De 'Muñeco' a 'Napoleón'

Marcelo Daniel Gallardo (Argentina, 1976) le puso fin a una "historia hermosísima", -dicho por él mismo-, en Rival Plate.

Después de más de 8 años, 14 títulos y un proceso plausible en el futbol actual, el "Muñeco" que se convirtió en un "Napoleón" anunció que dejaba a los Millonarios en diciembre.

Como jugador, Gallardo era un pensante dentro del campo. Toda esa experiencia y capacidad ya no la transmitiría con los pies, sino con las ideas, dando instrucciones desde el banquillo.

La historia de un gigante del continente se manchó con ese descenso de River en 2011. Y para volver a resurgir y tomar esa posición de equipo grande en la Argentina, una leyenda y manager del club como Enzo Francescoli no dudó en que Gallardo era el indicado para devolverle a River su brillo.

"Nos conocemos mucho. Compartimos vestuario por mucho tiempo. Yo era muy joven cuando él volvió a jugar a River, yo tenía 18 años. Siempre lo vi como un jugador de élite en que uno se podía reflejar. Compartí todos mis inicios con él, aprendí muchísimo de su calidad humana, su calidez y su humildad. Con los años seguimos manteniendo una gran relación, hasta que nos volvimos a encontrar en una faceta distinta de los dos: él como mánager y yo como entrenador. No es fácil mantener esa relación durante tantos años en un club donde hay mucha exigencia", decía Gallardo sobre el "Príncipe" Francescoli.

En su primera conferencia de prensa, el "Muñeco" afirmó: "River va a recuperar su historia". Y así fue.

EL 'NAPOLEÓN' DEL FUTBOL 

El apodo de "Muñeco" lo tiene desde futbolista: "Tenía cara de nene y ni un grano. Me decían: 'ahí va el muñequito', y me quedó el apodo para siempre", reveló Gallardo.

Como estratega, en River Plate formó una historia de éxitos que le devolvieron al club de Núñez esa grandeza que había extraviado cuando se fue a la B.

Con Gallardo, el equipo dominaba un estilo, impulsó a jugadores de las inferiores y consolidó a los que pintaban para figuras. Hizo felices a miles de hinchas que celebraron Recopas, Sudamericana, Liga Argentina, Copa Argentina, Supercopa Argentina, Trofeo de campeones y Suruga Bank, pero sobre todo, las Copas Libertadores, una de ellas, en esa Final en Madrid, donde le ganaron a su acérrimo rival, Boca Juniors, además de mantener un dominio ante los Xeneizes con triunfos cuando se cruzaron.

Pero lo más importante fue que sus dirigidos y su afición creía en él, algo que no todos los entrenadores consiguen. Aún en escenarios complicados, del River Plate de Marcelo Gallardo nunca se podía dudar.

"Nací para esto, para asumir los grandes desafíos", repetía constantemente.

Un relator del futbol argentino llamado Atilio Costa fue quien comenzó a llamarlo "Napoleón".

"Es simple, Napoleón convencía a sus tropas de la estrategia de combates y así es Marcelo. Los jugadores salen a la cancha convencidos de ese plan, puede salir o no, pero los jugadores le creen", apuntaba el presidente de River, Rodolfo D'Onofrio.

El jueves, con la voz entre cortada, Marcelo no pudo ocultar todas emociones por dejar el club de su vida en un ciclo que está cumplido.

Mercado en Europa y en América no le faltará, Gallardo es un técnico de élite que, como bien lo asume, está preparado para los grandes desafíos.