Las Plazas son un lugar privilegiado de cualquier espacio urbano. Son, por un lado, puntos de unión en el trazado de la ciudad, pero también lugares muy disfrutables desde el punto de vista del peatón y del visitante. En este artículo te mostramos algunas de las plazas más bellas alrededor del mundo. Una información que puedes complementar con nuestros artículos sobre las plazas de España más bonitas del mundo y las plazas más bonitas en España.

Plaza de España (Sevilla)

Comenzamos la lista en España y te aseguramos que no nos ha sido fácil elegir. Y es que en España hay algunas de las plazas con más encanto del mundo. La Plaza del Obradoiro en Santiago, la Plaza Mayor de Salamanca, la Plaza Mayor de Madrid… Pero finalmente nos hemos decantado por la Plaza España de Sevilla, en parte por su incuestionable belleza y por ser uno de los iconos más representativos de España en todo el mundo. Ideada para la Exposición Iberoamericana de 1929, es por esta razón que su referencia al barroco (el estilo que mejor define a la América virreinal) es muy decidida. Aunque tampoco podemos dejar de mencionar su pequeño canal y la decoración en azulejos que representa cada una de las regiones españolas y que son, por otro lado, tan instagrameables.

La Plaza Roja (Moscú)

Con sus 23.100 metros cuadrados, la Plaza Roja de Moscú puede distinguirse por ser una de las más grandes del mundo. Pero es que también es una de las más icónicas. Principalmente debemos este hecho a su Catedral de San Basilio, inconfundible por sus vistosos colores y sus cúpulas en forma de bulbo. Aunque también es un buen resumen de la historia del país, dado que allí también encontramos el Mausoleo de Lenin y las murallas del Kremlin, las cuales encierran un complejo presidencial y palaciego con fastuosos salones y decoración de lo más lujosa.

Plaza de San Marcos de Venecia

Pocas plazas hay en el mundo con el poder evocador de la Plaza de San Marcos. Tampoco hay muchos ejemplos más de tanta concentración de obras maestras por metro cuadrado. Y es que en este espacio contamos con el Palacio Ducal, la Basílica de San Marcos y el Campanile. Eso sí, si la quieres disfrutar en toda su amplitud (literal y figuradamente) te aconsejamos que evites los meses que van de octubre a marzo. Son los meses donde se produce el acqua alta, es decir, las inundaciones.

Plaza del Comercio (Lisboa)

Después del horrible terremoto que sufrió la ciudad en el siglo XVIII, Lisboa renació como una fastuosa ciudad tardobarroca. Sus monumentos siguen embelleciéndola a día de hoy; y, si hay un lugar significado en la ciudad, este es la Plaza del Comercio. Sus encantos artísticos son visibles y destaca por su calidad el Arco Triunfal da Rua Augusta y la escultura ecuestre de José I. Pero, tal vez, lo que hace a esta plaza tan especial es su apertura a la inmensidad del estuario del Tajo. Los atardeceres en esta plaza son de los que dejan huella y no puedes visitar la capital portuguesa sin disfrutar de uno.

Plaza de San Pedro del Vaticano 

La plaza de San Pedro del Vaticano destaca por su sentido de la escenografía, de saber reflejar la suntuosidad del monumento al que introduce. Y es que en ella participó el célebre escultor y arquitecto barroco Bernini. A él debemos la concepción de la columnata semicircular. Son muchos los estudiosos que han querido ver en esta forma una representación del abrazo que la sede de Pedro busca dar a todos los creyentes que se desplazan allí para escuchar las palabras del Papa. O, simplemente, para sentirse más cerca del corazón de una de las confesiones religiosas con más fieles en el mundo.

Rynek Główny o Plaza del Mercado (Cracovia)

La Plaza del Mercado de Cracovia se puede preciar de ser una de las plazas medievales más grandes de Europa. Sin duda es el verdadero corazón de la ciudad. Y uno de los lugares donde más bellezas podemos admirar. Entre ellas se cuenta el Ayuntamiento, la iglesia de San Adalberto y su característico monumento a Adam Mickiewicz. Dejamos en último lugar el monumento más llamativo, la basílica de Santa María, que se alza majestuosa con sus altísimas torres. Es un lugar, además, que vale la pena visitar por la vida que rebosa a cualquier hora. Y, si visitas la ciudad en Navidad, allí te esperarán los mejores puestos del mercado de Navidad.

Plaza de la Revolución (La Habana)

Y, como esta lista nos está quedando muy europea, saltamos el charco con dirección a La Habana. Allí se encuentra una de las plazas más grandes del mundo. Y no es broma, son casi 72.000 metros cuadrados destinados a glorificar la revolución castrista y a los próceres que la llevaron a cabo. Arquitectónicamente quizá no sea la más fastuosa de la lista (de hecho es mucho más moderna que las anteriores plazas) pero su valor icónico es único.

Y es que aquí es donde podrás ver las imágenes gigantescas de Che Guevara y Camilo Cienfuegos, dos de los revolucionarios más significados de la Revolución Cubana. Aunque si también te interesa la historia cubana previa a este capital acontecimiento, allí también puedes visitar el mausoleo de José Martí, un excelente poeta que fue también el prócer de la independencia de la isla con respecto a España.

Plaza de Tiananmén (Pekín)

Una plaza con una extensión de, nada más y nada menos, 440.000 metros cuadrados. Un espacio que, como puedes imaginar, cabe de todo. Por un lado, tenemos algunos monumentos de la dinastía Ming como la Puerta de Zhengyangmen, y hasta el mausoleo donde reposan los restos de Mao. De hecho, en muchos elementos esta plaza se inspiró en la Plaza Roja de Moscú como espacio de representación de los fastos y eventos de la República Popular. A ella dan también algunos monumentos «del régimen» como el Palacio del Pueblo. Aunque, como ocurre a menudo en China, la tradición y la modernidad se dan la mano de la manera más imprevista. Y es que esta plaza también da a la puerta de acceso de la Ciudad Prohibida, el enorme complejo palaciego donde vivieron los emperadores chinos en los últimos siglos de la China imperial.