El revuelo de Ormeño
Vaya días que han vivido las Chivas. Y la verdad, que tras el partido de lágrima que ofrecieron ante el San Luis, la incorporación de Santiago Ormeño como refuerzo tendría que ser la menor de las preocupaciones de su afición, sobre todo la de los más tradicionalistas que se han rasgado las vestiduras y amenazan con abrirse las venas porque consideran que la directiva atenta contra la esencia de la famosa política del Club Guadalajara de jugar únicamente con futbolistas mexicanos.
Lo cierto es que a través de los años la política ha exhibido ambigüedades en muchas ocasiones cuando se han cuestionado contrataciones de Jugadores avalados por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la cual señala que es mexicano de nacimiento todo aquel que haya nacido en territorio mexicano, o bien en suelo extranjero pero cuyos padres sean mexicanos.
El caso de Ormeño es sencillo: es mexicano de nacimiento porque nació en la Ciudad de México.
Si el delantero decidió jugar para la Selección de Perú fue por el parentesco con su abuelo Walter Ormeño (QEPD), quien sí era peruano y se quedó a radicar en México, y porque se quedó esperando el llamado al Tricolor de parte de Gerardo Martino.
En tiempos de bonanza como en la época del Campeonísimo, tal exaltación nacionalista ha sido presumida hasta el cansancio como su más grande sello, pero en rachas de crisis no ha faltado el que cuestione si la política de las Chivas ya está rebasada por la globalización del futbol, y más cuando los naturalizados tienen mayores libertades para jugar en México. Incluso, también es utilizado como defensa al momento de que los demás clubes elevan los precios de sus jugadores mexicanos para negociar con las Chivas.
El hecho es que este año el Club Guadalajara quitó la regla que implementó Jorge Vergara (QEPD) en 2012 de que no tenían cabida los jugadores que hubieran jugado para otra Selección, lo cual no aplicó en 2017 a rajatabla con Alejandro Zendejas, quien había jugado para la Sub 17 de Estados Unidos.
Fue con la contratación de la guatemalteca Leslie Ramírez en Chivas Femenil que comenzó el experimento, ya que ella es de padre mexicano, y desde el nuevo reglamento no se altera nada sin importar si representa a la Selección de Guatemala.
Al aplicar el mismo criterio con Ormeño, es posible que Chivas comience a explorar esta alternativa, porque como están las cosas no está para limitar su mercado de fichajes, y si no, debe ponerse a trabajar más en sus Fuerzas Básicas para producir a sus propios jugadores y no recurrir a tocar puertas.
EL ENTRIPADO
Santiago Baños tenía millones de motivos para derramar bilis luego de la derrota del América ante Rayados.
Ahora que el presidente deportivo de los azulcremas por fin tuvo a tiempo a los refuerzos y que el club le metió billete para contratar buenos jugadores, las cosas no cambiaron mucho ante la Pandilla, que por enésima vez le ganó a las Águilas, tal y como en la Final del Apertura 2019 o la de la "Concachampions".
Por eso la cara de pocos amigos que tenía Baños en la zona de vestidores del "Gigante de Acero" la noche del sábado; andaba tan enojado que había que ser verdaderamente valiente para acercársele.
Y ahí tienen que un aficionado del América, con bastantes chelas encima para no temerle ni a la muerte, le pidió una selfie y para colmo se le ocurrió preguntarle qué le había parecido el juego, lo cual tuvo un efecto mágico, porque ahí el dirigente, en lugar de contestar con furia, agarró al compa aficionado de paño de lágrimas y, palabras más, palabras menos -sin improperios-, le dijo que estaba que se lo llevaba el diablo porque Rayados le había hecho los mandados a las Águilas durante 65 minutos para que todo acabara valiendo al final...
Al menos el pobre Baños se desahogó...
