Es un dicho muy conocido. Los Marinovios decimos que la mujer con la que nos casemos debe ser una lady en la calle y una puta en la cama. ¿Realmente necesito ahondar en explicaciones? Para las que se hagan que no entienden, desarrollaré el tema.
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Lady en la Calle
La imagen que proyecta la pareja públicamente repercute positiva o negativamente en la percepción que los demás tendrán sobre el marinovio, y todos Queremos dar la mejor imagen posible, sobre todo cuando estamos con gente de nuestro círculo social y profesional. Si vamos a una reunión con una bataclana, con una chica que tenga conversaciones idiotas, con una que se vista mal o que no sepa comer en la mesa, por ejemplo, lo más probable es que se nos cierren varias puertas. Si además de llegar con una chica que además de lady es preciosa, te suben los bonos hasta el techo. También es muy importante que las parejas de los marinovios se lleven bien entre ellas, si no es así, es muy probable que ni siquiera los marinovios amigos se frecuenten tan regularmente por culpa de las féminas.
Puta en la Cama
Los hombres queremos sexo, y no cualquier sexo, sino del bueno. Queremos sexo del que nos deja ansiosos por la siguiente sesión. Queremos una mujer que nos abra la mente y que dé rienda suelta tanto a su imaginación como a la nuestra. Marinovias reprimidas, cucufatas, cuestionantes o quejumbrosas entran a una lista negra. Hasta cierto nivel de timidez inocente resulta atractivo, pero nada de lo anterior lo es. Queremos mujeres sin miedo a experimentar con nosotros si nosotros así lo queremos (ver post "Quiero a Dos Mujeres en mi Cama").
Señoritas, la verdad está sobre el tapete. Lo demás... queda en sus manos.
Puta en la Cama
Los hombres queremos sexo, y no cualquier sexo, sino del bueno. Queremos sexo del que nos deja ansiosos por la siguiente sesión. Queremos una mujer que nos abra la mente y que dé rienda suelta tanto a su imaginación como a la nuestra. Marinovias reprimidas, cucufatas, cuestionantes o quejumbrosas entran a una lista negra. Hasta cierto nivel de timidez inocente resulta atractivo, pero nada de lo anterior lo es. Queremos mujeres sin miedo a experimentar con nosotros si nosotros así lo queremos (ver post "Quiero a Dos Mujeres en mi Cama").
Señoritas, la verdad está sobre el tapete. Lo demás... queda en sus manos.