Toda una ‘bomba’, una gran noticia, los medios locales lo llaman el regreso del hijo pródigo, celebrando así que Rayados tenga de vuelta a Jesús Corona, quien triunfó por 10 años en Europa.
Incluso, hay quienes lo presumen como un logro de La Pandilla, que haya estado en Europa un jugador descubierto por ellos, formado en sus básicas; sin embargo, hace una década, Monterrey no lo quería en el Viejo Continente y así lo recuerda Jorge Urdiales, entonces presidente del cuadro rayado..
¿Por qué no lo quería en Europa?
Tecatito le sufrió, él quería dar el salto, pero apenas tenía 20 años y Rayados no lo pensaba negociar cuando llegaron equipos interesados. Twente de Holanda se aferró al jugador y se le hizo fácil pagar los cinco millones de dólares que costaba su cláusula de rescisión de contrato y por eso pudo emigrar.
En aquel entonces, Tecatito hasta reportó tarde con el equipo, pues antes de que se hiciera el pago, él ya se hacía en Europa; poco después, fue enviado a la Sub 20 y se habló en los medios que había sido un castigo por su ‘berrinche’ de querer irse y no reportar en tiempo y forma.
Sin embargo, Jorge Urdiales, expresidente del Club y consejero de la directiva en ese entonces, aclaró que el castigo fue por una indisciplina en la casa club y no por querer irse del equipo; aunque confirmó que el club no lo quería soltar.
“No, nada que ver, la indisciplina fue porque hizo algo indebido, una broma, no recuerdo exactamente el problema, pero fue un comportamiento en la casa club… se trató el tema a nivel directivo y estuvimos de acuerdo todos en que debía haber una medida disciplinaria y eso fue, no tenía nada que ver con irse o no irse. El club no quería soltarlo, porque le veía una gran proyección, el club no prepara jugadores para venderlo, es para utilizarlo para el propio club, y no, hubo un pequeño detalle de indisciplina, una situación en la casa donde vivía, eso hizo que se le regresara a la Sub 17, Sub 20, una medida disciplinaria para que él entendiera”.Les pagaron lo mismo que costó Chupete
Corona era muy joven y apenas tenía 37 partidos en Liga MX, pero el Twente se lo quiso llevar, y a consideración de Urdiales, pagaron una buena cantidad, pues fue lo mismo que les costó una figura en 2007, Humberto Suazo.
“Establecimos una buena cláusula de rescisión, se desarrolló demasiado rápido, ningún otro jugador salió con esa cláusula, fue de cinco millones de dólares, que para su edad, fue muy adecuado, lo que disparó su éxito a Europa fue la actuación en el Mundial de Clubes ante el equipo inglés, él destacó mucho por su habilidad y destreza, se lució bastante, así que el club holandés estuvo de acuerdo y vinieron a pagar la cláusula, el club no quería negociarlo… se pagó una buena cláusula, te puedo decir que eso fue lo que se pagó por Chupete, por ejemplo, una buena cantidad”.
Ahora, Urdiales se dice contento de que Tecatito regrese al equipo tras su paso en Twente, Porto y Sevilla, pues siente que llegó en un buen momento, dejando a un lado las críticas que recibe la Pandilla por repatriar a un mexicano que estaba en Europa, pues muchos consideran que tenía cartel para seguir allá.
¿Cómo llega Tecatito a Rayados?“Él llegó en un scouteo que se hizo en un torneo de Coca Cola que se hizo a nivel nacional, con la coordinación de Nicolás Martelotto, nuestros scouteadores fueron a todos los partidos y de ahí surgió Tecatito, llegó al club, empezó a entrenar, a mostrar sus habilidades, su calidad, ya entrábamos entrenando en el Barrial, ahí Víctor (Vucetich) lo ve y lo jala para que entrene con la Sub 17 y Sub 20 y que enfrente al primer equipo, luego lo empieza a probar con el primer equipo”.El apodo de Tecatito, ¿fue por un tema comercial?“Fue una situación circunstancial, llega a Monterrey seleccionado de los torneos de la Coca Cola en Hermosillo y cuando llega a Monterrey dice Martelotto ‘ya llegó Coronita’, le digo ‘no, no seas bárbaro, si a nosotros nos patrocina la marca contraria, mejor Tecatito’, se lo dije un poco en broma y en serio, pues era la marca dueña del club… él siempre se pone el apodo en la camiseta”.
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