Hubo un tiempo en la vida de Gündogan que media Europa se peleaba literalmente por sus servicios, el Real Madrid lo quería como reemplazo de Xabi Alonso, el Barcelona para apuntalar su medio centro y otros equipos punteros del continente, le ofrecían cantidades ingentes de dinero por sus servicios, cuando algo en la cabeza del turco nacionalizado alemán dijo basta.

Después de su flamante temporada con el Borussia Dortmund de Kloop que le valió ser el elegido por Joaquim Löw para manejar las riendas de la Maanschaf, las lesiones le alejaron de ser campeón del mundo.

Fue cuando empezó su calvario, una lesión de espalda le Mantuvo Alejado mucho tiempo de los campos de juego y su dejadez como profesional se hizo viral. Cuando todo parecía perdido, su equipo le dio confianza y le amplió el contrato, el fútbol le daba otra oportunidad y Gündogan se subió al barco, mejoró y parecía estar cerca de su ansiado nivel, pero otra vez volvió a recaer en las lesiones y una operación en la rodilla le mantuvo alejado de todo.

Pero cuando todo parecía perdido Pep Guardiola llamó a su puerta, lo quería como su referencia para su nuevo City, el guardaespaldas de Fernando y Fernandinho. Guardiola y Txiki hicieron numerosos viajes a Dortmund para ficharlo y al final obtuvieron el sí del jugador, previo pago de una cifra cercana a 30 millones de euros.

Un jugador lesionado sí, pero por el que Guardiola llevaba tiempo suspirando iba a ser el medio centro de referencia en su nuevo City. Ilkay Gündogan tardó en debutar pero poco a poco fue cogiendo ritmo y se ha asentado en el equipo, haciendo olvidar a todos aquellos problemas pasados.