Todos nosotros conocemos la importancia de la fe. El mensaje mismo, de salvación a través de Jesucristo,es un mensaje de fe, y Hebreos 11:6 nos dice por qué:
Primero veamos mas de cerca Hebreos 11:6. Este versículo muestra que la fe tiene dos niveles:
1. Fe en la existencia de Dios: "creer que él existe"
2. Fe en el carácter de Dios: creer que "recompensa a quienes lo buscan"
No es suficiente tener solamente el primer nivel de fe. Esa es una fe pasiva, una mera creencia en la existencia de Dios (después de todo, aun para Dios, la "existencia" es pasiva). La verdadera fe, no obstante, es activa. Lleva la creencia de la existencia de Dios a un próximo nivel (dado que el verbo "recompensar" es activo, también requiere una respuesta activa de mi parte) Me motiva a buscar a Dios fervientemente.
Hoy, Cal Marsh , un querido amigo y hermano, de Christ Chapel en Macon, Georgia, me escribió y compartiósu propia paráfrasis de Hebreos 11:6, como si fuera hablado directamente del Señor para mí, y realmente me animó. Aquí está esa paráfrasis:
Basado en las grandes exclamaciones que provenían de los espectadores, era obvio que todos creían que él podía hacerlo. Pero entonces, el temerario hombre les gritó:" ¡Bien! ¡Ahora necesito un voluntario que se suba a la carretilla!" El silencio fue la única respuesta de la multitud. Su fe en su destreza era una fe de espectador. Poner sus vidas personales en la cuerda, era no obstante, una historia diferente.
La fe en Dios pone tu vida en la cuerda floja con él. Es más que un consentimiento mental, es un reconocimiento de la verdad. La fe va más allá de tu experiencia pasada, más allá de tu capacidad en el pasado, más allá de lo conocido, es ir hacia lo desconocido. Por definición, la fe "te extiende". Sacude la zona de seguridad la zona personal de "no me toques", que has creado para ti, la cual es confortable y con un riesgo mínimo y que te deja afuera de la vida al límite, con Dios.
Esencialmente, la fe significa confianza total en Dios, confianza en las promesas de Dios, confianza en el carácter de Dios, y confianza en la capacidad de Dios para hacer todo lo que él ha prometido hacer. Por eso es que Romanos 4:18-21 describe la fe de Abraham de la siguiente manera:
Fe, es tener una confianza indiscutible en Dios
Fe, es perseverar bajo circunstancias adversas
Fe, es no entregarse ni retroceder
Yo puedo elegir como responder en mí situación actual. Puedo responder en fe, lo que implica no tirar por tierra mi confianza y perseverar en hacer la voluntad de Dios. O puedo responder con miedo y duda, y "entregarme". Yo, junto con mi familia, hemos decidido tener fe en Dios. Esta fe nos ha lanzado mas allá del reino de lo que es "humanamente" posible al reino donde "para Dios no hay nada imposible" (Lucas 1:37). Como dijo Jesús en Marcos 9:23:
Esta comprensión torcida de la fe es un producto del pensamiento moderno. Vivimos en un mundo de expectativas instantáneas. Nuestros autos son rápidos, nuestra comida es rápida, nuestras comunicaciones son rápidas, y nosotros esperamos que Dios sea rápido. Bebemos café instantáneo, comemos tallarines instantáneos y esperamos de Dios una resolución instantánea para nuestros problemas. Hemos traducido la demanda moderna de satisfacción instantánea en una teología de respuesta instantánea.
Pero Dios no obra de esa manera. Aunque 2 Pedro 3:9 nos dice que Dios no "tarda en cumplir su promesa, según entienden algunos la tardanza", 2 Pedro 3:8 nos dice que Dios tampoco obra de acuerdo a la conveniencia del tiempo de nuestra agenda. Claramente, expresa que él no se ajusta a esos cinco minutos que le hemos permitido convenientemente, dentro de nuestra ocupada vida.
