Te mostramos qué ver en la capital de la única provincia interior de Galicia.

Con sus 105.000 habitantes, Orense es una de las ciudades con más personalidad de Galicia, especialmente por ser la única ciudad gallega capital de una provincia interior. Enclavada en un valle y bañada por el río Miño, cuentan que el origen de su nombre en latín «Auriense» hacía referencia al oro que en aquel entonces atesoraba. Hoy en día, el oro ha desaparecido aunque permanecen sus múltiples encantos, tan valiosos y gratos como este precioso metal. ¡Te los descubrimos todos!

Catedral de Orense

Considerado como uno de los mejores templos románicos de España, este impresionante templo fue erigido en el siglo XII y XIII. Sin embargo, con el tiempo ha recibido añadidos de otros estilos, especialmente el gótico, destacando por su prestancia el impresionante cimborrio del siglo XV. Además, cuenta con otro atractivo: su entrada occidental cuenta con una reproducción en miniatura de una de las obras maestras de la escultura romántico: el Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela. Las esculturas están policromadas, aunque se piensa que los colores fueron aplicados muy posteriormente, en el siglo XVIII. Pese a todo, vale mucho la pena contemplarlo dado que no es nada habitual la presencia de escultura policromada en las catedrales. En resumen, una auténtica joya artística en el corazón de la ciudad.

Zona de «Os Viños»

Muy cerca de la catedral se encuentra la zona conocida como «Os Viños», un entramado de calles consagradas al tapeo y a la bebida insignia que da nombre a este entorno urbano: el vino. En esta zona podrás disfrutar de esta tradición tan orensana (más popular, incluso, que irse de cañas). El vino suele servirse en un cuenquito blanco que en su base interior cuenta con una frase jocosa que sólo puede leerse cuando se ha apurado la bebida. Además, suele acompañarse de uno de los platos estrella de la ciudad: la conocida como «orella de porco», es decir, oreja de cerdo cocida con aceite y pimentón. Una delicia que podrás degustar en la Plaza del Hierro, la Calle de Viriato, la Calle de la Paz, la Calle de Lepanto y la Calle de San Miguel.

Plaza Mayor

Corazón del Orense monumental, esta coqueta Plaza Mayor se distingue por ser una de las pocas plazas existentes que cuentan con una leve inclinación. Se trata de un espacio ameno al que abrazan los típicos soportales gallegos. Lo preside, imponente, la Casa Consistorial y el Antiguo Palacio Episcopal, no menos impresionante. Además, está repleto de terrazas y tiendas, por lo que siempre es una gran opción para tomar fuerzas (y tomarse un vino) mientras se admira la excepcional arquitectura circundante, abundante en edificios modernistas.

Puente Romano

Denominado también como Puente Romano, es el puente más antiguo de la ciudad. Como bien dice uno de sus denominaciones, fue construida en época de los romanos, aunque ha ido recibiendo modificaciones a lo largo del tiempo. Por ejemplo, el arco apuntado que lo caracteriza, incluido en el siglo XIII. Se trata de uno de los iconos de la ciudad y, además, un enclave inmejorable para asomarse al impresionante río Miño. Te aconsejamos que lo visites en un paseo por la ribera del río, la cual está repleta de áreas verdes y de lugares en donde tomar un respiro.

Las Burgas

Llegamos al gran símbolo de la ciudad: sus aguas termales. Y es que, entre las teorías de la etimología de Orense, no pocas sostienen que su nombre pudiera proceder de «aquae aurente», es decir, «aguas ardientes». Un fenómeno, el de las aguas termales, que no es nada habitual en las ciudades españolas, por lo que vale mucho la pena que si te visitas la ciudad te acerques a las fuentes llamadas «Burgas». Desde antiguo se ha pensado que estas aguas poseen propiedades curativas e incluso antes de la romanización fueron centro de cultos religiosos autóctonos. Un hecho que, ya en época cristiana, no desapareció del todo, ya que era uno de los lugares favoritos de los peregrinos que iban a Santiago para descansar y lavarse. Hoy es un espacio ajardinado muy ameno de visita inexcusable.

La Chavasqueira

Si te has quedado con ganas de explorar más la vertiente termal de Orense, nada mejor que darse un salto a la Chavasqueira. Se trata de la zona termal más próxima a Orense del conocido como Paseo Termal del Miño. Nada más y nada menos que 5 km por la ribera del río salpicados de diferentes baños termales. La Chavasqueira es un lugar perfecto para descansar y tomarse un buen baño termal al aire libre o tumbarse al sol. Además, las vistas del río y de la naturaleza circundante son sencillamente espectaculares. Y lo que es mejor, ¡totalmente gratis!

Allariz

Si te apetece una escapada a los alrededores de Orense, nada mejor que darse un salto a Allariz, un encantador pueblicito ubicado a tan sólo 24 minutos de la ciudad. Fue declarado en 2019 como pueblo más bonito de Galicia, lo cual, por cierto, no es decir poco. En él podrás gozar de su mítico puente de piedra que atraviesa el río Arnoia. Un lugar de excepción para tumbarse y relajarse. Aunque si lo que quieres es caminar, Allariz conserva tesoros que te saldrán al paso en cualquiera de tus paseos. Nos referimos, por ejemplo, a su Convento de Santa Clara o el Paseo de la Alameda.

Además, en Allariz tiene lugar en febrero el famoso Entroido, una celebración carnavalesca que se cuenta entre las más antiguas del mundo. En él se dan cita la fiesta, la comida (que en Galicia siempre es sinónimo de atracón pantagruélico) y, sobre todo, el colorido de sus famosos charrúas. Un personaje estrafalario muy similar a los famosos peliqueiros y cigarrons de otros entroidos. Lo reconocerás por su atuendo colorido y por su grito característica: «charrúa, merda crúa». Aunque es gallego, creemos que no es necesario la traducción. En definitiva, un excepcional evento que vale la pena conocer de primera mano. De hecho, puedes realizar toda una ruta dado que otros pueblos de la provincia, como Xinzo de Limia y Verín, se precian de tener los entroidos más coloridos.