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Sara Hebe: “Yo no soy una gran cantante como Mercedes Sosa, soy una perra punk”

A Sara Hebe nunca le ha llamado una discográfica. Esta rapera argentina asegura que su música no es amable. Sus canciones no suenan en la radio pero ha conseguido triunfar saltándose las reglas de la industria, a golpe de trabajo y carretera.

Sara Hebe junto a parte de su banda. 
MONTECRUZ FOTO

Se define como una perra punk. Sara Hebe (Argentina, 1983) es hip hop, pero también es cumbia, también reguetón. Y ahora también trap. La cantante argentina, primera mujer rapera en llenar el estadio Arena de la Plata, donde siempre tocaron hombres, está experimentando una metamorfosis de la que siempre dio claros signos. Se encuentra de gira en España con su último trabajo, el EP Beivip, y ya con su disco anterior, Sucia Estrella, emitió señales de que las nuevas tendencias están en su mochila. Camaleónica, provocadora e irreverente, no olvida su compromiso. Sigue reconociéndose como feminista, celebra que sus letras ocupen pancartas y tiene muy presente lo que más duele.

Atiende a El Salto por zoom desde Argentina justo antes de su gira ibérica. Faltan pocas horas para que se embarque hacia España. Confiesa sentirse cansada; arrastra esa pesada mochila de las que caminan sin discográfica y tienen que triunfar con el método de la autogestión. El pasado 13 de septiembre, llenó la sala Apolo de Barcelona; mañana 16 el sold out será en Valencia. El 21 aparecerá en el Teatro Eslava de Madrid, para acabar su visita a la península el 21 en el Festival Boreal en Tenerife. “Pero no estoy cansada de las entrevistas, me gusta que me pregunten, que te pregunten es un privilegio y te da la oportunidad de pensar”, confiesa tras pasar 40 minutos de videollamada. Una videollamada en la que ha habido mucho contacto, muchas sonrisas y mucha sintonía, toda la que permite la tecnología.

Bueno, Sara, la primera pregunta es inevitable. Con la actualidad política que os rodea en Argentina, ¿Cómo valoras el resultado alcanzado por el ultraderechista Milei en las elecciones primarias? ¿El hartazgo juvenil tiene algo que ver?

Sí. Pienso eso. Pienso que hay un hartazgo de la juventud y de toda la sociedad que ha devenido en una profunda crisis. Una crisis que es global, igual que ha pasado en el territorio español, que estuvo a punto de entrar en el Gobierno la extrema derecha.

A mí no me sorprende lo que pasa en Argentina. No soy politóloga, aunque la verdad se me pone mucho en este lugar de hablar de política. En las letras de mis canciones siempre pongo el foco en cuestiones que me conmueven y que tienen que ver con la crisis social, con las injusticias. Por supuesto que entiendo por qué me haces esta pregunta, pero a la vez tampoco es que quiera ser una opinóloga. Sí estoy de acuerdo en que hay un hartazgo, en que hay un desinterés porque fue a votar mucha menos gente que antes. Creo que lo que está en profunda crisis, me parece que a nivel mundial, es el sistema de representatividad.

Entre nosotros creo que hay un poco de cansancio también. Después de tantos años de lucha ahora vemos cómo avanza y cómo se aproxima la ultraderecha amenazando con derribar y deshacer las leyes que tanto costó a tantas mujeres que han luchado contra una civilización machista. Ahora amenazan con tirar abajo tantas leyes conseguidas como es, por ejemplo, la del aborto.

Pero no tengo miedo. No, no van a lograrlo. Es una ultraderecha que es súper ignorante. Es muy triste escuchar hablar a sus representantes, porque no solamente niegan cuestiones que tienen que ver con los derechos humanos o con la última dictadura cívico militar en Argentina, sino que fomentan nuevamente las ideas que tuvieron los máximos represores a nivel mundial, no hablamos solamente de Argentina.

Pero tengo esperanza en la humanidad, en los niños, en las niñas y en la juventud. Mira, mi sobrino de cinco años inventó un cuento, mi hermana lo grabó y yo lo he incluido como último track en mi último EP. Se llama Ladrones en mi cabeza y merece la pena que se escuche.

