Antes fue Polonia. Ahora es Hungría.La Unión Europea ha derivado hacia una posición ideológica que aquí llamamos «políticamente correcta» y que desemboca en una «política de la cancelación» cada vez más intransigente: si no comulgas con nuestros postulados, te echamos del club.Antes había que ser una democracia de partidos, respetar los derechos humanos y abrazar la economía de mercado. Ahora