“No es con semáforos y foto-multas como la movilidad se arregla”. Esa frase ha Sido sistemáticamente repetitiva en varias de las publicaciones difundidas en este espacio.
Por ello recibimos con espacial agrado, aunque con alguna reserva en volver a experimentar frustraciones y ahora les digo por qué, la información difundida hoy con gran despliegue por El Heraldo sobre importantes obras en la Vía 40 en pro de la movilidad de Barranquilla. Allí dice el importante diario, además de la ampliación de la vía, se construirán seis Puentes con lo que a decir del Gerente de Desarrollo de la Ciudad “Semáforos y cortes de bulevares serán cosa del pasado”. “Así podrá haber alta –yo diría mayor- velocidad”, la vía contempla, agregó el funcionario, “que haya “una calzada exclusiva para los buses y seis retornos con puentes” ¡Que maravilla!
Ojala sean cosa del pasado no solo los semáforos en esa vía, sino este tipo de informaciones que crean expectativas y luego quedan sepultadas en la estantería de las frustraciones. Esa es la reserva a que me refería. En Diciembre de 2010, por cuenta de información originada de quien ahora es protagonista repitente en el manejo de la ciudad, se titulaba con igual despliegue: “Barranquilla comienza una era de puentes: Alcalde Char”
Era el anunciado y publicitado, como ya financiado, proyecto del par vial de la carrera 44 que incluía la construcción de tres puentes: uno en la calle 74 sobre carreras 44 y 45, el segundo sobre la calle 72 con 44 y otro en la misma calle pero con la carrera 45. Grandes, a mi manera de ver, soluciones viales las que se anunciaron. Pero, y aquí viene el pero, ¿en dónde están esos puentes? ¡En los periódicos de ayer y en el anaquel del desengaño!
Las dos últimas administraciones han tenido grandes y positivas coincidencias como que han estado regentadas por funcionarios revestidos de las más altas calidades y Han Sido las mejores en los últimos tiempos. Pero han sido también concomitantes en el culiprontismo en dar informaciones que crean falsas expectativas.
Ojala este no sea la repetición de algunas –hay muchos logros- frustraciones anteriores, sino la confirmación de la disposición para grandes y fructíferas obras. Así, aunado al mejoramiento y ampliación del transporte masivo, sí se empieza a corregir los problemas de movilidad en la ciudad.
Coletilla: La Vía 40, la orilla del río, y los proyectos que allí se desarrollan son parte fundamental de Barranquilla pero ojo, no lo son todo. Esos planes archivados sobre puentes y otras soluciones al interior de la ciudad, deberían revisarse. ¡La ciudad debe mirar al río, pero no cerrando los ojos sobre el resto!
Ricardo Buitrago C.
