Entre tanta buena cobertura, a entender de quien escribe dos notas destacan por su importancia en la última semana en El Ágora Digital. Puestas en orden cronológico, la primera de ellas publicada el 31 de agosto se titula “¿Quién fue Miguel Etchecolatz, el represor condenado que tenía anotada a Victoria Villarruel como contacto?”. Villarruel, recordamos, es la candidata a vice-presidenta en la fórmula encabezada por el autopercibido como “libertario” Javier Milei.

La segunda, del 1 del flamante septiembre, lleva por título “Melconián se suma con un rol central a la campaña de Juntos y le quita centralidad a Bullrich”.

En un hilo conductor indisimulable en el que la disputa es en torno a cuál de los candidatos de la Extrema Derecha aparece como más “duro” a la vez que “liberal” pero tratando de sonar razonable y no delirante, Melconián se sumó a las filas de Patricia Bullrich en la semana que culmina con el objetivo de brindar certeza y coherencia al discurso económico de una candidata que, por decirlo amablemente, se ha mostrado errática en la materia.

En esto de no sonar “delirante”, el economista señaló en su presentación como futuro ministro de economía si el PRO gana las elecciones que las reformas que pretende llevar adelante serán “dentro del sistema”, atacando de manera directa al discurso rupturista de un Milei que hace ya un buen puñado de días intenta mostrarse más moderado.

Respecto de Victoria Villaruel, El Ágora destaca que “quedó nuevamente vinculada con el terrorismo de Estado de la última dictadura luego de que se revelara que fue anotada como contacto del represor y asesino condenado Miguel Osvaldo Etchecolatz, cuando este enfrentaba uno de los tantos juicios en los que fue condenado por autor y partícipe del genocidio.”

Para más datos, la nota respectiva señala que “el nombre y contacto de la compañera de fórmula de Milei -escrita por puño y letra de Etchecolatz- aparece en un cuaderno en el que el genocida preparaba su defensa Antes de afrontar el primer juicio en el que debió sentarse en el banquillo después de la reapertura de los procesos contra los genocidas en 2006. Antes de afrontar el juicio, Etchecolatz diseñó su estrategia defensiva. Entre las tareas que registró estaba el contacto con Villarruel y con Cecilia Pando, conocida por su defensa de los acusados por crímenes de lesa humanidad. El nombre y el teléfono de Villarruel aparece junto con la sigla COFA, que es el Centro de Oficiales de las Fuerzas Armadas.”

Días antes de conocerse el dato, se supo que la candidata a la vicepresidencia organizaba visitas al dictador también condenado por delitos de lesa humanidad, Jorge Rafael Videla.

Volviendo a la presentación de Melconián como Ministro de Economía de Bullrich si esta ganara las elecciones, un dato que afirma su lugar de pertenencia: el convite se realizó en la sede la Fundación Mediterránea, “una asociación de empresarios cordobeses fundada en plena dictadura para proteger sus intereses de clase. En su momento, la Mediterránea logró imponerle a dictadura la figura de Domingo Cavallo como presidente de Banco Central, quién en 1980 nacionalizó la deuda privada de grandes grupos empresarios como Arcor, cuyos fundadores habían creado tres años antes la Fundación.”

Para más datos respecto de su pertenencia y praxis económica, en 1986 elevó al directorio del Central el informe 480/161 en el que solicitaba la anulación de la investigación que auditores de la entidad llevaban adelante respecto de la deuda privada nacionalizada por considerar que fue generada mediante la toma de créditos “fraudulentos y de dudosa legalidad”. Entre las denunciadas figuraban empresas del exterior y nacionales, como Pérez Companc, Bridas, Sideco Americana y SOCMA. Las últimas dos, pertenecientes a la familia Macri.

Entre la reivindicación abierta de la dictadura y sus criminales por parte de La Libertad Avanza y las ya conocidas vinculaciones del macrismo con el gobierno de facto, queda definitivamente claro que el terrorismo de Estado, en su vertiente represiva tanto como en la económica no son algo que “pasó”, sino que pasa. Nos pasa.

¿Qué onda con todo esto?

En mi nota de la semana pasada titulada “Sobrevolando la coyuntura/Mirando al futuro (Another BRIC in the Wall)” en la en la que en función del ingreso de nuestro país al bloque de países emergentes, decía que “ante una situación económico-social angustiante en el que la política se ha mostrado ineficiente en poner freno a la expansión del poder económico concentrado y especulativo, en garantizar el ejercicio de derechos básicos con un alto porcentaje de trabajadores en la informalidad, con salarios formales insuficientes, con nulas posibilidades para vastos sectores de acceder a la vivienda y al crédito, pudiera parecer que las novedades de los últimos días carecen de relevancia. La urgencia por reparar el daño impide observar las potencialidades en desarrollo y valorar correctamente las acciones que desde una mirada estratégica se han hecho bien, y pueden generar resultados positivos en el futuro próximo.”

En otras palabras, en un ejercicio que propongo de manera continuada en las notas que aporto a El Ágora, señalaba en términos generales cuales son las potencialidades que, si todo va (y se hace) bien, pueden desarrollarse en el corto plazo para favorecer la situación general del país pretendiendo a la trampa que siempre es quedarnos solo con la coyuntura.

