¿Dónde se encuentra la mejor afición futbolística de todo el territorio de Estados Unidos Mexicanos, incluidas las Islas Marías, las Revillagigedo y la deshabitada Isla Tiburón? Pues en Monterrey, señoras y señores, la ciudad más moderna y pujante de cuantas puedan ser catalogadas en el inventario de la competitividad nacional.

¿Cuál de todos los Equipos de la Liga MX era el que tenía la plantilla más cara antes de ser desbancado por el (odioso) América? El Monterrey, justamente (Gabriel Quadri los acusa en Twitter, por cierto, de no portar el nombre de la gran urbe regiomontana, sino de publicitarse como Rayados. Pone el hombre, desafiando censuras, bots, ataques de aficionados, descalificaciones e insultos: “¿Por qué los equipos de futbol del Monterrey –mujeres y hombres– insisten en negar su origen, identidad y marca –Monterrey– y en llamarse arbitraria y vulgarmente “rayados” o “rayadas”?).

Y, bueno, más allá de hayan decidido sacralizar universalmente las rayas de la camiseta en lugar de declararse embajadores plenipotenciarios de la llamada Sultana del Norte, la gran pregunta que uno podría hacerles a los señores directivos del club regiomontano –junto a los de Tigres, su gran rival regional– es por qué no dominan, de plano, el balompié de este país. Tienen plata, apoyo, empuje, popularidad y jugadores muy cotizados. ¿Qué les falta? Misterios del futbol nacional, amables lectores.

Los fanáticos, hablando de los equipos que tendrían que imponerse en la suprema competición futbolística, seguimos sin entender cómo fue que el Club de Futbol América, liderando avasalladoramente en el torneo regular y habiéndole anotado doce goles al Puebla en dos partidos, perdió ante un Toluca al cual el Pachuca le anotó cinco en el partido de ida, sentenciando prácticamente la gran final del futbol mexicano.

Deberíamos de buscar a los culpables de esta situación, para ponernos a tono con los usos y costumbres que se llevan bajo el signo de doña 4T, pero hay una cuestión que no se puede soslayar: la Liga MX sigue siendo, a pesar de todos los pesares, un buen negocio. Este año tendrá ingresos por 900 millones de pesos y en 2023 superará ese monto. Mikel Arriola no ha hecho mal las cosas, en este sentido, a pesar de lo criticable que pueda ser la fórmula de que doce equipos, de los 18 que compiten, se puedan colar a la liguilla final y de que esa etapa parezca ser una impredecible lotería en la cual el esfuerzo de los mejores no es recompensado.

¿Recuerdan que Atlas ganó dos torneos cortos seguidos? Tal vez debamos cambiar nuestra mentalidad y acomodarnos al hecho –muy emocionante, si lo piensas– de que en este país no triunfan necesariamente los que cuentan con más recursos, los que tienen las mejores aficiones y los que gastan más en los traspasos sino los que… los que… los que… se benefician de la alineación de los astros en el firmamento.

Con el permiso del América, de Cruz Azul, de Chivas, de Tigres y del Monterrey. Que diga, de los Rayados.

Román Revueltas Retes