Ayer asistí a los actos académicos de inauguración de curso de la universidad de Granada. Hace ya dos o tres años el laicismo obtuvo una victoria pírrica al lograr que se quitara la Misa (tradicionalmente llamada "del Espíritu Santo") del programa oficial de actos. La Misa, no obstante, se sigue celebrando, y allí acudí para comprobar que la iglesia de los santos Justo y Pastor -sede de la