La situación económico-social con la insatisfacción que genera es, seguramente, la causa fundamental de ascenso de la extrema derecha con todo y el trabajo que los medios de comunicación hegemónicos han hecho y hacen para facilitar este ascenso y, en articulación con estos factores, otro es imprescindible para que las cosas estén como están.

En una nota titulada “El fantasma de TikTok recorre nuestro mundo” publicada por Página 12, la epistemóloga Esther Díaz analiza el “fenómeno Milei” en clave tecnológica. Es decir, respecto de la influencia de las redes sociales, en particular Tik Tok en la conformación de una dinámica que tiene en su centro a vastos sectores de lo que llamamos “la juventud”.

Dice la autora que “en los minutos que tardamos en leer estas líneas cada aparición en Tik Tok del líder de LLA, descontracturado o furioso, pero en vivo, se replica millones de veces y obtiene cantidad de likes inconmensurables con las migajas de las redes pre existentes.” Como contrapartida, y pensando en las posibilidades de Unidos por la Patria, se pregunta “ ¿quién puede resumir una idea que “pegue” en tres segundo y, una vez suscitado el interés, largar su mensaje?”

Plantea Díaz una dicotomía de difícil resolución: la efectividad incontrastable de la derecha en materia de comunicación haciendo uso de todas las herramientas disponibles, versus la imposibilidad del oficialismo de alcanzar ese nivel de eficiencia. A este respecto, en el primer párrafo de su nota, Díaz escribe que: “A lo mejor no digo frases lindas para Tik Tok, pero gestiono”, dijo Sergio Massa, precandidato presidencial de UxP y ministro de economía en ejercicio. Una aseveración solapadamente irónica ya que niega lo que afirma, pues resultó una frase adecuada para Tik Tok. Aunque habría que acompañarla con los rituales y el “tempo” de esa red. Una imagen trajeada en actitud de prócer pronunciando, en diferido, un monocorde discurso de miedo ¿en Tick Tok? suena bizarro.

Todo ok con el bot, pero el dato habla de una realidad

Se ha escuchado y escrito mucho sobre la siguiente idea: el discurso pronunciado por el oficialismo que se centra en anunciar las calamidades por venir si triunfa la extrema derecha no cala. Para millones de personas que hace al menos 8 años viven sin la posibilidad de ejercer sus derechos (trabajo, salud, educación, vivienda), azuzar el fantasma de “vienen por tus derechos” es, por lo menos, inefectivo, sino desenganchado de la realidad. Es cierto que el gobierno de Alberto Fernández redujo drásticamente la desocupación heredada del gobierno de Macri, pero no es menos cierto que en el sector joven el desempleo duplica al promedio.

El último número indica que el desempleo cayó al 6,9%, sosteniendo el descenso que se verifica en cada medición. En tanto, el desempleo joven se ubica en torno al 13% en personas de hasta 29 años, según un estudio citado en junio de este año por Infobae. A la vez, el sub-empleo se ubica en torno al 15%.

“Y después preguntan por qué / la juventud ama solo el rock and roll”, cantaba Miguel Mateos en los '80, en plena primavera radical señalando en una línea el sentir de la juventud de aquel momento que venía de sufrir la represión militar y buscaba la posibilidad de soñar en un mundo que no dejaba de ser hostil.

Hoy, en un giro dolorosamente irónico del destino, la frase bien podría decir “y después preguntan por qué / la juventud banca al “león” (tal y como llaman a Milei).

Naturalmente que es lo anterior una generalización. No toda la juventud está con Milei, pero antes tampoco toda estuvo ni con Alfonsín, y más acá no toda estaba con el kirchnerismo. Para lo que sirven las generalizaciones es para establecer esquemas de análisis que permiten abordar los fenómenos de cada tiempo desde una perspectiva histórica.

Bárbaro, pero el cuco está en la pieza

Aquello que hoy se presenta como novedoso, nada tiene de nuevo en términos de contenido profundo. La novedad, acaso, esté vinculada con el renovado poder de fuego comunicacional por parte de la extrema derecha lo que, por otra parte, es un fenómeno global (Trump, Bolsonaro y media, o más, Europa con gobiernos neo-fascistas). Es evidente que los discursos de odio son capaces, entre otras cosas, de catalizar el lógico descontento social ante la realidad imperante y para muestra, un botón: se cumplió el pasado 1 de este mes el primer aniversario del atentado contra Cristina Fernández de Kirchner que fue justificado por sectores mediáticos y políticos y no investigado como corresponde.

Y si bien es menester comprender la naturaleza de los fenómenos actuales, es imprescindible señalar, para ponerlo en fácil, que por ahí no es. Decía que lo novedoso no es novedoso. El programa neoliberal, más brutal o menos brutal, viene a concentrar aún más la riqueza y ese modelo, sin represión, no cierra.

Siendo esto claro, insisto (tozudamente) con una idea: antes que solo batir el parche con los peligros evidentes, debe el campo nacional y popular ser capaz de articular una propuesta y un discurso propositivos, reconociendo sin dobleces lo que está mal, poniendo en valor lo que está bien, no renunciar a la identidad política, y poner proa al desarrollo de ese potencial enorme que el país tiene.

El panorama: tratando de entender los fenómenos de estos días es una publicación original de El Ágora Digital.