Tú te declaras feminista y un ascenso de la ultraderecha puede derribar muchos de los derechos conquistados. Pero aseguras que no tienes miedo.

No, también yo estoy en una situación de privilegio. ¿Cómo será para la gente que está trabajando en la calle? ¿Para las travestis? ¿Para las trans? ¿Para las identidades diversas? ¿Para el colectivo LGTBIQ+? Se vuelven a poner en duda sus derechos. Yo no tengo miedo, pero ojo, es delicado; estoy en mi situación de mujer cis. Lo que quiero decir es que somos muy valientes y que creo que las calles las tenemos ganadas.

En España también pasó lo mismo ¿no? No ganó la extrema derecha.

Sara Hebe durante una actuación. 
MONTECRUZ FOTO

No, parece que nos hemos salvado por el momento.

Para mí fue profundamente interesante cómo se pronunciaron muchos artistas jóvenes del trap contra ese ascenso y eso me parece un signo de valentía muy lindo. Artistas que no exponen discursos tan explícitos en las letras, pero que también se posicionan.

Confieso que cuando escuché los resultados de Argentina me vino a la cabeza tu canción “Tuve que quemar”, donde sugieres quemarlo todo, también el Congreso de la Nación. Tengo que reconocer que este tema me viene a la mente repetidas veces y siempre pensando en figuras políticas. Sin embargo, es una canción de amor, ¿no?

Sí, es de amor, de desamor, de euforia, de bronca, de rabia. Sentimientos que me caracterizan como a cualquier humana. Y es una de las primeras canciones que escribí pero que sigue muy vigente, porque es un clásico. Habla de la rabia que siempre está.

Vamos con tu nuevo disco. Podríamos calificarlo como una metamorfosis del hip hop hacia otros géneros como el reggaetón o el trap. ¿Cómo haces para no perder el contenido crítico de tus canciones por el camino?

Porque naturalmente a mí me conmueven esas cuestiones. Me importan esos temas de los cuales mis canciones son testigo. Hago un testimonio de lo que veo que pasa en mi burbuja, mi casa, mi intimidad. Hablo de mis cuestiones. Y después nunca voy a dejar de hablar de lo que veo en cada lugar que tengo la oportunidad de conocer y sobre las historias a las que me acerco. Cuando salgo acá y veo que cada vez hay más gente en la calle… A mí me interesa hablar de estas cosas que tienen que ver con las miserias humanas, con la sociedad, con las tristezas, con tanta muerte.

Nunca estuve con una discográfica y tampoco consulto mucho con nadie. Hago lo que quiero y soy muy permeable a todas las cosas nuevas

Beivip sí es una metamorfosis en cuanto a lo sonoro. Sucia estrella, el disco anterior que estuvimos presentando el año pasado en España, también ya vino metamorfoseado. Nunca estuve con una discográfica y tampoco consulto mucho con nadie. Hago lo que quiero y soy muy permeable a todas las cosas nuevas que escucho y me gustan. Me gustan los nuevos sonidos. Voy siguiendo los pasos de los jóvenes, las nuevas creaciones y los nuevos inventos.

Últimamente tengo estéticas nuevas en cuanto a lo sonoro y a lo visual. Me gusta experimentar, disfrazarme, hacer vídeos, probar voces, nuevos efectos, nuevos productores, productoras nuevas. Lo que sí, sigo con mi línea ética y de pensamiento. Voy a seguir mencionando lo que pasa allá afuera. Eso no vende. De hecho, creo que te hace a un costado del mainstream, de la industria.

Vienes de una época, como la mía, donde no se mezclaban los géneros. Escuchabas punk y ahora haces reguetón. ¿Cómo has llegado hasta ahí?

Porque nosotras somos de esa época en donde no se mezclaban los géneros, pero también somos de esa época en donde empezó a mezclarse todo. Y escuchamos de todo. Y después vinieron los años en donde está todo hecho un mix y nos gusta. Movimiento que lo iniciaron las Kumbia Queers, banda referente que fusiona cumbia con punk y después con reggaetón.

