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ENTREVISTA CON EL PROF. ANANTHARAMAM

ENTREVISTA CON EL Prof. ANANTHARAMAM

 

 

 

Les presentamos ahora una conversación entre el Prof. Anantharaman, Profesor de Administración y también Presidente de Junta de una empresa en Nueva York, y el Profesor Venkataraman, previo Vice Canciller de la Universidad Sri Sathya Sai.

 

 

Prof. G.V.

 

Bienvenido a los estudios de grabación de Radio Sai. Quisiera que nos contaras algo acerca de ti mismo, tu trasfondo, dónde trabajas, cómo llegaste a ello, etc, y luego pasaremos a la pregunta más interesante y tal vez más pertinente de cómo llegaste a Swami...

 

 

P. A.

 

Básicamente me podrías llamar un co-peregrino, utilizando esta palabra en su sentido más amplio...

 

 

Prof. G.V.

 

¡De hecho todos lo somos! ¡Sólo que algunos de nosotros lo sabemos, mientras la mayoría no se da cuenta!

 

 

P. A.                                                                               

 

¡Cierto! Bien, soy un Presidente de Junta y Ejecutivo Jefe de un Multi Conglomerado Internacional de empresas, el cual opera desde Suiza. Paralelamente también doy clases en Escuelas de Administración.

 

 

Prof. G.V.

 

¿Dónde estás basado?

 

 

P. A.

 

En Nueva York. La Oficina Central de este Conglomerado de empresas está en Suiza, yo atiendo básicamente a sus operaciones en los Estados Unidos. Pero durante estos últimos años me he extendido más y más hacia el área educacional, y poco a poco me estoy apartando de las responsabilidades empresariales, sobre todo después de todo lo que ha está sucediendo en los Estados Unidos en los últimos años – obviamente no es un lugar tranquilo y seguro, así que estoy tratando de escapar al área académica...

 

 

Prof. G.V.

 

¿En qué escuela das clases?

 

 

P. A.

 

Soy Profesor adjunto en tres Universidades diferentes, en la Universidad de Nueva York, en la Escuela de Negocios de Harvard, y también en la Universidad de Pace. Elijo los semestres de acuerdo a mi disponibilidad. Durante los últimos 4 o 5 años, cada vez que he venido a Puttaparthi, he aprovechado la oportunidad para pasar algún tiempo en la Universidad Sri Sathya Sai, en el departamento de Administración y Contabilidad. Hasta ahora he dado algunas clases de vez en cuando, pero esta vez quiero quedarme más tiempo. Swami en una entrevista me dijo, "¿Porqué no extiendes tu actividad de aquí?" Así que, con ello en mente, esta vez he venido a pasar un semestre entero, enseñando dos materias. Con Su Gracia, mi intención es gradualmente expandir mi actividad aquí en el Instituto, y tal vez pasar menos tiempo en los Estados Unidos. Me he deshecho de la mayor parte de mis responsabilidades en la Corporación, ahora soy únicamente Presidente de Junta, no tengo responsabilidades operativas.

 

 

Prof. G.V.

 

Dices que vienes frecuentemente a Puttaparthi a dar algunas sesiones en la Universidad. ¿Cuándo y cómo llegaste a Swami? ¿Hubo algún suceso fuera de lo normal, o fue que gradualmente te fuiste implicando más y más?

 

 

 

P. A.

 

Bien - ¡Swami tiene Sus maneras de atraerte cuando estás listo! Creo que llegué a Swami hará unos 25 años. Básicamente, como todos los demás, lo que me trajo a Swami fue el famoso libro de Howard Murphet, "Sai Baba, el hombre milagroso".

 

 

Prof. G.V.

 

Aquí he de corregirte, ¡a pesar de que seas un Profesor! No todos llegan a Swami vía Howard Murphet (se rie). Mucha gente llega vía Sufrimiento. Cuando la gente tiene problemas, busca a Dios. ¡Es una estrategia muy antigua de Swami! Como dijo Kabir, (Poeta Místico del siglo 15), es sólo cuando estamos afligidos que buscamos a Dios.

 

 

P. A.

 

De hecho también yo llegué a Swami a través de una especie de aflicción – debiera haber dicho que mi introducción a Swami fue a través de Howard Murphet.

 

 

Prof. G.V.

