En una sociedad en la que la Menopausia ha sido históricamente patologizada, relegada al silencio y envuelta en “estereotipos sobre los que se supone que tienen que hacer las mujeres”, emerge “Señoras: Una guía integral de la Salud en la menopausia”, una herramienta para empoderar y transformar la percepción de esta etapa vital.

Las mentes detrás de este proyecto colaborativo son la nutricionista Elena del Estal Pérez, la ginecóloga Alberta María Fabris, la psicóloga y sexóloga Adriana F. Caamaño y la fisioterapeuta Tania R. Manglano, con un enfoque que se nutre de experiencias reales, consultas de mujeres y un compromiso feminista por llenar el vacío de información sobre el climaterio.

Durante una conversación con Efeminista desde su cooperativa de salud integral Zentro Empatía, las autoras han resaltado la importancia de compartir experiencias, hablar abiertamente y desafiar los estigmas que rodean la menopausia. Este cambio de paradigma, aseguran, es resultado de un movimiento feminista que está redefiniendo los derechos sexuales y reproductivos, impulsando a las mujeres a cuestionar las normas sociales restrictivas y a resignificar esta etapa vital.

Con esta guía, que publica Arpa Editores, no solo buscan desafiar los tabúes arraigados, sino que también alientan a las mujeres a vivir esta etapa con plenitud, convirtiéndola en una oportunidad para crecer y experimentar su sexualidad y placer en todas sus dimensiones.

Una guía integral y práctica sobre la menopausia

Pregunta (P): ¿De dónde viene la decisión de crear una guía tan práctica que mezcle el abordaje desde la nutrición, la ginecología, la fisioterapia, la psicología y la sexología?

Elena del Estal (E.E.): De nuestra manera de entender la salud y del enfoque de este centro, que nace de atender la salud de una forma integral y de darnos cuenta que muchas veces se queda un poco faltante la intervención si es solo desde una disciplina. Nos pareció que este libro podía servir para acompañar a todas aquellas mujeres que se encuentran en el climaterio de una forma mucho más integral y más rica, a 360 grados.

Adriana Fernández (A.F.): Además, el hecho de hacerlo en formato guía implica que puede llegar a muchas más personas. Esa idea de difusión de conocimiento y de que la información llegue a cuantas más mejor, es algo que nos motivaba y nos parecía una pieza más de un proyecto que ya lleva años funcionando.

P: Justamente este libro tiene un enfoque muy práctico, se incluyen experiencias o cuestiones que os han trasladado muchas mujeres que acuden al Zentro Empatía. ¿Cómo fue el proceso de juntaros y darle un espacio a eso?

A.F.: Fue un reto bastante chulo, pero también algo muy comunitario porque implicaba largas reuniones entre nosotras y el libro salía también como fruto de algo político, de nuestra reflexiones, de lo que conocíamos de compartir y de algo conjunto.

E.E.: Y de un interés común en esta etapa vital en concreto. Hasta ahora ha sido una época que ha estado menos estudiada, que ha estado vista como ‘el Apocalipsis’. Hace dos o tres años ya inauguramos la unidad de climaterio en el centro y lo abordamos desde todas las especialidades que tenemos en el centro, entonces fue como una manera de materializar lo que veníamos soñando, que era eso, poder atender a las mujeres en climaterio de una forma mas integral.

A.F.: Otra pata de la decisión de hacerlo en formato guía fue el poder exponer y poner en valor el conocimiento de la practica clínica, por eso hemos recogido todos los testimonios y experiencias de las mujeres que han pasado por nuestras vidas profesionales.

Reconquista de derechos sexuales y reproductivos

P.- Durante años ha faltado literatura, aunque estos últimos años empiezan a escribirse y publicarse libros sobre la menopausia, la menstruación, etc. ¿Que ha pasado para que ahora se ponga la visión aquí?

A.F.: Hay una reconquista de lo que tiene que ver con los derechos sexuales y reproductivos, empezó en Latinoamerica con los pañuelos verdes y está aquí con todo lo que tiene con la diversidad sexual. Eso hace que las mujeres estemos hablando de qué pasa con nuestros cuerpos y estemos resignificando todo lo que hasta ahora se había contado de una única manera, que ha sido especialmente patologizadora. Estamos en una etapa donde se pone sobre la mesa parte de esos derechos a través de nuestra menstruación y de la ausencia de ella y todo lo que implica.

E.E.: Si, justo pensaba en que hasta ahora se hablaba poco de la menopausia, como se tiende a vivir de una manera muy patologizada, se esconde y se queda como en el ámbito de lo privado y como mucho lo comparto con cuatro amigas. Entonces la idea es sacar la menopausia a la calle, que sea una conversación entre mucha gente, que se pueda hablar de los medios que se pueda hablar en redes, que sea una etapa vital más de la mujer y que no tenga por qué ser vivida de esa manera negativa.

