O Museo de Tecnología de Estocolmo en Suecia sorprende a los visitantes con una nueva incorporación a su colección: una Escultura creada íntegramente por inteligencia artificial (AI). Llamado «La estatua imposible«, la obra es el resultado de la colaboración de cinco maestros diferentes que nunca podrían haber trabajado juntos en la vida real, como Miguel Ángel, Rodin y Takamura.
La empresa responsable del proyecto, Sandvik, utilizó tres programas de IA diferentes para realizar esta obra de Arte única. Hecha de acero inoxidable, la escultura mide 150 centímetros de alto y pesa unos impresionantes 500 kilogramos. Representando a una mujer, la obra presenta la mitad inferior del cuerpo cubierta por una especie de túnica, mientras sostiene en su mano izquierda un globo de bronce.
El objetivo de esta creación fue fusionar los estilos de cinco escultores de renombre que marcaron su época: Miguel Ángel, Auguste Rodin, Kathe Kollwitz, Kotaro Takamura y Augusta. «Algo en su apariencia te hace sentir que no fue creado por un ser humano», dice Julia Olderius, directora de innovación del museo.
Al observar la escultura, el espectador puede identificar la musculatura inspirada en Miguel Ángel, mientras que la mano hace referencia a las creaciones de Takamura. Para lograr este resultado, los ingenieros de Sandvik alimentaron el programa con una amplia selección de imágenes de las esculturas creadas por estos artistas. La inteligencia artificial generó entonces varias representaciones en 2D que, según Olderius, capturaron la esencia y el estilo de cada uno de estos escultores.
Creatividad, concepto, arte y diseño
«Estas imágenes 2D fueron incorporadas por nuestros ingenieros en un modelo 3D y a partir de ahí nos enfocamos en la fabricación.«, explica Lunde, portavoz de la empresa.
El Director de Innovación, Olderius, considera que la escultura es una verdadera forma de arte y cree que la apreciación de este trabajo debe ser determinada por el público. También expresa optimismo sobre la popularización de la IA en el campo artístico.
«No hay motivo para temer lo que la IA puede hacer por la creatividad, el concepto, el arte y el diseño«, él afirma. «Solo nos falta adaptarnos a un nuevo futuro, donde la tecnología ocupa un lugar destacado en la creación y el diseño.«
Con la exhibición de este trabajo innovador, el Museo de Tecnología de Estocolmo demuestra la interacción continua entre el arte y la tecnología, además de allanar el camino para discusiones sobre la influencia de la IA en la producción artística contemporánea. Los visitantes tienen la oportunidad de contemplar esta escultura única y reflexionar sobre las posibilidades y desafíos que la inteligencia artificial presenta para el mundo del arte.
Fuente: El Globo
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