A fin fe comprender como opera realmente la fe, necesitamos ganar entendimiento bíblico de la fe. En Hebreos 6:12, el escritor dice:
Esto no significa que Dios a veces no responda rápidamente o aun instantáneamente. Compartiré un ejemplo de mi propia experiencia.
Cuando tenía 18 años, viajé con mi padre dentro de las tupidas selvas del sudeste de Asia, viajando de villa en villaa lo largo de la frontera entre "Tailandia y Birmania", predicando el evangelio y orando por los enfermos. Fue en medio de la temporada de lluvia, y siempre estábamos mojados, de la cabeza a los pies literalmente, por másde tres semanas. Debido a que esta área de la selva era una de las peores áreas de la malaria en el mundo, mi padre y yo habíamos orado y pedido al Señor por su protección. Nosotros también estábamos tomando quinina como una medida preventiva, pero supimos que esto no nos protegía totalmente contra la malaria.
Apenas habíamos llegado a una villa y sentado a comer, cuando empecé sentirme seriamente mal. Me excuséde la cena y me acosté en mi esterilla de dormir, bajo una malla de protección contra los mosquitos. Pero a los pocos minutos, comencé a temblar fuertemente y me vino fiebre alta.
Me las arreglé para volver a la habitación donde mi padre y los ancianos de la villa estaban comiendo y le dije a mi papá que estaba enfermo. No necesité decir más; él pudo ver que yo estaba manifestando todos los síntomas clásicos de la malaria. Me llevó de nuevo a la habitación donde estaba acostado anteriormente y me dijo que me quedara ahí parado, mientras él me impuso sus manos y oró por mí. Recuerdo claramente las palabras que oró: "En el nombre de Jesús tomamos autoridad sobre este ataque sobre el cuerpo de David y ¡ordenamos a la malaria que quite sus manos de David!" También recuerdo mis pensamientos en ese momento. Yo no tenía fe en absoluto. Todo lo que pude pensar fue: "Por favor ora rápido papá para que me pueda acostar".
Luego que papá terminó de orar por mí, me acosté en mi lecho, pero pasaron unos pocos minutos antes que me diera cuenta que no estaba temblando más. De hecho, mi fiebre se había ido, y el horrible malestar que había sentidoen la boca del estómago había desaparecido. Pero, me recuerdo pensando en ese momento; es sólo porque me acosté. En el momento en que me levante, el temblor va a regresar nuevamente.
Eso muestra que poca fe yo tenía. Pero la fe de mi padre, era más que suficiente para ambos. Luego de unos cinco minutos, finalmente decidí que era ridículo estar acostado ahí, tratando de explicar la súbita ausencia de los síntomas. Me levanté y estaba sorprendido de lo fuerte que me sentía. Estaba apenas oscureciendo cuando había sido sanado... y sucedió tan rápido que me tomó por sorpresa. Fui al área del comedor y me uní a ellos para la cena, sintiéndome repentinamente hambriento.
Esta es una de muchas historias que les podría contar, pero lo importante a observar es que creo que Dios puede y a menudo lo hace, responder instantáneamente. El peligro, no obstante, es hacer la ecuación de, fe "exitosa" igual a resultados instantáneos. Pero, ¿se trata de eso la fe?
Dale una mirada a 1 Pedro 1:6-7:
Es importante entender esto, porque si nos equivocamos en este punto, entenderemos completamente mal la obra que Dios está haciendo en nuestras vidas. Aquí estoy, enfermo, con una enfermedad que amenaza llevarse mi vida. Pero Dios está interesado en mucho más que sólo sanarme. Su propósito es que yo madure, y glorificarse en mi vida. Y así, por esta razón, Dios puede elegir demorar su respuesta para "probar" mi fe - para probar que es genuina. Esta prueba de mi fe, como lo explica Santiago 1:3, es diseñada para desarrollar la perseverancia, la cual debe "llevar a feliz término la obra, para que [sea perfecto e integro] sin que [me] falte nada".
