En el área diapírica de Reinosa se explotaron a comienzos del siglo XX varios depósitos estratoligados de magnesita (minas San José, Esperanza, Totero, Ramona, San Luis, Ana María, San Antonio y otras). La mineralización de la Mina San José arma en dolomías tableadas atribuidas a la formación Imón de edad Retiense (Triásico superior).

Popularmente conocida como mina La Fontoria o mina Fontoria, inicia su explotación a finales del siglo XIX, alcanzando su máxima actividad durante la Primera Guerra Mundial, ya que la magnesita era una de las materias primas fundamentales, junto con el fósforo, para la fabricación de bombas incendiarias. El óxido de magnesio, conocido como magnesia alba desde la antigüedad, tiene la propiedad de generar una potente y brillante deflagración al ser expuesto a una llama.

Acabada la contienda, la actividad extractiva se redujo drásticamente hasta el abandono. Tras la Guerra Civil se produjeron nuevos intentos por recuperar la actividad extractiva, pero el lamentable estado de las galerías inundadas y el elevado coste del bombeo y desagüe necesario culminó con el abandono definitivo de estas labores.