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Cómo dormir en un viaje de bus largo: 10 consejos para lograrlo

En su día, te habíamos dado algunos consejos para Conciliar el sueño en trayectos de avión largos. Hoy le toca el turno a los viajes de autobús. En ocasiones, el tomar un bus y soportar los trayectos (en ocasiones mucho más incómodos que los del avión) puede resultar un auténtico suplicio. Puede incluso inhibirnos de optar por este transporte, el cual ofrece varias ventajas sobre todo a la hora de abaratar nuestro Viaje. Si este ha sido siempre el temor de viajar en autobús durante mucho tiempo, este artículo te dará algunas claves que tal vez te animen a dar, por fin, el paso. Para ampliar información, te aconsejamos consultar nuestro artículo sobre cómo dormir en un viaje en avión y los diferentes tipos de almohadas de viaje.

Lleva ropa cómoda

La ropa cómoda en ocasiones puede significar un look con menos glamour aunque, realmente, ¿qué más da? Nadie se va a fijar excesivamente en ello y, si surge alguna conversación, lo mejor es siempre mostrar nuestra cara más amable y simpática. Si es un poco holgada, aún mejor, dado que se adaptará más a las posturas que tomes y no te apretará excesivamente. Esta comodidad, sin duda, te ayudará a conciliar el sueño.

Escoge un asiento que se amolde a tus circunstancias

Recomendar un asiento mejor que otro a la hora de evitar molestias para conciliar el sueño y que el viaje se te haga más corto no es fácil. Sobre todo porque cada persona es un mundo. A algunas personas, por ejemplo, les molesta sentarse en el lado del pasillo dado que en esta zona suele haber más trajín y más ir y venir de personas. Además, percibirás el rumor de las conversaciones aún más que si te sientas al lado de la ventanilla. Pero para otras personas, sentarse al lado de la ventanilla es peor dado que no puede evitar el apoyar la cabeza en el vidrio y sufrir sus vibraciones. Lo que suele funcionarle a casi todo el mundo es sentarse o bien delante de todo o al final. El sonido llega a nosotros de manera unidireccional y puede ser más fácil relajarse. Sin embargo, tú te conoces mejor que nadie, así que valora esta circunstancia a la hora de elegir dónde te sientas para echarte un sueñecito.

Evita una exposición alta a las pantallas

Está comprobado que una alta exposición a las pantallas del móvil o de la tablet puede dificultar el conciliar bien el sueño. De hecho, el Centro de Medicina del Sueño del Hospital Universitario de La Moraleja ha recomendado evitar el uso de estos dispositivos dado que los destellos alteran la melatonina, una hormona clave a la hora de inducir la fase REM del sueño. Por tanto, si tu intención es echarte un sueño que te evite el aburrimiento del trayecto, evita los dispositivos sin retroiluminación al menos 1 hora antes de la hora en la que tengas previsto dormir.

Relájate con un ebook, audiolibro o música

Los dispositivos que nos pueden ayudar a conciliar el sueño son los ebooks, porque no tienen retroiluminación, y los reproductores de audio. Si optas por esta opción, ¿por qué no ponerte algo de música relajante? O tal vez un podcast. Si optas por los sonidos relajantes, cada vez son más usados para conciliar el sueño los denominados white noise o brown noise. Sonidos generados electrónicamente que resultan de lo más relajante.

Lleva contigo un antifaz y/o tapones para los oídos

Hay muchas personas que, para conciliar el sueño, necesitan sentir una total desconexión con el mundo circundante. Algo que, en un viaje en bus, puede resultar todavía más apremiante pues son muchos los estímulos derivados de este tipo de trayectos (las conversaciones, el ruido del motor, el pavimento…). Si eres de este tipo de personas (o crees que podrías serlo) nada mejor que un antifaz para que la luz no te moleste y unos tapones en los oídos para evitar ruidos molestos.

Valora hacerte con una almohada de viaje

Te sorprendería saber la gran variedad de almohadas de viaje que existen. Algunas de ellas te procurarán, además de descanso, una desconexión total con el entorno (las denominadas almohadas-buzo). Pero hay muchísimas más. No dudes en hacerte con una si crees que conciliar el sueño se te puede hacer algo muy difícil. Además, puede tocarte al lado de la ventanilla y apoyar la cabeza en ella te expone a las vibraciones del vidrio, lo que puede dificultarte que eches tu ansiado sueñecito. Si quieres conocer qué modelos hay a tu diposición, te aconsejamos nuestro artículo sobre los tipos de almohada de viaje del mercado.

Lleva contigo comida y bebida

Si el viaje es muy largo, no olvides el meter en tu equipaje algo de comer y beber para no deshidratarte. Además, como sabes, el hambre o la sed pueden dificultar el conciliar el sueño y puede convertir tu viaje en algo realmente laaaaaaaaaargo. Ya lo dice el refrán: “más largo que un día sin pan”. ¡Pues por algo será!

Si llevas equipaje, intenta ponerlo en el portaequipajes

A veces en un bus no siempre es posible, pero trata de que todo tu equipaje quepa en el portaequipajes. De lo contrario, tendrás que llevar contigo alguna pieza, por lo que puede molestarte a la hora de sobrellevar el viaje o conciliar el sueño. Sobre todo porque te puede quitar espacio para las piernas, suponer un peso extra molesto e incluso, dependiendo del destino, darte más calor.

Cuida tu postura para no agarrotar tus músculos

Una mala postura puede dificultar la circulación de la sangre y, por tanto, propiciar que tus músculos se agarroten. Algo que añadiría un punto más de fastidio al ya de por sí pesado trayecto. La postura más recomendable es la de mantenerte con la espalda recta y los pies en total contacto con el suelo. Mantén tus rodillas dobladas en un ángulo de 90 grados y las manos y muñecas paralelas al suelo. También trata de el trasero no toque la espalda del asiento. Y, sobre todo, no desequilibres tu cuerpo cargando más peso en un lado que en el otro.

Procúrate un pasatiempo que te canse

Si eres de los que, bajo ningún concepto, puede conciliar el sueño en un autobús lo mejor es coger el toro por los cuernos: has de cansarte para caer rendido. Un libro o un ebook puede inducirte a un suave amodorramiento, por ejemplo. U otro pasatiempo que requiera de cierta actividad mental, por ejemplo, los clásicos crucigramas. Los videojuegos no siempre son recomendables porque su efecto es desvelar más que relajar. Otra opción es, si te resulta posible, llegar ya cansado al autobús. Puedes planificarte un día movidito antes de subir a él. De este modo, será sentarse y caer dormido.



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