Continuará.....
"En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan."¿Pero como actúa la fe realmente? ¿Y por qué dice que "sin fe es imposible agradar a Dios"? Y quizá, más importante, ¿Cómo opera realmente la fe en una situación como la mía? Esto es lo que quiero explorar en el post de hoy.
Primero veamos mas de cerca Hebreos 11:6. Este versículo muestra que la fe tiene dos niveles:
1. Fe en la existencia de Dios: "creer que él existe"
2. Fe en el carácter de Dios: creer que "recompensa a quienes lo buscan"
No es suficiente tener solamente el primer nivel de fe. Esa es una fe pasiva, una mera creencia en la existencia de Dios (después de todo, aun para Dios, la "existencia" es pasiva). La verdadera fe, no obstante, es activa. Lleva la creencia de la existencia de Dios a un próximo nivel (dado que el verbo "recompensar" es activo, también requiere una respuesta activa de mi parte) Me motiva a buscar a Dios fervientemente.
Hoy, Cal Marsh , un querido amigo y hermano, de Christ Chapel en Macon, Georgia, me escribió y compartiósu propia paráfrasis de Hebreos 11:6, como si fuera hablado directamente del Señor para mí, y realmente me animó. Aquí está esa paráfrasis:
"Nada me agrada a más que tu fe perseverante en todo lo que yo soy y en todo lo que prometí hacer."Una vez que escuché a alguien explicar la naturaleza de la fe con esta ilustración. Había una vez un hombre que estaba cruzando las cataratas del Niágara a través de una cuerda floja. La multitud observaba y exclamaba Ahhhs y Ohhs mientras él desafiaba al miedo y a la gravedad al mismo tiempo, cruzando hacia el otro lado de la gran muralla de agua, volvió nuevamente hacia la multitud. Cuando el osado hombre llegó a ellos, les gritó: "¿Cuantos de ustedes creen que puedo cruzar al otro lado y volver nuevamente con un hombre en una carretilla?"
Basado en las grandes exclamaciones que provenían de los espectadores, era obvio que todos creían que él podía hacerlo. Pero entonces, el temerario hombre les gritó:" ¡Bien! ¡Ahora necesito un voluntario que se suba a la carretilla!" El silencio fue la única respuesta de la multitud. Su fe en su destreza era una fe de espectador. Poner sus vidas personales en la cuerda, era no obstante, una historia diferente.
La fe en Dios pone tu vida en la cuerda floja con él. Es más que un consentimiento mental, es un reconocimiento de la verdad. La fe va más allá de tu experiencia pasada, más allá de tu capacidad en el pasado, más allá de lo conocido, es ir hacia lo desconocido. Por definición, la fe "te extiende". Sacude la zona de seguridad la zona personal de "no me toques", que has creado para ti, la cual es confortable y con un riesgo mínimo y que te deja afuera de la vida al límite, con Dios.
