Dicen que 20 años no es nada, pero cuando se trata de promover y nutrir las artes y la cultura nacional, dos décadas representan un viaje extraordinario. Hoy, quiero celebrar un lugar que admiro profundamente y que ha dejado una huella imborrable en nuestra ciudad de Santiago y en todo el país: el Centro León.

A lo largo de estos 20 años, el Centro León ha sido como un fértil jardín donde día a día se siembran las semillas del arte, la cultura, la diversidad, la organización y la disciplina. Su objetivo es claro: hacer florecer en cada persona que lo visita un espíritu emprendedor y una apreciación por el arte y la cultura. También busca inculcar la importancia de la organización y la disciplina, dos valores esenciales que, cuando se aplican en la vida cotidiana, pueden dar lugar a proyectos grandiosos y resultados positivos.

El 3 de octubre de 2003 marcó un hito importante en la vida de Santiago de los Caballeros. Ese día, el Centro León abrió sus puertas y comenzó a desplegar un desfile de arte, cultura, organización y excelencia que ha enriquecido nuestra vida cotidiana. Este lugar se ha convertido en un espacio donde todos nos encontramos, donde se fomenta el conocimiento en sus diversas manifestaciones y se celebran nuestras tradiciones y raíces multicolores. Es un refugio para la tolerancia y la valorización de la diversidad.

Durante estos 20 años, Santiago se ha vestido de gala gracias a las diversas actividades que el Centro León ofrece con un programa mensual de excelencia y calidad. Este espacio no solo nos permite conectarnos cultural y artísticamente, sino que también demuestra a diario que en nuestro país se pueden realizar las cosas con criterio, organización, puntualidad, limpieza, calidad y excelencia.

Cada actividad que se lleva a cabo en el Centro León es un testimonio de estos valores. Al hojear su programa de eventos, tenemos la seguridad de que cada uno de ellos se realizará con calidad y excelencia en todos los aspectos. Además, el mantenimiento y cuidado de sus áreas verdes, así como la oferta gastronómica de su cafetería, son ejemplos de la atención meticulosa que se brinda a los visitantes.

La tienda del Centro León es un lugar donde podemos encontrar una amplia variedad de artesanías que destacan el arte dominicano y detalles originales. Además, las exposiciones en este espacio son una invitación continua a la valorización cultural en todas sus formas.

Invito a familiares y amigos que visitan desde el extranjero o desde otras provincias a que conozcan el Centro León. Para muchos, se ha convertido en una cita obligada en su agenda. Es un lugar donde pueden experimentar lo mejor de lo que somos como país y cultura.

Durante las festividades navideñas, me encanta recorrer los barrios y disfrutar del concurso que organiza el Centro León para que las comunidades decoren sus calles. Este concurso fomenta la creatividad y la colaboración colectiva en los barrios, preservando así nuestras tradiciones y la cultura de barrio.

Mi hija, María Victoria, hizo su primera visita al Centro León cuando tenía solo 3 meses de edad, y desde entonces ha desarrollado un profundo amor por el lugar. A los 12 años, sigue participando en talleres, tardes creativas, cuentacuentos y otras actividades diseñadas especialmente para niños y adolescentes. El Centro León ha sido un refugio donde puede explorar sus intereses y disfrutar de su entorno natural.

En estos 20 años, el Centro León ha sido un faro de excelencia y calidad en nuestra ciudad. Ha brindado un espacio donde todos nos encontramos y donde el arte y la cultura florecen en cada rincón. Felicito y agradezco a la familia León Jiménez y a todo el personal del Centro León por su entrega y dedicación, que han convertido este lugar en un verdadero tesoro para nuestra comunidad.

Deseo que el Centro León continúe siendo un oasis de paz y cultura, un lugar donde todo el mundo se encuentra. ¡Feliz 20 aniversario! Que cada rincón de este centro siga siendo un testimonio vivo de nuestro arte, cultura y valores.