Las "armas climáticas" han sido objeto de especulación y teorías de conspiración durante años. A pesar de la fascinación que generan, la mayoría de los científicos y expertos en Clima concuerdan en que no existen Armas diseñadas específicamente para manipular el clima. Sin embargo, desde hace ya tiempo que las potencias mundiales investigan el concepto de geoingeniería, que busca intervenir en el clima para contrarrestar el cambio climático. Recientemente Corea del Norte anunció que posee un dron submarino capaz de generar un tsunami con olas de 10 metros. Existen casos documentados en la guerra como la Operación Popeye en donde se utilizaron armas para manipular el clima durante la guerra.

La geoingeniería contempla métodos como la dispersión de partículas reflectantes en la atmósfera para bloquear la radiación solar o la captura directa de carbono. Si bien son técnicas controvertidas y aún en etapas experimentales, están destinadas a mitigar los efectos del cambio climático.

A pesar de esto, persisten teorías sobre supuestas armas climáticas, a menudo vinculadas a eventos meteorológicos extremos. Sin embargo, la comunidad científica enfatiza que los fenómenos naturales, aunque pueden ser intensificados por la actividad humana, no son provocados deliberadamente por armas climáticas.

Es fundamental mantener un enfoque crítico al abordar este tema y buscar fuentes confiables y verificadas para comprender los desafíos y soluciones reales asociados con el cambio climático.

Las armas climáticas son posibles en diferentes campos:

Modificación del clima: Algunos países han experimentado con la modificación del clima mediante la siembra de nubes para inducir precipitaciones. Si bien esto se ha utilizado para propósitos benignos, como la generación de lluvias para la agricultura, ha llevado a especulaciones sobre su posible uso como arma al inducir sequías o inundaciones en áreas específicas.

Tecnologías de geoingeniería: Se ha investigado la posibilidad de intervenir en el clima a gran escala mediante técnicas de geoingeniería. Ejemplos incluyen la dispersión de partículas en la atmósfera para reflejar la radiación solar o la captura de carbono. Si bien estas técnicas se plantean como posibles soluciones al cambio climático, algunos temen que puedan ser utilizadas con propósitos destructivos si se emplean de manera maliciosa.

Algunas personas han sugerido que desastres naturales, como huracanes o sequías intensas, podrían ser resultado de tecnologías secretas de modificación del clima. Estas teorías carecen de fundamentos científicos sólidos y generalmente se consideran infundadas.

La Operación Popeye

La Operación Popeye es un ejemplo histórico que ha suscitado debates sobre la manipulación del clima con propósitos militares. Fue un proyecto secreto llevado a cabo por Estados Unidos durante la Guerra de Vietnam en la década de 1960. Consistía en la siembra de nubes con el objetivo de aumentar las precipitaciones sobre ciertas áreas de Vietnam, particularmente en la Ruta Ho Chi Minh, con la intención de crear condiciones de lodo y dificultar el movimiento de las tropas enemigas.

Este proyecto buscaba prolongar la temporada de lluvias en la zona y generar tormentas intensas. Aunque se lograron ciertos resultados en términos de aumentar las precipitaciones, la eficacia real de la operación aún genera debates y algunas incertidumbres.

La Operación Popeye es a menudo citada como un caso en el que se utilizó la modificación del clima con fines militares, lo que ha alimentado la especulación sobre posibles armas climáticas. Sin embargo, es importante notar que este tipo de prácticas no están confirmadas ni se ha demostrado que hayan sido empleadas en una escala que sugiera la existencia de armas climáticas plenamente desarrolladas y operativas.

Algunos países, como China y Emiratos Árabes Unidos, han llevado a cabo programas de siembra de nubes para inducir lluvias y abordar problemas de sequía en áreas específicas. Estos proyectos tienen objetivos civiles, no militares.

Recientemente (noticia 06/2023) Corea del Norte ha anunciado su primer “submarino táctico con armas nucleares” llamado Poseidón , con la capacidad de crear "tsunamis" artificiales con olas de mas de 10 metros. Esto surge después de informes que indican que Kim Jong-un planea realizar un viaje a Rusia este mes para discutir la posibilidad de una ayuda militar de Corea del Norte en la guerra de Putin en Ucrania, así como una posible colaboración técnica de Rusia en los programas nucleares y de misiles de Corea del Norte.