La relación entre Windows y las impresoras nunca ha sido muy amistosa y Microsoft, sabiéndolo, decidió poner fin a este problema. La corporación reveló que quiere simplificar todo el procedimiento de instalación de este tipo de hardware para los usuarios, reduciendo la vulnerabilidad que presentan algunos de ellos y adaptándose también a los problemas de compatibilidad que puedan surgir.
Según su plan, el primer paso que establecerán será 2025, cuando Windows Update ya no permitirá publicar nuevos controladores a través del Programa de compatibilidad de hardware de Windows (WHQL). A pesar de esto, las corporaciones que ya ofrecen soporte podrán mantener sus actualizaciones a través del propio Windows Update.
En 2026, Microsoft le redirigirá a una instalación que utilice su propio controlador de clase IPP nativo, en lugar del utilizado por el fabricante, enviado a Windows Update. En 2027 ya no permitirán actualizaciones a través de terceros, a menos que sea algo muy específico y reduzca los fallos de seguridad presentados -si los hubiera-.
Actualmente, el controlador de clase IPP disponible en Windows es Mopria, que fue producido por Canon, HP, Samsung y Xerox y continúa con actualizaciones básicas desde W10 21H2. Aún así, esto no significa que el soporte para alternativas se erradicará para siempre, considerando que los controladores pueden instalarse de otras maneras y actualizarse fuera de lo que define Windows Update. Sin Embargo, es posible que tampoco funcionen correctamente, pero sólo el tiempo lo dirá.
Además, Microsoft reveló que le preocupa la plataforma de controladores “heredada” (fuera de los estándares presentados por Mopria), que seguirá siendo compatible a través del sistema operativo. Según la información presentada, las funcionalidades básicas de los controladores conocidos como “v3” y “v4” no se eliminarán, incluso después de que finalice el soporte para los demás.
Si todo esto finalmente pone fin a los problemas que los usuarios de Windows han tenido con las impresoras -que vienen ocurriendo desde “siempre”-, podría ser un gran cambio para un paradigma que continúa hasta el día de hoy. Quién sabe, tal vez en un futuro cercano no nos reiremos al recordar los “buenos tiempos” cuando el sistema operativo y el hardware juntos ofrecían más dolores de cabeza de los que realmente ayudaban.
Fuente: Hardware de Tom
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