 

De acuerdo – ¡aceptamos tu clarificación legal! (se rie) Cuando supiste de Swami, ¿estabas en la India o en los Estados Unidos?

 

 

P. A.

 

Estaba en la India. En aquel tiempo estaba trabajando en Madrás. Básicamente lo que sucedió fue que una vez que tenía que tomar el tren de Madrás a Bangalore, no tenía nada para leer. Mi madre me dio este libro "Sai Baba, el hombre milagroso". Lo acabé de leer durante ese mismo viaje a Bangalore, pero aún entonces no estaba convencido. Tenía una gran aversión por hombres de Dios en general, y por éste en particular. Así que más que nada leí este libro porque no tenía ninguna otra cosa para leer.

 

 

 

Como bien has dicho, es a través de ciertos eventos que llegamos a Swami. El evento que me llevó a mí a Swami fue el siguiente: En aquellos tiempos, cada vez que yo estaba en Bangalore, mi madre me pedía que la llevara a Whitefield, al ashram de Swami. Porque mi madre es una persona muy piadosa. No es exactamente devota de Swami, ella respeta a todo el que lleve ropa de color azafrán, es ese tipo de persona. Así que ella me solía pedir que la llevara a Whitefield, y yo la dejaba allí, regresaba a Bangalore, y al cabo de dos horas volvía a buscarla.

 

 

 

Prof. G.V.

 

¡La gasolina debe de haber sido menos costosa en aquellos días!

 

 

 

 

 

P. A.

 

Yo creía que el hacer 20 millas para satisfacer el deseo de una madre era suficiente satisfacción del deber filial, es decir, que no hacía falta el que también yo entrara al recinto del ashram. Un día en particular, después de dejar a mi madre en el ashram, en el camino de regreso a la ciudad nos detuvimos en el Club de Bangalore. Mi esposa y mi hijo estaban conmigo. Decidimos quedarnos a comer ahí y pasar un rato en la piscina del Club. Mi hijo estaba jugando al lado de la piscina, y de repente, durante 15 minutos, desapareció. No sabíamos dónde estaba, lo buscamos por todas partes. De repente, mi hermano, que también estaba presente, vio unas ropas rojas flotando al final de la piscina y de inmediato saltó dentro – era mi hijo, flotando en el agua durante esos 15 minutos. Estaba ya muy ido, pero aplicamos los primeros auxilios y logramos traerlo de nuevo. Al día siguiente, cuando llevaba a mi madre a Whitefield, sentí cierta curiosidad por esta Persona a la cual todo el mundo iba a ver. Así que entré, y me quedé en algún lugar al margen de la gente. Tan pronto como mi hijo vió a Swami en la distancia, me dijo, "¡Papá, este es el señor que vino ayer y me sostuvo por encima del agua!"

 

 

En aquel momento pensé que esto era algún tipo de influencia en el niño por parte de mi madre, así que no dije nada. Pero después de un rato, Swami comenzó a caminar hacia él. Vino directamente hacia nosotros, y mirando a mi hijo con complicidad, le dio unas palmaditas en la espalda y le dijo, "¿Ya te cambiaste de ropa, te quitaste la ropa mojada?", y se fue. Y en ese momento me emocioné profundamente, sentí que allí había algo más, y este suceso fue probablemente el comienzo de esta larga jornada espiritual en la que se ha convertido mi vida, jornada que todavía continúa. 

 

 

Prof. G.V.

 

¡Es una historia fascinante, aunque no es la única! Pero muestra de que maneras Swami actúa. Ayer mismo estaba hablando con Sunil Gavaskar, la Celebridad del Cricket, y él me estaba explicando cómo llegó a Swami, a través de su madre. Pero hablaremos de ello en otra ocasión. Bien, ¿qué es lo que Swami significa para ti?

 

 

 

P. A.

 

¿Qué es lo que Swami significa para mí? Creo que Swami lo significa todo para mí. Para mí  Swami significa la Creación, Swami significa Divinidad, Swami significa todo lo que quiero entender – no lo puedo poner en palabras, no es un sentimiento lógico, analítico, es un sentimiento totalmente emocional...

 

 

 

Prof. G.V.