Hay prejuicios de antes que ya no están, y menos en la música. En lo musical y en lo artístico creo que estamos en un muy buen momento. Aunque esté todo tan mercantilizado y todo parezca un producto en serie bastante parecido, a la vez me gusta valorar que los estilos se mezclan y que hay diálogo entre las bandas. Sobre todo las bandas de antes, de punk, de rock y los nuevos géneros. Acá estamos todos tratando de convivir en este mundo.

¿Sigues siendo la misma Sara Hebe que denunciaba que “nadie se suicida en una comisaría” en el tema “A.C.A.B.”?

Sí, claro.

Y en estas nuevas tendencias, ¿te preocupa que los nuevos géneros urbanos, como el trap, abusen de la hipersexualización del cuerpo de la mujer?

Eso no me preocupa tanto. Creo que las mujeres hemos podido posicionarnos en un lugar desde el cual nosotras mismas, si queremos nos hipersexualizamos o permitimos que se nos hipersexualice, y si no queremos, no. No me preocupa tanto porque las mujeres tenemos una posición mucho más fuerte gracias a los siglos de luchas de tantas otras y de las jóvenes de ahora.

Lo que me preocupa es este falso posicionamiento en contra de la policía. Me parece que la lucha siempre está en la calle y que hay un mensaje lavado que es para vender y es solamente para vender. Creo que debemos alimentar la rabia contra el abuso de poder.

En el vídeo clip del tema que abre tu nuevo EP, “Cream Hot”, que cuenta una historia de seducción ambientada a altas horas de la noche, apareces colgada con una cadena en el pelo. ¿Qué simboliza esa cadena?
El vídeo y la letra de “Crime Hot” habla de una relación de dependencia bastante tóxica con algo que puede ser un vínculo afectivo, con la noche, con los consumos de drogas que al final nos hacen mierda, con las redes, con las pantallas, con estar pretendiendo siempre estar en un lugar para ser vista, con la imagen… Todos estos consumos que pueden llegar a ser problemáticos. Quizás esa sea la cadena que me esclaviza y con un grito quiero soltarme. Pero ahí estoy todavía un poco encadenada hasta que en el próximo vídeo esté rompiendo todo tipo de cadenas.

¿Me estás haciendo un adelanto? (risas)


La noche empoderante es la noche en la que nos sumergimos con deseo y sin miedo

Cuentas que con ese videoclip queréis transmitir que la noche puede ser un monstruo, pero puede empoderarte ¿Cómo puede empoderarte la noche?

Empoderarte es poder bailar en cualquier lado, poder tener la noche de nuestro lado. Caminar por ahí tranquilas. Vamos caminando hacia tener menos miedo por todo lo que se logró en estos años de marea violeta y ola verde. Tener menos miedo es conseguir leyes y políticas públicas que van en contra de los acosos callejeros, desde los más chiquitos hasta los más grandes. Creo que eso es tener la noche de nuestro lado. Esa podría ser la noche empoderante, la noche en la que nos sumergimos con deseo y sin miedo.

“El límite lo marca mi amor propio”. Esta es una frase de tu tema “Bots”. ¿Es cansado tener que ir marcando límites?

Sí, así que ya basta. Ahora que lo pienso, esa frase no me gusta mucho, hablar de amor propio no me gusta, es muy individualista, pero me salió así y la dejé. Pero ya me estoy yendo del tema, perdón. (risas).

En España, en la actualidad hay todo un debate en torno al consentimiento en las relaciones. ¿Os habéis enfrentado también a ese debate en Argentina? 

Te refieres a lo que ha pasado a raíz del beso forzado a la futbolista Jenni Hermoso, ¿no? Yo pienso que acá en esa situación al tipo directamente le hubiesen partido la cabeza. Pero no quiero con esto indicar que la jugadora no hizo lo que hay que hacer. Posiblemente yo me hubiese quedado como ella porque esa situación de abuso sobre tu cuerpo te impide reaccionar. Te deja sometida.

Acá en Argentina hay un posicionamiento bastante fuerte en contra del abuso y el acoso. Hay una historia larga de lucha de las mujeres en las calles.