Esencialmente, la fe significa confianza total en Dios, confianza en las promesas de Dios, confianza en el carácter de Dios, y confianza en la capacidad de Dios para hacer todo lo que él ha prometido hacer. Por eso es que Romanos 4:18-21 describe la fe de Abraham de la siguiente manera:
"Contra toda esperanza, Abraham creyó y esperó, y de este modo llegó a ser padre de muchas naciones, tal como se le había dicho: "Así de numerosa será tu descendencia." Su fe no flaqueó, aunque reconocía que su cuerpo estaba como muerto, pues ya tenía unos cien años, y que también estaba muerta la matriz de Sara. Ante la promesa de Dios no vaciló como un incrédulo, sino que se reafirmó en su fe y dio gloria a Dios, plenamente convencido de que Dios tenía poder para cumplir lo que había prometido."Hebreos 11 es llamado comúnmente el capítulo de la fe, pero en este capítulo, el escritor esta explicando simplemente con más detalles un punto que él ha hecho al final del capítulo 10. En Hebreos 10:35-39, escribió:
"Asíque no pierdan la confianza, porque ésta será grandemente recompensada. Ustedes necesitan perseverar para que, después de haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido. Pues dentro de muy poco tiempo, "el que ha de venir vendrá, y no tardará. Pero mi justo* vivirá por la fe. Y si se vuelve atrás, no será de mi agrado."Pero nosotros no somos de los que se vuelven atrás y acaban por perderse, sino de los que tienen fe y preservan su vida."En este pasaje descubrimos más acerca de la naturaleza de la fe:
Yo puedo elegir como responder en mí situación actual. Puedo responder en fe, lo que implica no tirar por tierra mi confianza y perseverar en hacer la voluntad de Dios. O puedo responder con miedo y duda, y "entregarme". Yo, junto con mi familia, hemos decidido tener fe en Dios. Esta fe nos ha lanzado mas allá del reino de lo que es "humanamente" posible al reino donde "para Dios no hay nada imposible" (Lucas 1:37). Como dijo Jesús en Marcos 9:23:
"¿Cómo que si puedo? Para el que cree, todo es posible"¿Pero qué pasa ahora? Hay un tipo de fe muy predicada hoy en día, que pone énfasis en reclamar resultados instantáneos. La fe se convierte casi en una formula para obtener lo que nosotros queremos en la vida, un botón espiritual que pulsamos y Dios responde, un chasquido de nuestros dedos, para que nos atiendan, cumpliendo nuestros deseos, como el genio de la botella. En esta visión distorsionada de la fe, Dios viene a ser el siervo y nosotros los señores.
Esta comprensión torcida de la fe es un producto del pensamiento moderno. Vivimos en un mundo de expectativas instantáneas. Nuestros autos son rápidos, nuestra comida es rápida, nuestras comunicaciones son rápidas, y nosotros esperamos que Dios sea rápido. Bebemos café instantáneo, comemos tallarines instantáneos y esperamos de Dios una resolución instantánea para nuestros problemas. Hemos traducido la demanda moderna de satisfacción instantánea en una teología de respuesta instantánea.
Pero Dios no obra de esa manera. Aunque 2 Pedro 3:9 nos dice que Dios no "tarda en cumplir su promesa, según entienden algunos la tardanza", 2 Pedro 3:8 nos dice que Dios tampoco obra de acuerdo a la conveniencia del tiempo de nuestra agenda. Claramente, expresa que él no se ajusta a esos cinco minutos que le hemos permitido convenientemente, dentro de nuestra ocupada vida.
A fin fe comprender como opera realmente la fe, necesitamos ganar entendimiento bíblico de la fe. En Hebreos 6:12, el escritor dice:
"No sean perezosos; más bien, imiten a quienes por su fe y paciencia heredan las promesas"Observa que esas dos palabras - fe y paciencia - van de la mano. Nosotros no heredamos lo que Dios ha prometido sólo por medio de la fe, sino por medio de la fe y la paciencia. La fe y la paciencia no son contradictorias; son complementarias (mira también 2 Tesalonicenses 1:4).
Esto no significa que Dios a veces no responda rápidamente o aun instantáneamente. Compartiré un ejemplo de mi propia experiencia.
Cuando tenía 18 años, viajé con mi padre dentro de las tupidas selvas del sudeste de Asia, viajando de villa en villaa lo largo de la frontera entre "Tailandia y Birmania", predicando el evangelio y orando por los enfermos. Fue en medio de la temporada de lluvia, y siempre estábamos mojados, de la cabeza a los pies literalmente, por másde tres semanas. Debido a que esta área de la selva era una de las peores áreas de la malaria en el mundo, mi padre y yo habíamos orado y pedido al Señor por su protección. Nosotros también estábamos tomando quinina como una medida preventiva, pero supimos que esto no nos protegía totalmente contra la malaria.
Apenas habíamos llegado a una villa y sentado a comer, cuando empecé sentirme seriamente mal. Me excuséde la cena y me acosté en mi esterilla de dormir, bajo una malla de protección contra los mosquitos. Pero a los pocos minutos, comencé a temblar fuertemente y me vino fiebre alta.
