¿Conoces algunos de los datos más curiosos sobre la Luna? Es el vecino más cercano de la Tierra en el espacio, lo que lo convierte en uno de los objetos más familiares del cielo. Aun así, hay mucho por descubrir sobre nuestro satélite natural, especialmente en lo que se refiere a datos extraños y curiosos sobre la Luna.

La Luna es el objeto más grande y brillante del cielo nocturno, pero su papel va más allá: contribuye a la estabilidad climática de nuestro planeta, provoca las mareas y mucho más. Pero después de todo, ¿sabes cómo se formó? ¿Y te has parado a pensar que hay varios objetos artificiales en la superficie lunar?

Consulta a continuación estos y otros datos curiosos sobre nuestro satélite natural:

1. La Luna nació de un impacto

La teoría más aceptada de cómo se formó la Luna describe que surgió de una gran colisión, que ocurrió entre un objeto del tamaño de Marte y la Tierra. El impacto parece haber ocurrido hace unos 95 millones de años y liberó escombros que se acumularon y formaron lo que ahora es nuestro satélite natural.

Ya que estamos hablando del pasado de la Luna, vale la pena recordar que cuando se formó, estaba mucho más cerca de nosotros. Los modelos de computadora sugieren que, en ese momento, nuestro satélite natural podría haber estado a solo 25,000 kilómetros de la Tierra; hoy, la distancia promedio entre la Tierra y la Luna es de 384,000 kilómetros.

2. La Luna se aleja de la Tierra

Ya que estamos hablando de la distancia entre la Tierra y la Luna, vale la pena recordar que nuestro satélite natural se aleja cada año más. A medida que la gravedad lunar afecta a nuestro planeta, forma mareas oceánicas y, al mismo tiempo, ralentiza la rotación de la Tierra.

Mientras tanto, la Luna gana velocidad orbital y amplía su órbita para mantener la dinámica del sistema. Como resultado, se aleja cada año 3,78 centímetros de nosotros, ganando velocidad orbital e, incluso, «robando» la velocidad de rotación de la Tierra.

3. El polvo lunar es raro y peligroso

A poeira que cobre a superfície da Lua é formada por rochas esmagadas e fica facilmente impregnada nas superfícies — os astronautas do programa Apollo que o digam, já que, durante a entrada e saída do módulo lunar, a poeira entrou lá e afetou instrumentos, mecanismos y más. Además, es altamente abrasivo y ha dañado los trajes espaciales.

Harrison Schmitt, astronauta del Apolo 17, describió que el polvo lunar olía a pólvora. Otra característica curiosa del polvo es que provocaba la llamada «fiebre lunar» en los astronautas que lo inhalaban, como estornudos y congestión nasal. Hasta el día de hoy, las agencias espaciales están buscando formas de lidiar con estas partículas y evitar el daño causado por ellas.

4. La Luna tiene agua

Durante siglos, los astrónomos han debatido si hay agua en la Luna. Fue en 1645 cuando el astrónomo holandés Michael van Langren publicó el primer mapa conocido de nuestro satélite natural, que mostraba sus puntos oscuros como “maria”, la palabra latina para “mares”. Hoy ya sabemos que estas regiones son llanuras creadas por erupciones volcánicas.

Sin embargo, esto no significa que no haya agua en la Luna. Ya ha habido detecciones de hielo atrapado en el polvo y minerales de regiones lunares en sombras permanentes, y en 2020, el observatorio SOFIA de la NASA reveló agua en la parte iluminada de la superficie lunar.

5. Hay objetos artificiales en la Luna

Hay una serie de objetos hechos por el hombre en la Luna, como una rama de olivo dorada que representa la paz, rovers lunares, una placa en honor a los astronautas fallecidos y más. Ah, allí también quedaron las más de 90 bolsas llenas de excremento de los astronautas de las misiones del programa Apolo.

En caso de que se esté preguntando acerca de las banderas dejadas por los astronautas, como la que plantaron Neil Armstrong y Buzz Aldrin durante el Apolo 11, sepa que probablemente hayan perdido su color debido a que han pasado décadas expuestas a la luz solar. Como no hay viento en nuestro satélite natural, las huellas dejadas por los astronautas deben permanecer allí durante millones de años.

Fuente: Astronomía, National Geographic, NASA, Universidad Estatal de Ohio, RMG