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Diferencia entre inducción y vitrocerámica: Analizamos los dos tipos de cocina eléctrica más populares

Las placas de inducción o vitrocerámica han revolucionado el mundo de la cocina durante las últimas décadas. De hecho, han relegado a un segundo plano las cocinas tradicionales que utilizaban gas para cocinar y se han impuesto como una opción imprescindible del equipamiento de cualquier cocina actual por sus múltiples ventajas. Así pues, las placas de vitrocerámica e inducción han venido para quedarse.

Sin embargo, aunque las placas de inducción y de vitrocerámica no son lo mismo, son muchas las personas las que, a primera vista, no saben diferenciarlas. De hecho, mucha gente todavía cree que son lo mismo, pese a que tienen muchas diferencias. Entre ellas, podemos destacar, como veremos más adelante, el hecho de que ni siquiera calientan los alimentos de la misma manera.

Así pues, en este artículo te vamos a mostrar las diferencias entre la vitrocerámica y la inducción. Por ello, analizaremos los dos tipos de cocina más populares en la actualidad para que puedas elegir cuál de los dos se adapta mejor a tus necesidades. Para ello, explicaremos en qué consiste cada uno de estos dos tipos de cocina y cómo funciona cada uno de ellos. Esto es importante para destacar sus diferencias más importantes y tratar de vislumbrar cuál de las dos ofrece mejores resultados.

¿Qué es la vitrocerámica?

Las cocinas de vitrocerámica están compuestas por una placa elaborada con una capa de vidrio sobre otra de cerámica. En su interior se encuentran las resistencias eléctricas, que suelen ser de metal. Cuando el metal se ve sometido a una corriente eléctrica, se genera un campo eléctrico que calienta la cerámica, que a su vez calienta la superficie de vidrio. De esta manera, la resistencia eléctrica se calienta e irradia calor a su alrededor y, por supuesto, a aquello que se encuentra en la superficie de vidrio que recubre la placa.

La temperatura se puede controlar gracias al control de la corriente eléctrica que se aplica sobre la capa de metal. De esta manera, se puede regular la temperatura de la misma manera que lo podemos hacer con una cocina de gas o con un horno. Así pues, es importante saber qué es la vitrocerámica para poder compararlas con las cocinas de inducción.

¿Qué es la inducción en cocina

La cocina de inducción consta de una placa vitrocerámica de inducción que tiene la peculiaridad de que su superficie no se calienta cuando cocinamos. Esto permite cocinar los alimentos de una manera muy rápida gracias a que genera un campo electromagnético que, en contacto con un recipiente ferromagnético, hace que este se caliente y caliente aquellos alimentos que se encuentran en su interior.

El hecho de disponer de esta placa vitrocerámica, hace que mucha gente confunda la inducción con la vitrocerámica. Sin embargo, como has visto, su funcionamiento es totalmente diferente. Además, no todos los recipientes de cocina sirven en estos casos, ya que aquellos que están elaborados con terracota o de aluminio no se calentarán. Es decir, el recipiente utilizado debe ser necesariamente ferromagnético para que la cocina de inducción lo caliente.

Es decir, las cocinas de inducción detectan cuando colocas un recipiente en su superficie y empieza a aplicar sus ondas magnéticas en distintos sentidos. La energía que el recipiente absorbe se transforma en energía calorífica, por lo que este se calienta y al mismo tiempo, calienta la comida que se encuentra dentro del mismo. Asimismo, las cocinas de inducción se adaptan a la forma y el tamaño del recipiente, por lo que solo se encienden para aquellas partes que entran en contacto con la placa.

¿Cuál es la diferencia entre la inducción y la vitrocerámica?

Como habrás podido observar, las cocinas de inducción y las de vitrocerámica funcionan de una manera muy diferente. De esta manera, podemos decir que su principal diferencia radica en la manera en la que calientan los recipientes en los que se cocinan los alimentos.

Así, mientras las de vitrocerámica se valen de una resistencia que irradia calor a todas partes, las de inducción no calientan en absoluto la superficie de la placa. En este caso, únicamente calientan un recipiente específico que ha de estar fabricado con un material ferromagnético.

Esto proporciona ciertas ventajas y desventajas que es mejor tener en cuenta a la hora de optar por una de estas dos opciones actuales. Por ejemplo, hay que decir que las placas de inducción calientan la comida de una manera mucho más rápida que las de vitrocerámica. Estas, por lo tanto, han venido para sustituir a las cocinas tradicionales de gas para hacernos la vida mucho más fácil y más confortable.

¿Qué consume más, la vitrocerámica o la inducción?

Ambas son opciones que funcionan gracias a la energía eléctrica. Sin embargo, si quieres saber qué consume más, si la vitrocerámica o la inducción, lo cierto es que una de ellas proporciona un mayor ahorro de energía eléctrica. Recuerda que las cocinas de vitrocerámica tardan bastante más en calentarse que las de inducción. Esto hace que su nivel de eficiencia energética sea bastante menor, ya que gastan una mayor cantidad de energía.

Es más, en este sentido, utilizando placas de inducción, podrás ser capaz de ahorrar hasta un 20% de energía eléctrica que utilizando las de vitrocerámica con resistencias. A esto se suma que las primeras sólo se encienden si encima colocas un recipiente elaborado con un metal ferromagnético mientras que las de vitrocerámica se encienden manualmente. Todo ello, hace que estas consuman más energía que las de inducción.

¿Qué es mejor, la vitrocerámica o la inducción?

Aunque ambas son muy buenas opciones para instalar en cualquier cocina actual, lo cierto es que consideramos que las cocinas de inducción son mejores que las de vitrocerámica. Para explicarte por qué, tenemos algunos argumentos bastante sólidos, como, por ejemplo, la eficiencia energética. En este sentido las de inducción son mucho más eficientes que las de vitrocerámica porque se calientan rápidamente y no utilizan más energía de la necesaria para cocinar los alimentos.

Si hablamos de la superficie, es importante saber que en las de inducción no se calienta, por lo que se pueden limpiar perfectamente en el momento en que terminamos de cocinar. Sin embargo, las de vitrocerámica, al utilizar resistencias, calientan mucho la superficie, por lo que debemos de esperar un tiempo antes de poder limpiar.

Pese a todo, debemos reconocer que las de vitrocerámica tienen algunas ventajas. Por ejemplo, que permiten utilizar cualquier olla que tenga la base plana. Sin embargo, si quieres saber qué ollas sirven para la inducción, te diremos que sólo puedes utilizar las que están elaboradas con metal ferromagnético, ya que, de lo contrario, no se calentarán.

Sin embargo, esto es una desventaja para las de vitrocerámica si hablamos en materia de seguridad. De hecho, estas se pueden quedar encendidas sin que nos demos cuenta, ya que tenemos que encender y apagar las resistencias desde el comando de la propia vitrocerámica. En cambio, las de inducción sólo calientan el recipiente ferromagnético cuando lo ponemos encima, pero la superficie de la placa siempre permanece fría. Por ello, estas son más seguras y se reduce considerablemente el riesgo de accidentes.

Por último, no podemos terminar esta diferencia entre la vitrocerámica e inducción sin hablar del precio. En este aspecto también hay una gran diferencia económica entre ambas. De hecho, las de inducción tienen un precio que suele ser bastante elevado, mientras que, por su parte, las de vitrocerámica son bastante económicas.



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