 

Te entiendo perfectamente – es obvio que Swami ha entrado en tu corazón, y el corazón está más allá del ámbito de la lógica, creo que esto es lo que estás tratando de expresar. Pero yo te quisiera hacer la siguiente pregunta, que creo que sí se puede responder.  ¿Cómo piensas que Swami ha influenciado tu vida? Lo hace invariablemente de una manera u otra, y el impacto es diferente en diferentes personas, dependiendo de su coloración mental, su personalidad – sus gunas o cualidades, en lenguaje espiritual. En tu caso, ¿qué tipo de impacto ha hecho Bhagaván en tu vida?

 

 

P. A.

 

Creo que lo que me ha impresionado mucho es Su filosofía básica de que todas las religiones son diferentes caminos que llevan al mismo Dios…

 

 

 

Prof. G.V.

 

Pero eso significa que tú no eras realmente un agnóstico, ¿aceptabas la religión, aceptabas la existencia de Dios, antes de ver a Swami?

 

 

P. A.

 

Se me educó de manera bastante espiritual. Vengo de una familia conservativa del sur de la India, ahí no puedes escaparlo. Pero en algún momento, al crecer, empecé a hacer ver ante mí mismo que no creía en Dios. Creo que muchos hemos pasado por esa fase…

 

 

Prof. G.V.

 

Y supongo que es también un tipo de arrogancia espiritual, sabes, "Soy un intelectual, puedo pensar por mí mismo, no necesito que me laven el cerebro", ese tipo de sentimiento …

 

 

P. A.

 

Y además era un estudiante de Ciencias, como tú. Así que crees que tienes cierto  conocimiento, te olvidas de lo que Sir Isaac Newton dijo, que somos cómo niños pequeños jugando con las piedrecillas a la orilla del océano. Nos olvidamos de esto, y afirmamos que hay una lógica en todas partes. Pasas por una fase de pensamiento confuso, de lógica confusa. También yo pasé por esa fase...

 

 

Prof. G.V.

 

Ya que me mencionas y me incluyes en el cuadro, tengo que decir, para el archivo, que yo tenía una personalidad curiosamente dividida. Yo siempre he aceptado la existencia de Dios no sólo debido a las circunstancias familiares en las que crecí, sino también debido a Gandhi, que tuvo una gran influencia sobre mí. Y por supuesto, en lo que a la Ciencia se refiere, me absorbía por completo. No había necesidad alguna de entrar en debates filosóficos, así que podía cómodamente mantener estas dos facetas separadas. ¡Por lo menos durante un tiempo! Continúa, por favor…

 

 

 

P. A.

 

Bien, en lo profundo de mi ser, creo que yo quería aceptar a Dios, quería aceptar la Divinidad, excepto que por un tiempo me aparté hacia una especie de agnosticismo. Creo que Swami me trajo de vuelta a lo que yo esencialmente creía, proveyó el vínculo hacia ello. Y lo hizo mediante una serie de circunstancias, este suceso que te acabo de contar fue el comienzo una serie de cosas que empezaron a pasar. Y cuando empezaron a suceder este tipo de cosas…

 

 

 

Prof. G.V.

 

¿Qué cosas pasaron? ¿Nos puedes hablar de alguna de ellas?

 

 

 

P. A.

 

Una vez estaba en Singapur en un viaje de negocios, y en el aeropuerto me di cuenta de que había perdido todos mis papeles, todos. Desaparecieron. Imagínate, estaba en un aeropuerto extraño, no tenía pasaporte, no tenía visado, no puedes ni entrar ni salir, no tienes dinero, lo has perdido todo – es una situación muy extraña, estás en una especie de tierra de nadie. Así que yo estaba en esa situación. Aún así, cuando anunciaron mi vuelo, pensé, "Déjame ir, a ver qué pasa". Quería probar a ver si me dejaban pasar. Así que fui para la puerta de embarque, y justo cuando llegaba se me acercó alguien y me dio un paquete, y me dijo, "Mire, creo que estos son sus papeles de viaje" , y después  desapareció misteriosamente. Era un aeropuerto muy grande, y yo traté de buscar por dónde se había ido esa persona –  pero había desparecido completamente, lo cual de hecho no era posible en ese lugar. Esto es otro de los puntos.

 

 

Prof. G.V.

 

Incidentalmente esto me recuerda la experiencia de un devoto que ahora vive aquí. Estaba viajando de Australia a Canadá, y en aquel momento estaba de paso en Los Angeles. Allí debía tomar un vuelo a Toronto, Canadá.

