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Columna David Faitelson | 10-12-2021




ilegalidad


Esa vieja costumbre del Futbol Mexicano de hacer cosas buenas que parecen malas o de hacer cosas malas que parecen buenas...


Empezaré diciendo que soy un admirador del trabajo de ambos. Terminaré diciendo que viven bajo un velo de ilegalidad del que, penosamente, el Futbol mexicano se enorgullece.


Atlas y León se han ganado en la cancha, con todo el merecimiento, su arribo a la Final del futbol mexicano, pero también han abierto una vieja polémica sobre el tema de grupos que mantienen una multipropiedad. De un lado, el "Grupo Pachuca", del otro, el "Orlegi", con dos personajes tan visibles como invisibles en los equipos: Jesús Martínez Padre y Alejandro Irarragorri.


Lo primero que hay reconocer es la inteligencia y la capacidad de ambos para hacer del futbol un negocio y también un sistema deportivo adecuado. Sigo pensando que Jesús Martínez es el dirigente más trascendente en la historia moderna del futbol mexicano. El hombre que rompió los moldes tradicionales, que descompuso un duopolio televisivo para llevar a la industria del futbol mexicano a otros niveles, el personaje que vio un oasis donde otros sólo percibíamos un desierto. El tiempo pondrá a Jesús Martínez Patiño en el nivel que merece dentro de la historia de nuestro futbol.


Alejandro Irarragorri es otro personaje lleno de talento y agudeza. Nació dentro del Grupo Modelo, bajo la tutela de Carlos Fernández y entendió que en Torreón había una tierra futbolística fértil, rica para desarrollar y explotar. Y lo hizo. Lo hizo de forma maravillosa, con una nueva estructura e infraestructura que ha conducido a la Comarca Lagunera a los sitios protagónicos del futbol mexicano y de su industria. Irarragorri es, sin duda, uno de los personajes más inteligentes que existen en nuestro futbol. Al tiempo que Jesús se distanciaba más de los poderosos intereses televisivos, Alejandro se acercaba y parecía beneficiarse de ellos.


En el León hay que darle crédito a Jesús Martínez hijo, que ha llevado al equipo a un nivel futbolístico impensable en una plaza que hace mucho tiempo había perdido su colorido y su fuerza. El León ha jugado tres finales en los últimos 5 años y bajo la tutela de Martínez Junior tiene tres campeonatos de Liga. Un aplauso y un reconocimiento para él.


En el Atlas aparece el nombre de José Riestra, un operador del Grupo Orlegi, que ha trabajado muy bien. A raíz de que el grupo obtuvo o compró o se asocio con TV Azteca en la administración de los Rojinegros, el club ha venido de menos a más hasta protagonizar esta increíble temporada.


Irarragorri y Martínez son dos personajes que han demostrado que saben trabajar en el futbol mexicano. Han transformado a sus plazas originales, Torreón -Santos- y Pachuca -los Tuzos- y han crecido hasta llevar sus tentáculos y organizaciones a León y a Guadalajara. Lo han hecho muy bien, pero también han vivido y siguen viviendo bajo una violación al reglamento internacional del futbol. La promesa de Decio de María, la de terminar con la "multipropiedad", se ha esfumado en las manos de Yon de Luisa. El futbol mexicano sigue haciendo cosas buenas que parecen malas y cosas malas que parecen buenas. Es imposible "bendecir" una final entre el León y el Atlas sin recordar que su origen y éxito futbolístico parte de una ilegalidad.





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Columna David Faitelson | 10-12-2021

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