Atendiendo la campaña emprendida por el Partido Conservado, por el #SialaVida, desempolvo este comentario ya efectuado en este espacio en otra oportunidad.
¿Les dice algo esta imagen? A mí sí. En ella veo ternura, amor, belleza, sublimación de la creación, Esencia de la vida. Por eso me opongo a que esos momentos se interrumpan, se aniquilen, se maten. ¡Si todos abogamos por nuestros derechos, defendamos también los de ellos!
La mal llamada modernidad de pensamiento ha hecho que sean los libertinajes, disfrazados de acomodaticias Libertades, los que alimenten embarazos indeseados para luego, con la eliminación de los denominados sesgos moralistas, buscarle solución con la abominable práctica del aborto.
Se acolita así la insensatez en el manejo de la relación sexual que, una vez cometida, se Quiere corregir cercenando la vida de un ser que no tiene la culpa de las irresponsabilidades e inconsciencias de sus padres.
La sociedad sigue desbordada Hacia una degradación total que ha venido fracturando principios y valores alimentada, la mas de las veces, por medios de comunicación que, bajo el pretexto de ejercer libertades, propenden hacia un crudo y publico erotismo que lleva al sexo solo al campo de lo trivial dejando de lado su esencia fundamental.
En suma, el placentero sexo se debe ejercer con responsabilidad, el embarazo se busca y la práctica abortiva, es de conciencia. La diferencia, la pones tú, la pone él, la pongo yo. Todos menos ese ser que se quiere aniquilar, cuando más indefenso y desamparado se encuentra.
Recuerden que –parafraseo, no sé a quién- todos los que hoy defienden la práctica del aborto lo hacen, en ejercicio de esas libertades que reclaman, porque otros les permitieron vivir. ¡Piénsenlo!
Ricardo Buitrago C