 

 

Y ahí estaba, en LA., viajando en autobús. En aquellos días todavía se usaban aquellas carteras más grandes, y dejó la suya sobre el asiento contiguo. Su cartera era del mismo color que los asientos de ese autobús, y cuando se bajó, se olvidó su cartera. Salió del autobús y pensó, "Aún me quedan un par de horas, déjame ir a relajarme un rato a un parque." Y allí en el parque se dio cuenta, horrorizado, de que estaba en esa misma situación que acabas de describir: no tenía dinero, no tenía su pasaje de vuelo, no tenía pasaporte. Y de repente se le acercó un taxi con un conductor mejicano y le dijo, "Creo que ha perdido algo…" Miró dentro del coche y allí estaba su cartera, y abrió la puerta y se sentó dentro. El taxista le dijo, "¿Parece que quiere usted ir a algún sitio?", y él respondió, "¡Si, lléveme al área de partida de los vuelos transcanadienses!" Y más tarde, cuando vino a Puttaparthi, lo primero que Swami le dijo fue, "¡Tienes que ir con más cuidado! ¡No andes dejando tus cosas en los autobuses!". Así que esta es otra de esas maravillosas historias.

 

 

Pero regresemos a ti. ¿En qué año te fuiste de la India a los Estados Unidos? Porque la primera vez que viste a Swami fue después del episodio de la piscina, cuando estabas en la India, pero luego te fuiste a los Estados Unidos.

 

 

P. A.

 

Salí de la India en 1982. Primero fui a Nigeria, donde trabajé para este mismo Grupo Multinacional Suizo. También ahí hubo varios milagros mayores de Swami. Y luego, después de estar en África durante unos cuatro años, viví en Suiza otro par de años, trabajando para la Sede Central de esta misma Multinacional. Fue en 1989 que me mudé a los Estados Unidos, donde he vivido durante los últimos 14 años. Así que he estado fuera de la India desde hace unos 25 años. Y durante estos 25 años, una y otra vez han habido casos de curación, o de recuperar el pasaporte de la manera que te he explicado, o también cosas mucho más básicas que han ido sucediendo...

 

 

Prof. G.V.

 

Bien, eso son cosas que te ayudan a recordar a Swami. Pero la pregunta que te quiero hacer ahora es la siguiente. Durante este cuarto de siglo que has estado fuera de la India, durante este tiempo que has estado en una cultura y un medio ambiente que es substancialmente diferente del nuestro – ¿qué impacto ha tenido Swami en tu vida? Porque la vida en Occidente es diferente, la manera de pensar en diferente. Y es un hecho el que hay gente que se olvida de Swami incluso en el momento en que cruzan la puerta de Ghanesa y salen a la calle, es una experiencia común. Así que, ¿cómo hiciste para recordar a Swami y mantener tu relación de corazón a corazón con El?

 

 

 

P. A.

 

Creo que en la mayoría de las personas que viven en el extranjero, el mero hecho de que viven en una sociedad, en un medio ambiente, donde el sistema de valores es diferente, esto mismo les hace ver la importancia del sistema de valores que Swami enseña. Y creo que ellos piensan mucho más en Swami. De hecho, en cuanto a devotos se refiere, los devotos de fuera de la India son intensamente concientes de la enseñanza de Swami, precisamente debido a la sociedad en la que viven, pues creen que éste es el sistema de valores que la sociedad necesita, los valores básicos de la verdad, la rectitud - la conducta correcta - la no violencia, la paz, etc. Tal vez si hubiese vivido en la India no le habría prestado mucha atención a todo esto. Es debido a que he vivido en el extranjero que realmente veo la relevancia de este sistema de valores...

 

 

Prof. G.V.

 

Los devotos de allá, ¿cómo encuentran la vida? Tú eres un ejemplo representativo, así que te puedo poner a ti esta pregunta: Vives en un sistema que aparentemente niega estos valores que tu aprecias, y tú por una razón u otra vives ahí, el destino te ha llevado ahí. ¿Cómo vives esta situación? ¿Acaso no es una situación algo contradictoria? ¿Cómo se enfrenta uno a este conflicto, a esta contradicción?

