23-11-19.-La caída de la noche convirtió a Bogotá, una de las principales metrópolis latinoamericanas, en una ciudad fantasma. El miedo a supuestos robos en residencias y la tensión por nuevos brotes de violencia acompañaron el toque de queda en la capital de Colombia. Las porterías de edificios y conjuntos residenciales se convirtieron en puestos de comando improvisados de decenas de ciudadanos que, armados con Cuchillos, bates y machetes, se alistaron para repeler supuestas hordas de encapuchados que robaban la ciudad. Buena parte de los Bogotanos experimentaba por primera vez un toque