Me las arreglé para volver a la habitación donde mi padre y los ancianos de la villa estaban comiendo y le dije a mi papá que estaba enfermo. No necesité decir más; él pudo ver que yo estaba manifestando todos los síntomas clásicos de la malaria. Me llevó de nuevo a la habitación donde estaba acostado anteriormente y me dijo que me quedara ahí parado, mientras él me impuso sus manos y oró por mí. Recuerdo claramente las palabras que oró: "En el nombre de Jesús tomamos autoridad sobre este ataque sobre el cuerpo de David y ¡ordenamos a la malaria que quite sus manos de David!" También recuerdo mis pensamientos en ese momento. Yo no tenía fe en absoluto. Todo lo que pude pensar fue: "Por favor ora rápido papá para que me pueda acostar".
Luego que papá terminó de orar por mí, me acosté en mi lecho, pero pasaron unos pocos minutos antes que me diera cuenta que no estaba temblando más. De hecho, mi fiebre se había ido, y el horrible malestar que había sentidoen la boca del estómago había desaparecido. Pero, me recuerdo pensando en ese momento; es sólo porque me acosté. En el momento en que me levante, el temblor va a regresar nuevamente.
Eso muestra que poca fe yo tenía. Pero la fe de mi padre, era más que suficiente para ambos. Luego de unos cinco minutos, finalmente decidí que era ridículo estar acostado ahí, tratando de explicar la súbita ausencia de los síntomas. Me levanté y estaba sorprendido de lo fuerte que me sentía. Estaba apenas oscureciendo cuando había sido sanado... y sucedió tan rápido que me tomó por sorpresa. Fui al área del comedor y me uní a ellos para la cena, sintiéndome repentinamente hambriento.
Esta es una de muchas historias que les podría contar, pero lo importante a observar es que creo que Dios puede y a menudo lo hace, responder instantáneamente. El peligro, no obstante, es hacer la ecuación de, fe "exitosa" igual a resultados instantáneos. Pero, ¿se trata de eso la fe?
Dale una mirada a 1 Pedro 1:6-7:
"Esto es para ustedes motivo de gran alegría, a pesar de que hasta ahora han tenido que sufrir diversas pruebas por un tiempo. El oro, aunque perecedero, se acrisola al fuego. Así también la fe de ustedes, que vale mucho más que el oro, al ser acrisolada por las pruebas demostrará que es digna de aprobación, gloria y honor cuando Jesucristo se revele."De acuerdo a Pedro, la verdadera fe - fe genuina - es "probada" o "refinada" de la misma manera que el oro es "tratado" o "refinado" por el fuego. Pedro llama a este proceso "la prueba de fe". Santiago también describe este proceso en Santiago 1:2-4:
"Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada."Verás que Dios está obrando en muchos niveles en tu vida. El error que muchos cristianos cometen es pensar que la meta primaria de Dios es hacerlos felices, cómodos y satisfechos. Lejos de eso, la meta primaria de Dios es nuestra madurez, para que seamos como Cristo (ver Romanos 8:29). Y el mecanismo por el cual Dios nos madura, es la fe - o, más precisamente, ¡la prueba de fe!
Es importante entender esto, porque si nos equivocamos en este punto, entenderemos completamente mal la obra que Dios está haciendo en nuestras vidas. Aquí estoy, enfermo, con una enfermedad que amenaza llevarse mi vida. Pero Dios está interesado en mucho más que sólo sanarme. Su propósito es que yo madure, y glorificarse en mi vida. Y así, por esta razón, Dios puede elegir demorar su respuesta para "probar" mi fe - para probar que es genuina. Esta prueba de mi fe, como lo explica Santiago 1:3, es diseñada para desarrollar la perseverancia, la cual debe "llevar a feliz término la obra, para que [sea perfecto e integro] sin que [me] falte nada".
Continuará.....