 

 

P. A.

 

Bien, hay un conflicto constante entre lo que quieres hacer y aquello que estás forzado a hacer. Y es por ello que en estas situaciones de conflicto que surgen, una y otra vez  piensas en el énfasis que Swami le da al dharma, a la conducta correcta. Cuando vives ahí, constantemente te estás cuestionando acerca de qué es la conducta correcta, sobre todo dentro del área profesional. Es ahí donde yo por ejemplo siempre recuerdo la historia que cuenta Swami de cuando Rama se fue al exilio, obedeciendo las órdenes de su padre, Dasharata, el Rey, que le seguía con su carruaje, llorando. Dasharata le ordenó a Sunanda, el conductor del carruaje de Rama, "¡Detén el carruaje!" Rama le dijo a Sunanda, "No te detengas, y si más tarde Dasharata te pregunta, dile que no le oíste". Cuando Sunanda le preguntó, "¿Cómo puedo decir una mentira?", Rama respondió, "Tu deber no es escuchar los lamentos de Dasharata el padre, sino obedecer las órdenes que te dio Dasharata, tu Rey. Fue el Rey el que te mandó marchar".

 

 

 

Swami, con esta simple parábola, nos enseña qué es el dharma, cual es la conducta correcta a observar en diferentes ocasiones. Cada vez que te encuentras en una posición conflictiva, te vienen a la mente este tipo de parábolas. Particularmente, para los que vivimos en el extranjero, aquellos de nosotros que estamos en el mundo profesional constantemente nos encontramos con este tipo de conflictos, y las enseñanzas de Swami continuamente vienen en nuestra ayuda.

 

 

Prof. G.V.

 

¿De qué manera? Porque las expectativas en un tipo de sociedad como en la de los Estados Unidos puede que sean diferentes de la manera como tú quisieras actuar de acuerdo a los dictados de tu conciencia y de acuerdo a las enseñanzas de Swami.

 

 

P. A.

 

Yo creo que es aquí donde Swami hace todos esos lilas y milagros, que creo que Howard Murphet llama "parábolas en acción". Yo pienso que es aquí donde Swami continuamente nos ayuda. En mi vida profesional han habido bastantes situaciones profesionales en las que ha habido un conflicto, en las que no sabía cómo actuar – sabía qué hacer, pero había un conflicto entre el valor que yo quería afirmar y la manera según la cual funcionaba la sociedad. En esas situaciones, esencialmente lo que sucedió fue que Swami hizo algo de manera que fuera posible para mi el cumplir con los valores que se supone que sigo en mi vida.

 

 

Prof. G.V.

 

Pero, ¿podrías decir que esto es algo que le pasa a todo el mundo? No hablo del hecho de escuchar la voz de la conciencia, la voz de la conciencia siempre está ahí. Hablo de este tipo de así llamadas experiencias milagrosas que te ayudan a mantener la dirección correcta. Porque yo no puedo alardear de ninguna de esas experiencias espectaculares que tantas personas tienen. Hay personas que las tienen, hay personas que no las tienen. Entonces, ¿qué pasa con aquellos que son devotos de Swami, pero que no tienen este tipo de experiencias?

 

 

 

P. A.

 

Pienso que aún así pueden escuchar la voz interna y así encontrar la solución. Probablemente estas experiencias milagrosas les suceden a aquellos que las necesitan. Yo creo que aunque no tengas este tipo de experiencias, si buscas en tu interior, si realmente quieres, yo creo que puedes encontrar una solución. Tal vez estas experiencias nos vienen a los que no somos capaz de profundizar en la búsqueda de una solución o respuesta. Probablemente por eso este tipo de experiencias no te suceden a ti. Algunos de nosotros probablemente las necesitamos...

 

 

Prof. G.V.

 

Bien, creo que esa es una buena respuesta a la pregunta de porqué algunas personas tienen experiencias milagrosas y otras no. Esta cuestión nos lleva a un punto central.

 

Sabes, hace algunos años tuvimos aquí a una persona de los Estados Unidos, un experto en Administración, que iba a dar una conferencia a nuestros estudiantes. Y nos quedamos horrorizados cuando le oímos comenzar diciendo, "Esto es el Instituto, aquello es el Mandir – olvidaros de todo lo que hayáis aprendido allá. El mundo de los negocios es muy duro y funciona con normas diferentes". Por supuesto, nos aseguramos de que este señor no volviese a dar conferencias en nuestro Instituto.

