Se conoce como “digitalización” al cambio de un formato tradicional (físico) al uso de nuevas tecnologías (internet, inteligencia artificial, big data, computación, etc.) para realizar un mismo trabajo o servicio.

Este fenómeno se inició con el cambio de siglo, pero ha sido en los últimos años, especialmente desde 2020, cuando se ha disparado su aplicación, sobre todo a nivel global.

El auge de la digitalización se ha extendido a todos los ámbitos sociales y su impacto es tal, que se puede comparar a la transformación económica, tecnológica y social que supuso la Revolución Industrial en el cambio del siglo XVIII al XIX. De hecho, el fenómeno de la digitalización se conoce también como Revolución Digital o Tercera Revolución Industrial.

Evolución de la digitalización

Claramente, el origen de los procesos de digitalización, que hoy en día afectan tanto al ámbito personal como profesional de nuestras vidas, está en el nacimiento de la “red de redes”. O mejor dicho: en su expansión.

La clave está en 1989, cuando empezó a desarrollarse La Web. Tim Berners-Lee creó el World Wide Web, un sistema que permite la transmisión de datos a través del protocolo de comunicación HTTP. Es decir, Berners-Lee inventó las páginas web, y pronto se dio cuenta de que todo el mundo podría aprovechar las ventajas de esta forma de comunicarse y compartir textos, imágenes u otras informaciones en tiempo real con personas que se encuentran a kilómetros de distancia.

Uno de los primeros sectores que supo ver el potencial del WWW fue el del entretenimiento, en concreto, el de los videojuegos. Esta forma de ocio se había empezado a popularizar en los años 80, pero fue en los 90 cuando se comenzó a jugar en red.

En cierto modo, los videojuegos ya nacieron como entretenimiento digital, vinculados a una computadora y una pantalla. Pero la aparición de internet supuso también la oportunidad de transformar actividades que se realizaban en espacios físicos y pasarlas a entornos virtuales para ampliar sus posibilidades.

De nuevo, uno de los ejemplos más tempranos lo encontramos en el sector del entretenimiento. En este caso, en el poker online. Desde los años 2000, se empezaron a desarrollar plataformas que permiten la organización de partidas de poker e incluso torneos. Además, no solo se puede jugar, como en los videojuegos, sino que este sector introdujo la posibilidad de jugar con dinero real y realizar transacciones que con el tiempo se volverían habituales en el comercio online.

En la misma década en la que se produjo el “boom del poker online”, se empezó a gestar otro boom que acabaría teniendo un impacto global todavía mayor: el de las redes sociales, que han cambiado de manera radical nuestra forma de comunicarnos y promocionar nuestros negocios.

El éxito de las redes sociales, especialmente Facebook, junto con la expansión de la digitalización en general, derivó en la aparición de los “gigantes tecnológicos”. Estos se encuentran entre los negocios que más facturan en el mundo, lo cual también ha derivado en plantear cuestiones como su regularización o forma de fiscalización.

Estos nuevos negocios sirvieron de inspiración para los tradicionales, que veían cómo la red dejaba de ser solo un lugar para el intercambio de informaciones y se convertía en un nuevo escenario para el intercambio comercial.

El auge del comercio electrónico o e-commerce es imparable. La venta de productos o servicios por internet permite una mayor exposición de la marca, el contacto con los clientes potenciales o el abaratamiento de costos, entre otras muchas ventajas.

Esta expansión del comercio electrónico conlleva la expansión también de medios de pago digitales, hasta el punto de que, según datos del Banco Mundial, el 42% de los adultos en América Latina opta por estos métodos en los comercios.

Retos de la digitalización

La evolución de la digitalización durante las tres últimas décadas ha permitido que se vayan mejorando las opciones disponibles en la red, tanto en medios de pago como en protección de datos o ciberseguridad.

Pero si hay un elemento que ha disparado la digitalización en todo el mundo es la facilidad de acceso a internet, que es mucho mayor en la actualidad que hace unos años.

La historia de la digitalización tiene como protagonista al mundo anglosajón. Sin embargo, la mejora de la conectividad y el abaratamiento de los dispositivos de conexión, sobre todo los celulares, han supuesto una auténtica revolución global en los últimos años.

Aun así, en Argentina, todavía quedan algunos obstáculos que superar para que la digitalización sea más efectiva. Aunque se ha avanzado mucho, la conocida como “brecha digital”, es decir, la desigualdad en el acceso a las nuevas tecnologías todavía es una realidad en algunas partes del país.

En la actualidad, la digitalización de las empresas en Argentina todavía está limitada al subgrupo de los negocios de exportación, el sector servicios y las multinacionales. Uno de los retos para los próximos años es llevar la digitalización a las PYMES para que también tengan la oportunidad de disfrutar de sus beneficios.

Digitalización en Argentina: evolución y retos es una publicación original de El Ágora Digital.