Por: Ricardo Buitrago C.

En artículo de la revista Semana “Barranquilla debate el futuro del viejo fuerte en el Paraíso” se narra la discusión generada en la ciudad sobre el área del terreno, en donde ha venido funcionando el Batallón de Policía Militar No 2, que se suponía fuera toda destinada al Megaparque Paraíso pero, cuando se hizo público el convenio que el Distrito firmó con Mindefensa y Constructora Bolívar, se supo le serian cercenadas 17 hectáreas para Desarrollos Privados por cuenta de la prestigiosa firma, signante del acuerdo, que actuó como único proponente lo que despertó, dice el escrito, “toda suerte de suspicacias mediáticas en la Arenosa”.

El periodista autor de la nota le lava las manos al distrito, en la operación que ha sido cuestionada por supuesta poca transparencia, argumentando que se trató de una decisión nacional ante la falta de recursos del distrito para adelantar la obra. Consideración esta, para muchos, peregrina y poco convincente cuando se compara el valor que solo ahora se esgrime, y se conoce, con las cuantiosas sumas que de manera tan sorpresiva, como la forma como se transformó el proyecto del parque, se anuncian en el desarrollo de nuevas y disimiles obras ciudadanas. Muchas de gran importancia, por cierto, como trascendental es el que una ciudad, que apenas tiene 0.80 metros cuadrados por habitante de áreas verdes, aproveche los pocos espacios que le quedan –tal vez el ultimo- para subir ese índice tan distante de los parámetros nacionales y mundiales.

No sé porque, amigo lector, no lo sé, pero cada vez que releo el artículo se me viene a la mente este magistral párrafo de la estupenda y certera columna “Del buen periodismo” de Heriberto Fiorillo en El Tiempo que dice: “Surgen, en cambio, periodistas que divulgan la voz del amo y aplauden de todos modos, cuando los mandatarios hacen lo que deben hacer o cuando hacen, incluso, lo que no deben”. ¡No sé por qué relaciono ese párrafo con el artículo!

¿Será, me pregunto yo acá desde la cocina, porque lo que Semana no puso en contexto fue el que la directora de la “Agencia Inmobiliaria Virgilio Barco”, Claudia María Luque Gordillo, a quien el Mindefensa le encargo todo el proceso de negociación y materialización de la operación del traspaso del lote y consolidación del parque fue funcionaria de Constructora Bolívar -única firma proponente y beneficiaria del espacio para los desarrollos privados- y terminó antes de ir a la agencia, siendo miembro de la Junta de la Lonja de propiedad Raíz en representación de la mencionada constructora?

 

Esas omisiones, o ausencia de rigor investigativo, del cómo se adjudicó el lote sin ninguna observación del distrito, ni concurso para una intervención de tanta importancia, de modo que se priorizara el área de parques, es lo que me lleva a pensar que en muchos casos, y no necesariamente este es uno de ellos, algunos medios, como magistralmente lo menciona Fiorillo en su columna, están haciendo el mandado.

Pusieron a trabajar la perspicaz suspicacia de la mente humana. ¡Que vaina, pero, eso claro no se ve!

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