A.F.: La medicina ha tenido la tendencia de deshumanizar y se hablaba de la menopausia casi como de un síntoma externo al humano y todos estos estereotipos que acompañaban a la menopausia tenía un impacto en la salud de las mujeres. Entonces también hemos querido recoger qué impacto tiene esto y el modelo del que hablamos es el bio-psico-socio-político, que nos permite ver esa parte social y política de la menstruación y cuál es el impacto en nuestra salud psicoemocional y, por tanto, política social cultural y contextualmente dónde nos deja a las mujeres.

Estereotipos y falta de información

P.- A pesar de esta reconquista de derechos sexuales y reproductivos y de empezar a sacar la conversación a la calle, sigue habiendo muchas mujeres que lo viven como un drama, como ese “final” de su vida útil. ¿Cómo se hace ese ejercicio de resignificar esta etapa?

E.E.: Yo creo que se vive todavía como un drama porque a esas mujeres les falta información. Necesitamos andar un poquito, necesitan leer un libro como este, hablar con sus amigas, compartir para que puedan verse en las otras, tener otras referentes. A lo largo de la historia se ha asociado a falta de belleza y al fina de la vida útil, entonces muchas mujeres todavía lo ven como la peor época de su vida.

Hay muchísimas mujeres que no experimentan cambios y que sienten una liberación a muchos niveles, sexual, vital, de cargas, de experiencia, de sabiduría. Hay que contar eso también.

A.F.: En la etapa de la menopausia recaen todos los estereotipos que hay sobre lo que se supone que tienen que hacer las mujeres. Y para mí también es clave poder reconocer que es una etapa de revisión y desde luego es una etapa en la que se hacen muchos duelos sobre las vidas que hemos tenido, las decisiones que hemos tomado, las que no hemos tomado, si tenemos hijos e hijas o no, la vida con las parejas, con las relaciones, dónde he vivido… El hecho de generar nuevas referencias y otros modelos de vida implica que no vivamos desde una perspectiva traumática.

Placer y sexualidad en la menopausia

P.- En el libro le dais un espacio importante al placer y a la sexualidad en esta etapa.

A.F.: La parte de la sexualidad es la piedra angular de la vida de las mujeres y mucho más porque corresponde a un estereotipo muy fuerte dentro de la menopausia. De los mayores estereotipos que hay es que la libido desaparece y tu no quieres tener sexo como por arte de magia. Cuando escuchamos y recogemos todas esas narraciones, vemos que detrás de esa ausencia de deseo o de líbido, lo que hay es o una mala educación sexual, donde no hemos tenido la posibilidad de desarrollarnos sexualmente, o practicas sexuales muy poco placenteras y que de repente tengo una excusa para liberarme de ellas.

Y luego por otra parte, algo que también nos resulta fundamental a la hora de hablar de menopausia es poder hablar de los placeres, no solamente del dolor, no solamente de la parte compleja, sino poder vivir y trabajar por los placeres de la vida.

E.E.: Y un matiz más. A nivel psicológico y fisiológico se ha demostrado que tener relaciones placenteras no sólo con una pareja, sino con una misma a través de la estimulación propia, puede ser súper beneficioso para algunos de los cambios fisiológicos en esta etapa. Por ejemplo, que cuantos más orgasmos y más disfrutas, estás más contenta, pero además, es más fácil la lubricación y hay más elasticidad en la piel de la vulva y de la vagina.

Perspectiva de género en la atención sanitaria

P.- Desde hace unos años en el centro tenéis consulta de salud del climaterio. ¿Qué hace falta para un buen abordaje sanitario de la menopausia?

E.E.: Estar actualizado y trabajar con perspectiva de género. La mayoría de los profesionales de la salud no tienen esa perspectiva de fondo, entonces es difícil que lo puedas abordar así y que lo pueda resignificar. La perspectiva de género en salud es un reducto súper pequeño.

A.F.: Trabajar desde esa perspectiva de género, esa perspectiva feminista, es trabajar también desde una perspectiva humana y eso implica crear un espacio donde haya un diálogo, donde pueda haber preguntas, donde se vea la salud de la persona desde una perspectiva mucho más integral. Y desde luego lo que se necesita es una buena evaluación y creer a las mujeres cuando hablan de su salud.

E.E.: Poner a las mujeres en el centro, que sean ellas la dueñas de su vida y de este proceso vital.

También hay que atender que sí que es real que hay personas que lo van a vivir con más angustia, y que a lo mejor sí que van a experimentar cambios con respecto a otras etapas vitales. Pero si tienes unos buenos hábitos con respecto a tu salud mental, al ejercicio o a la alimentación, va a ser más fácil que prevengas que esos cambios vayan a vivirse de una manera un poco más negativa.