 

 

Pero el hecho es que existe esta doble actitud. No digo que sea una característica particular de la gente que vive en un cierto país o continente. Cada país tiene este problema. De hecho, si alguien lo pusiera en términos generales, tal y como dijo un erudito una vez – en el Oriente la gente cree en la moralidad personal más que en la moralidad social, o la ética social. Y en países Occidentales, se le da una gran importancia a la ética social, pero abandonan la moralidad personal, y esto es algo que ha ido en aumento. Ambas reflejan una especie de actitud dividida. Y tal y cómo dijo  Gandhi, la Verdad es una, no se puede fragmentar en compartimentos. ¿Cómo es que la gente parece estar cómoda con este tipo de actitud, "El mundo de los negocios es diferente, allí se siguen normas diferentes"?

 

 

 

P. A.

 

Hay muchos que sienten este conflicto, que tienen este dilema en su interior, incluso muchos que no son devotos de Swami…

 

 

Prof. G.V.

 

En muchos aspectos, los Estados Unidos tiene una posición única, no solo en términos de potencia militar, sino poder económico, competencia tecnológica, excelencia científica etc. Esa sociedad está en una etapa donde es fácil que se vaya en una dirección errónea – si es que no lo ha hecho ya. Y si se va por el mal camino puede ser muy peligroso. Pero si se desarrolla en la dirección correcta, puede ser de enorme beneficio al mundo entero, porque lo que América hace hoy, el mundo lo hará mañana. Así que la pregunta en breve es: ¿Crees que las enseñanzas de Swami harán algún impacto en esa sociedad? Lo necesitaría desesperadamente, y yo creo que está lista para ello – ¿pero estará lista para recibirlo? ¿Cuál es tu pronóstico?

 

 

P. A.

 

Yo creo que sí lo estaría, pero el problema es la logística y la estrategia de cómo lo recibirán. Tomemos por ejemplo cómo Swami lo está haciendo, mediante Sus establecimientos educacionales...

 

 

También nosotros tuvimos el mismo problema del cual hablábamos, particularmente durante los últimos años, con el sector comercial siendo lo que es en los Estados Unidos. En una de las discusiones que tuvimos en el Instituto de Negocios de Harvard, le preguntamos al decano la siguiente pregunta. Tres de los mayores casos que fueron expuestos tras tener lugar una revisión de los libros eran graduados de Harvard, así que le preguntamos, "Si la Escuela de Negocios de Harvard está produciendo graduados que se convierten en Ejecutivos Jefes que resultan no tener ética en sus negocios - ¿qué es lo que está pasando en esta Escuela?" La respuesta inmediata fue, "Tal vez debiéramos introducir un curso de Ética en el currículo del Master en Administración, etc." ¡Pero así no funciona!

 

 

 

Prof. G.V.

 

Que bueno que menciones esto, porque dentro de unos meses va a tener lugar aquí una conferencia de Vice Cancilleres (de Universidades), y yo tengo que hablar en ella, se me dio esta noticia hace un par de días. Y el tema de mi charla será que manejar este tema poniendo "parches" no lo va a solucionar. La moralidad es algo íntegro, hay una Ley Moral en el Universo, uno no puede ser moral aquí e inmoral allá. Y si lo enseñas como un curso más, los estudiantes estudiarán para tener buenas notas, y después continuarán felizmente cometiendo crímenes blancos, tal vez con incluso mayor destreza. Yo no creo que eso dé buenos resultados. Lo que hay que hacer es cambiar la actitud. ¿Lo ha reconocido o aceptado esa sociedad?

 

 

P. A.

 

Yo creo que si, pero el problema es que no hay manera aparente de cómo la sociedad pueda conseguir este tipo de cambio…

 

 

 

Prof. G.V.

 

Bien, en ese caso, déjame que te haga una pregunta muy fundamental. Se la he puesto a muchas personas, ¡veamos cual es tu respuesta a ella! Como dije antes, América es el Número Uno en muchos aspectos, lo cual significa que es una sociedad con mucha gente muy inteligente, con gente creativa, gente capaz y educada, mucha gente con talento, etc. Si hay tanta gente tan inteligente, ¿cómo es que están ciegos a algo que es tan obvio a gente de menor inteligencia como yo mismo por ejemplo?

 



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