Bueno, volviendo a tu carrera. Sara, tú naciste un 9 de julio como Mercedes Sosa, coincidiendo con la declaración de Independencia de Argentina. ¿Qué hay de ella en tu obra?

El canto popular, la conexión con la gente que está movilizándose. Mercedes Sosa fue una de las más grandes intérpretes del mundo. No escribió tanto, pero interpretó grandes letras de grandes compositores y compositoras, como por ejemplo Violeta Parra. Mercedes Sosa era una voz fantástica, yo soy una perra punk, no sé cantar bien. Pero puede ser que lo que tenga parecido con Mercedes Sosa es ese canto al pueblo con una letra que viene del pueblo también.

Sostenerse de este modo independiente en este momento en donde la industria musical está en su pico máximo y el capitalismo creo que está en su mejor momento, cuesta

Tu compromiso va más allá de las letras, también en el modo de trabajar que tienes. Prosigues con tu línea de autogestión e independencia. No trabajas para ninguna discográfica. ¿Cómo se hace para llegar tan lejos, cruzar fronteras? ¿Hay mucho trabajo detrás imagino?

Tocando, yendo y viniendo y trabajando. Por eso ahora estoy un poco cansada. Me encantaría tener un trabajo común, tener un horario. Esto del mundo artístico es un privilegio porque conocí todo el mundo, porque no tengo que ir todos los días… Pero tiene otras cositas, como por ejemplo siempre tener que inventar algo. Sostenerse de este modo independiente en este momento en donde la industria musical está en su pico máximo y el capitalismo creo que está en su mejor momento, cuesta. Todo es estética, todo es producción y todo el tiempo es hacer y hacer. Probablemente pare un momento el año que viene, pero igual mi pasión y mi deseo es hacer canciones. Llegué hasta donde llegué por trabajar siempre, examinar bandas que admiro, artistas que admiro, e intentar aproximarme un poco a un buen sonido de calidad. Por trabajar, por ensayar. Tengo una banda espectacular que me acompaña, son grandes músicas y músicos.

Tampoco tuve la oportunidad, nunca tuve un ofrecimiento de un sello discográfico. No le interesa a la industria lo que yo digo, es lógico. Hablo de que hay asesinatos por parte de la policía en las comisarías. Hablo de Santiago Maldonado [activista desparecido tras una protesta reprimida por la policía]. Hablo de las trabajadoras sexuales. Esos discursos no los toman las discográficas, no les sirven, no les interesan. A mí me gustaría tener un poco más de confort, pero mi camino es fantástico y me ha llevado a lugares increíbles.

Has encontrado una grieta para triunfar sin tener que apoyarte en una estructura y saltándote todas las normas.

Sí. En octubre voy a sacar una canción nueva que me encanta. Se llama “Hulk”, como el superhéroe, y en esa canción justo digo: “Mami, tengo éxito sin estar pegada”, es decir, sin estar en el top de los mainstream. Creo que tengo éxito y es muy importante para mí contar con mis logros porque este sistema también es muy opresor con el tema del éxito. Si no estás en el cartel, si no tienes tantos números, no vales.

Nunca pasan mi música en la radio, creo que no les gusta. Mi música no es una música amable

Tus letras han sido censuradas en la radio. ¿Continúas teniendo ese estigma en tu país?

Nunca pasan mi música en la radio, creo que no les gusta. No sé, pero capaz que sea porque son letras que no son para la radio. Mi música no es una música amable. No es una música para entretener, divertida, dulce y cariñosa. Algunas canciones sí, pero claro, ya cuando escuchan algunas que hablan de que soy agresiva, de que quiero tener dos perros para que te ataquen… una chica diciendo eso no va para la radio.

Volviendo al principio, si triunfa la ultraderecha, ¿temes que se dificulte tu trabajo?

Sí, por supuesto, dificultará todo el mundo artístico. Y no solo, sino a otros colectivos como las personas migrantes. Tenemos que evitarlo, vamos a seguir en esto para que no avancen.

Por Sara Plaza Casares @SPlazaque
Fuente: El Salto


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