te mostramos todo lo que no puedes perderte.
Catedral de Aquisgrán
Comenzamos por la joya de la corona. Un monumento de la máxima importancia debido a que fue ordenada construir por el mismísimo Carlomagno en el siglo VIII. Una importancia que estuvo detrás de que este monumento fuera la primera construcción en suelo alemán declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Aunque, para ser honestos, lo que fundó Carlomagno fue la famosa Capilla Palatina (de fuertes influencias bizantinas) que, posteriormente, y fruto de la aureola mítica que rodeó al emperador tras su muerte, fue ampliándose hasta conformar la actual catedral. Razón por la cual podemos admirar elementos góticos que son bastante posteriores al propio Carlomagno.
Además, la significancia histórica de esta construcción es capital: en ella se han coronado durante siglos reyes muy relevantes que buscaban así seguir la estela de Carlomagno. Uno de los mas famosos, nuestro Carlos V (o, mejor dicho, Carlos I de España y V de Alemania). Pero, dado que la Capilla Palatina es tan fundamental, le dedicaremos la siguiente sección.
Capilla Palatina
Como ya sabes, fue esta capilla, construida para uso privado de Carlomagno, la que sirvió de germen de la catedral entera. Y, más tarde, sería escenario de la coronación de los reyes germánicos hasta 1531. Esta capilla está considerada como una de las obras maestras de la Edad Media temprana y la unión de estilos que se da en ella es muy peculiar. Así, podemos observar en el uso de la cúpula, la decoración en dorado y los mosaicos una indudable influencia bizantina. Aunque ya se observan bóvedas de cañón, que serían tan características del posterior románico. Razón por la cual en los manuales se suele ubicar a esta construcción como una de las obras maestras del prerrománico. Hoy en día todavía fascina el observar su espacio cupulado. Y, por cierto, todavía se conserva el trono de Carlomagno. Sin duda una visita que fascinará a los aficionados a la historia.
Ayuntamiento de Aquisgrán
Con la disolución del imperio carolingio, habría que esperar hasta Otón I, fundador del Sacro Imperio Romano Germánico para que esta parte de Europa retomara el impulso. Ello dio lugar a una estructura política muy descentralizada donde proliferaban las llamadas ciudades libres. Aquisgrán era una de ellas y en el siglo XIV decidió construir el ayuntamiento actual. Que construyeran un ayuntamiento casi palaciego no nos ha, por tanto, de extrañar. Para ellos significaba su poderío. Es por ello que no se escatimaron recursos; tantos que, aún en el siglo XV, se consideraba una de las construcciones civiles más impresionantes de Europa. Construida en estilo gótico, fue posteriormente complementada con aportes barrocos (debido a un incendio) e, incluso, ya en el XIX, con añadidos neogóticos.
Fuente de los títeres
También conocida por su nombre en alemán, Puppenbrunnen, es un ejemplo de las más de 60 fuentes que embellecen Aquisgrán. Como te comentamos mas arriba, Aquisgrán ha sido desde antiguo conocida por sus aguas. Y un ejemplo de fuente curiosa es esta Fuente de los Títeres, ubicada en la Kramerstrasse, entre el Ayuntamiento y la Catedral. Fue diseñada en 1975 por el escultor alemán Bonifatius Stirnberg y representa un gallo, un caballo, una mujer, una muñeca, un arlequín, un prelado, un profesor y diversas máscaras. Cada elemento representa una faceta de la ciudad.
Por ejemplo, el gallo hace referencia al expolio napoleónico de la corona de Carlomagno y otras insignias. Un botín que se llevó a Austria, donde aún permanecen actualmente (concretamente en el Palacio de Hofburg). Oficialmente estarán ahí hasta que se designe a un nuevo emperador germánico (algo por lo que, visto lo visto, habrá que esperar). El caballo hace referencia al famoso concurso hípico que se celebra anualmente en la ciudad. La mujer, por su parte, simboliza la fuerte vocación mercantil de la ciudad. La muñeca, la tradición textil que también caracteriza a la ciudad. El prelado y el profesor representan la religión y la cultura respectivamente. Por último, el arlequín y las máscaras recuerdan la tradición carnavalesca de la ciudad.
Termas Carolus
Aunque son muy conocidas la Fuente de Elisa, un monumento neoclásico donde manan dos fuentes de aguas a 52 grados, no están abiertas al público. Si lo que quieres es un baño saludable, lo mejor es desplazarte a las conocidas como Termas Carolus. Fueron abiertas en 2001 y, desde entonces, son unas de las termas más populares de Alemania. Recibe más de 300.000 visitantes al año y no es de extrañar, dado que se trata de un spa realmente de excepción. Cuenta con 8 piscinas de diferentes temperaturas y 15 saunas, aunque también incluye un Meditarium, un espacio dedicado a la relajación y a meditaciones guiadas. También podrás disfrutar de un buen masaje Shiatsu. Todo ello en la Passstrasse 79, muy cerca del parque Kurgarten, que, aunque no está en el centro, tampoco es periférico. El precio de la entrada gira en torno a los 12-15 €.
Plaza del Mercado
Como te mencionamos anteriormente, una de las señas de identidad de Aquisgrán ha sido su faceta mercantil y comercial. Una vocación histórica que queda bien reflejada en la Plaza del Mercado. Un espacio urbano de lo más agradable, rodeado de preciosa arquitectura medieval y presidida, cómo no, por una fuente rematada por la escultura de Carlomagno. Se trata de un lugar repleto de vida donde, además, en invierno, se instala el Mercado de Navidad. Además, de ella arrancan varias calles, la Pontstrasse, la Grosskölnstrasse, la Buchel, la Krämerstrasse y la Jakobstrasse. Todas ellas repletas de opciones de restauración y tiendas. Sin duda, un buen lugar por donde comenzar para explorar la ciudad.
