Con la potencia de la Provincia de Buenos Aires y el Norte Grande, Unión por la Patria (UP) dio vuelta la elección y se posicionó como la fuerza más votada a nivel nacional, y ahora disputará el balotaje el 19 de noviembre. Sergio Massa reiteró su promesa de un gobierno de unidad nacional y Axel Kicillof arengó a la tropa afirmando que "la campaña no terminó".

La remontada

Sergio Massa consiguió un triunfo sorprendente al llegar al 36,68% de los votos contra el 29,98% de Javier Milei, sumando casi tres millones de apoyos respecto a la cosecha de UP en las PASO -mientras que el libertario apenas sumó poco más de 500 mil votos-.

Notablemente emocionado al principio y sereno después, Massa giró su discurso en el búnker ganador en la idea de iniciar un gobierno de unidad nacional a partir del 10 de diciembre y convocó apoyarlo a los votantes de Myriam Bregman, de Juan Schiaretti, a los radicales y a los que eligieron "otras opciones".

"La grieta se murió y empieza una nueva etapa el 10 de diciembre con mi gobierno", proclamó, marcando una contradicción fundamental con los mensajes de Milei y Patricia Bullrich, que atrasaron ocho años con su discurso de grieta anti-kirchnerista.

A diferencia de sus adversarios, que se subieron a sus respectivos escenarios acompañados de toda su tropa, Massa fue el único presente en el atril ante los miles de militantes que coreaban extasiados por la remontada electoral.

Sabiendo que ahora debe ir en busca de votantes que no lo acompañaron en las PASO ni en las generales, Massa se tomó un primer momento para quienes sí depositaron su boleta en las urnas, al tiempo que lanzó guiños a los votantes de otras fuerzas.

"Sé que muchos de los que nos votaron son los que más están sufriendo. No les voy a fallar como presidente", expresó y agregó que también quería hablarle a los que votaron en blanco, "a los que se quedaron en su casa; los que la eligieron a Myriam (Bregman) y a Juan (Schiaretti)".

Massa agregó que también quería hablarle "a los miles y miles de radicales que comparten con nosotros valores democráticos"; y "a los que quieren un país con certezas". "Voy a hacer el mayor de los esfuerzos en los 30 días para ganarme su confianza", les prometió.

Massa pidió a la militancia tener "el doble de humildad" y poner la otra mejilla ante las agresiones, y de paso también no profundizar en el tono triunfalista, sabiendo que restan 30 duros días hasta la segunda vuelta electoral.

Acto seguido, el candidato de UP tomo ciertos elementos del discurso de otras fuerzas políticas, puntualmente sobre el "orden" y la "seguridad". Su mensaje, en el que habló de "una Argentina en paz y en orden, con valores democráticos", representó un drástico contraste respecto a lo que se había escuchado minutos antes desde el búnker de Milei, quien a su vez prácticamente copió partes de lo expresado por Bullrich contra "el populismo" y "el kirchnerismo".

En línea con lo que fue el mensaje del último tramo de la campaña, el ministro de Economía dijo que será el presidente del trabajo y de la seguridad.

Subió a su familia y a la de su compañero de fórmula Agustín Rossi. "Argentina es una gran familia", deslizó.

Al terminar, sobre el filo de la medianoche, salió para hablarle a la militancia que esperaba en la calle:

"Fueron el combustible que cuando pensaba cada día la campaña sentía en el abrazo, en la caricia, en el aliento de cada uno de ustedes y de otros miles y miles que no están acá, sentía que podíamos encarar este sueño", dijo.

A continuación, les hizo un pedido: "Desde mañana, el doble de humildad, frente a los que nos atacan, nos agreden, nos insultan, frente al odio, amor por Argentina", propuso.

"Así como la noche que nos juntamos en la primaria y nos juramos que la íbamos a dar vuelta y la dimos vuelta, con humildad, con compromiso, con fervor por nuestra patria, abrazando al que piensa distinto, barrio por barrio, casa por casa, fábrica por fábrica. Vamos a construir una nueva mayoría, mostremos que somos más los argentinos que amamos nuestra patria, viva la patria, viva Argentina".

