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Homenaje a ese consejero del golf al que llamamos caddie

Este artículo, no es un refrito. La realización nuevamente, mañana, en el Country Club de Barranquilla, del Torneo Tuvacol, en apoyo a esos nobles trabajadores, demuestra que, su concepción en el año 2011, se mantiene vigente.

Por: Ricardo Buitrago C.

En el apasionante deporte del Golf al jugador más avezado, al de mayor experiencia, al campeón de campeones, o al inexperto, le ha pasado y…le volverá a pasar.

Así es. Cualquier día, de esos esplendorosos que se viven en la canchas del Country Club en Sabanilla, se encuentra el competidor con la bola al frente, en el centro del bien cortado césped del fairway, a un costado en la más crecida hierba del rugoso rough, o quizá, sobre un green cuyos desniveles y caídas no ha podido interpretar, exasperado por la presión del Juego, con la mente nublada, y ad portas de tomar una decisión de juego que podría ser equivocada.

En ese trance es cuando aparece, a su lado, talega al hombro,  en un silencio solo interrumpido por el suave tintinar de los hierros golpeándose entre sí, en la bolsa, por efecto de un acompasado andar, su partner: así se denomina en el mundo del golf a los que ofician de caddies. El, tranquilo y pareciendo disfrutar de los diferentes matices del verdor de la cancha contrastantes con el maravilloso azul del mar, sereno y sin afujías insta al deportista a mantener la calma mientras, en su interior, prepara la estrategia a sugerirle para que emboque la bola, con el mínimo de golpes posible, en el próximo hoyo.

Queda así convertida la cancha en escenario del más Importante comité, de toma de decisiones, mientras que el humilde hombre de trabajo informal y temporal, como por arte de magia, se transforma en consejero y mano derecha del prominente industrial, afamado médico, exitoso arquitecto, importante constructor, o hábil asegurador, fungiendo, por fuerza de la pasión que le proporciona tan espectacular juego, de deportista ávido de un consejo que lo lleve a resolver la encrucijada que las dudas en su accionar competitivo le vienen generando.

Un hibrido Cuatro me parece mucho, fíjese que está soplando a favor, creo que iriamos mejor con hierro cinco; apunte hacia la derecha pues tenemos viento cruzado, yo tiraria el putt a dos dedos con caída por la derecha, son algunos de los de los hipotéticos consejos que proporcionan El búho, Carrincha, Miguelito, Heder, Elvis, El Chino, Cara de Oso, El ñato, Julio, o cualquier otro identificado con singular apodo o solo por su nombre, - sus apellidos pocas veces el jugador los conoce- y que muchas veces sacan de una duda o son valiosas opiniones que llevan a ganar un juego o un torneo. El cadiee ha demostrado, entonces, que no es un simple carga talegas, sino un importante asesor del deportista.

Cumplidos los 18 hoyos, tras cuatro o cinco horas de trasegar por el campo, termina la faena y un apretón de manos y la paga de la jornada rompen el hechizo que, por ese tiempo, catapultó en importancia al trabajador informal convertido temporalmente en partner. Regresa entonces a la realidad de una quizás azarosa vida, contrastante con el mundo para el de fantasía que, por ser el golf el deporte de los negocios, en desprevenidas conversaciones entre integrantes del foursome (grupo de cuatro jugadores) alcanza a escuchar.

Realidad de realidades de unas diferencias económicas y sociales que no están en manos de los deportistas, ni de las directivas del club solucionar. Aunque, como lo demostró la importante acción acometida por el comité de golf, de alguna forma se puede contribuir a amainar.

Así se hizo, hace unos cuatro años, con la materialización  de una idea que hacía tiempo venia rondando: la constitución de la Fundación Hoyo en Uno, cuyo objetivo es contribuir a solventar algunas vicisitudes de esos hombres y sus familias, que semanalmente nos asesoran en el éxito de la jornada deportiva.

Y la iniciativa de Junta y comité tuvieron afortunado eco y respaldo en el vozarrón “golpeao” que tras la enorme humanidad de Carlos Yacaman esconde un corazón generoso y altruista. Carlos con la realización del torneo Tuvacol -constituido en motor alimentador de la generosa iniciativa- desnuda, año tras año, ese sentimiento de solidaridad generalizado  entre los socios deportistas por su partner de juego.


Mañana se realiza nuevamente el Torneo Tuvacol, apoyemos al comité y a quien dedicando tiempo, recursos, y esfuerzo, se ha convertido en adalid de una noble causa.



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