El dolor de 'Batigol'
Gabriel Omar Batistuta (Reconquista, Provincia de Santa Fe, 1 de febrero de 1969) es reconocido por ser uno de los mejores delanteros de la Selección de Argentina, así como del futbol mundial. Pero también se le recuerda como un atleta que llevó al límite el umbral del Dolor físico.
Tal resistencia a los golpes brutales de sus depredadores que lo acechaban para cazarlo y lastimarlo en Sus Tobillos para debilitar la fortaleza que lo distinguía, fueron mermando sus articulaciones a través de 16 años de carrera, desde su debut con el Newell's Old Boys en 1988 hasta su retiro con el Al-Arabi de Qatar en 2004.
Después, Batistuta tendría que pagar la factura de soportar tantos castigos a su cuerpo, y sería a un costo tan alto que estaba dispuesto literalmente a que le cortaran sus piernas.
Para diciembre de 2004, cuando el llamado "Batigol" terminó su ciclo en Qatar, pese a que su ilusión era volver a la querencia en el futbol argentino con Boca Juniors, él sabía que físicamente no estaba apto para competir, ni mucho menos para pelearle la titularidad a Martín Palermo, quien atravesaba por su mejor momento.
De tal forma, mejor optó por el adiós dejando atrás sus hazañas con la Albiceleste, la Roma, y la Fiorentina, donde brilló principalmente.
Lo curioso, como él mismo lo cuenta es que tras el retiro, posiblemente ya sin la adrenalina de la competencia, las molestias asomaron a sus tobillos de una manera insoportable, ni siquiera se dio de manera gradual, según reveló en el 2014 en una entrevista para TyC Sports.
"Dejé el futbol y de un día para otro no podía caminar más. No al mes, a los dos días no podía caminar. Me oriné en la cama, teniendo el baño a 3 metros, porque no me quería levantar", dijo en aquella charla.
Y tal situación, por increíble que parezca lo llevó en su momento a rogar por una exigirle a gritos a su médico Roberto Avanzi recurrir a una medida extrema, amputar sus piernas, lo cual era un reflejo del sufrimiento y angustia que experimentaba el gran goleador.
"Le dije: 'Córtame las piernas'. Me miró y me contestó que estaba loco. Yo insistía, no podía más, vivía malhumorado. No puedo contar el dolor, es imposible transmitírselo a la gente", relató.
Obviamente, el doctor se negó, y el siguiente clamor de Batistuta fue que tener prótesis como las del ex atleta sudafricano, Oscar Pistorius: "Lo vi a Pistorius y dije esa es mi solución. El doctor me dijo que no iba a hacérmelo", reveló "Bati".
La primera opción para que Batistuta fuera mejorando su calidad de vida, y al menos disminuyera el dolor que lo aquejaba fue operar el tobillo derecho ante la imposibilidad de intervenir los dos al mismo tiempo.
"Mi problema es que no tengo cartílagos ni tendones. Mis 86 kilos están apoyados sobre los huesos. Y el hueso contra hueso me generaba dolor. Después, la situación fue mejorando, aunque pasó mucho tiempo", dijo en ese entonces.
Sin embargo, era cuestión de tiempo para que el tobillo izquierdo también fuera operado, y el 17 de septiembre de 2019 se llevó a cabo la intervención quirúrgica para así bajar mucho más las molestias.
Su rehabilitación hizo imposible el sueño de integrarse al cuerpo técnico de Diego Armando Maradona (QEPD) en la última aventura del "10" como entrenador en Gimnasia y Esgrima de La Plata. Batistuta aplazó el momento, sin saber que a su amigo y compañero en la Albiceleste moriría el 25 de noviembre de 2020.
Hoy, Batistuta vive con menos dolor, lejos de ser el tipo tan activo de la cancha, pero también ya sin la sensación de rogar por despojarse las extremidades que lo elevaron a la cumbre del futbol.