Axel "Locomotora" Kicillof

El pasado 27 de septiembre, en un masivo acto en Ensenada, el gobernador bonaerense Axel Kicillof había prometido que la provincia iba a ser la "locomotora del triunfo" nacional del peronismo. Este 22 de octubre esa promesa se volvió realidad.

El mandatario fue reelecto con una victoria aplastante de casi 20 puntos de diferencia respecto al opositor más cercano, y le aseguró más de un millón de votos nuevos para la boleta presidencial de Sergio Massa.

La paliza electoral de Kicillof también se reflejó en números locales. Pese a que afirmó en el escenario que los intendentes fueron los “artífices del triunfo”, lo cierto es que en los distritos más populosos de la provincia el gobernador superó a los caciques locales.

En La Matanza, Fernando Espinoza consiguió la reelección con un estruendoso 53,67%. Kicillof lo superó: sacó 54,71%. En Lomas de Zamora, el segundo municipio más poblado de la Tercera sección, Federico Otermín ganó con el 49,82%; el gobernador alcanzó el 51,23%. En Quilmes sacó la misma cantidad que la intendenta reelecta, Mayra Mendoza, más del 50%.

"Estamos muy emocionados, ustedes recordarán allá por 2019, cuando asumimos una provincia a la que denominamos 'tierra arrasada'. Han pasado años difíciles, de dificultades, inesperadas e inéditas. Las hemos atravesado. Por eso, lo que emociona y emocionó todo el día de hoy es ver el respaldo, el acompañamiento, la fuerza, la alegría y la convicción del pueblo de la provincia", marcó.

Y aseguró: "Esta democracia se basa en la profunda memoria de una noche genocida, que este voto significa dictadura nunca más".

En esa línea, Kicillof marcó:

"Quiero agradecer a las ganas que le puso nuestra militancia, los verdaderos protagonistas de la campaña de UP. No nos venció ni la resignación ni la antipolítica".

Y sumó agradecimientos: "Muchos de ellos están acá, otros en sus territorios, a los ministros militantes del gobierno de la provincia, a un gabinete que reconstruyó el estado de la provincia. Militancia, gestión y transformación de la provincia". También agradeció a los trabajadores y las trabajadoras bonaerenses, a intendentes e intendentas del peronismo.

A su vez, le envió un mensaje a la actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner

"Quiero agradecerle por su acompañamiento permanente, ustedes saben que en este tiempo atravesó un atentado contra su vida y también la proscripción. Sin embargo sigue liderando y nunca nos llamó a caer ni en el rencor ni en la revancha, vale de ejemplo para los que usan el odio y la violencia".

"Votaron para defender lo que conseguimos, convocamos al pueblo de la provincia conscientes de las dificultades que hay para que votaran también por todo lo que nos falta. Fue un voto por lo conseguido, por lo que falta, pero permítanme decir que fue un voto por la democracia, la memoria, por las Malvinas que son y serán siempre argentinas", manifestó Kicillof.

Para cerrar, el mandatario recalcó su compromiso con la elección nacional:

"La provincia no se salva sola, por eso digo hoy que necesitamos que el próximo presidente de la Argentina sea Sergio Massa. Su compromiso con el federalismo, con la producción, con la infraestructura, con las universidades, con la distribución de la riqueza, con la mejora de los salarios. Y su compromiso con una provincia de Buenos Aires que siga siendo cuna de la industria nacional. Por eso, agradecemos al pueblo por este impulso", sentenció.

Por último, aseguró que "la campaña no terminó" sino que termina cuando Massa "sea el próximo presidente" y nadie debe descansar hasta que eso ocurra.

Massa y Kicillof celebraron la victoria de UP: "La grieta se murió y empieza una nueva etapa" es una publicación original de El Ágora Digital.