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Con los testimonios de Eduardo Hidalgo y la perito Claudia Bellingeri, cerró la testimonial de la Fiscalía

El pasado jueves 4 de mayo se realizó en Bahía Blanca una nueva audiencia en la Megacausa Zona 5, en la que se escucharon los testimonios del referente Eduardo Hidalgo y la perito Claudia Bellingeri, los últimos ofrecidos por la parte acusadora.

Además de escuchar los últimos testimonios presentados por la parte acusadora, compuesta por el Ministerio Publico Fiscal y Querellas, el Tribunal compuesto por los jueces Ernesto Sebastián, Sebastián Foglia y Marcos Aguerrido dio a conocer una serie de resoluciones vinculadas a la prosecución del juicio.

En este contexto, se detallaron cuestiones técnicas propias del proceso, e informaron que al finalizar todos los testigos (faltan aún los de la defensa de los genocidas) se realizaran dos inspecciones oculares.

Una de estas inspecciones, en el Batallón del V cuerpo de Ejército, y la otra en la Unidad Regional 5ta de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (calle Alem al 800). También se prevé que algunos de los imputados amplíen sus declaraciones en el transcurso de las próximas audiencias.

Una vida por la Memoria Verdad y Justicia

La audiencia número 54 comenzó con la continuación de la reproducción audiovisual del histórico referente, víctima y sobreviviente Eduardo Alberto Hidalgo, quien falleció en marzo del año 2021. La misma se produjo el 18 de octubre del 2011, en el marco de la denominada "Causa Bayón".

El testimonio de Hidalgo, referente durante 35 años de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos bahiense, comenzó durante la audiencia anterior y concluyó esta semana.

Eduardo Hidalgo

Eduardo fue secuestrado en dos oportunidades. En esa época, vivía junto a su mujer y su pequeño hijo de un año y cuatro meses en calle Chiclana al 500 de esta ciudad, y trabajaba de administrativo.

Una madrugada en septiembre de 1976, fue llevado hasta la Avenida Parchape detenido e introducido en un Centro Clandestino que funcionaba en las inmediaciones de la estación de tren.

Al respecto, relató que "yo luego ubique ese lugar como lo que era la policía ferroviaria, que en ese momento estaba a cargo de la policía federal".

Allí permaneció alrededor de 15 días, sometido a torturas donde era interrogado acerca del paradero de su hermano Daniel. Según explicó: "Mi hermano estaba señalado desde la toma de la Universidad Tecnológica Nacional".

Luego de unos días allí, los secuestradores le dijeron que "a tu hermano no lo encontramos, sabemos que es Montonero, pero ya lo vamos a encontrar". Posteriormente fue liberado, atado y vendado, detrás del Parque Independencia.

Hidalgo relató que perdió contacto con su hermano, por lo que supuso que se había ido de la ciudad ante su secuestro. En alguna oportunidad habían acordado en que, si algo le pasaba a él, Daniel se iría de Bahía Blanca.

El segundo secuestro fue el 9 de noviembre de 1976 a alrededor de las 22:30 horas, también en su departamento. Del operativo participó un grupo de unas veinte personas que se identificaron como parte de la Policía Federal, e ingresaron al domicilio por la fuerza, armados y vestidos de civil. Según recordó:

"Cuando abro la puerta hay un hombre de traje con una ametralladora en la mano. En el palier había otras siete u ocho más, también armados hasta los codos. Cuando bajamos a la cochera había como diez personas. Después supe por el portero -que también la pasó muy mal- que afuera había como cinco o seis autos más, lo que implicaba que debo haber sido considerado peligrosísimo".

Eduardo Hidalgo durante su declaración

Esta vez, fue trasladado al Centro Clandestino de detención Tortura y Exterminio "La Escuelita", donde sufrió simulacros de fusilamiento, fue interrogado salvajemente con picana eléctrica y donde le preguntaron por su hermano:

"Me llevan al patio del lugar, me hacen desnudar, me atan a un palo o a un árbol y sistemáticamente se turnan para golpearme sin parar hasta la mañana siguiente, cuando amanecía... Con una saña que es muy difícil de entender, porque además lo hacían entre gritos y risas, y evidentemente lo disfrutaban", recordó sobre algunas de las torturas que padeció.

Antes de sacarlo de La Escuelita, le dieron instrucciones que Hidalgo describe en su relato. Según explicó:

"Me llevan a la última tortura, a un baño donde me dicen que me tengo que bañar y afeitar, me dan una hojita de afeitar que era como un cuchillo desafilado y tuve que hacerlo, lo que significó que me lastimé toda la cara y además que me bañara".

"Había un termo eléctrico con su función al máximo y tuve que bañarme con el agua hirviendo", agregó. Cabe destacar que la situación ocurrió con un guardia a su lado, armado y encapuchado, que lo vigilaba.

Esa noche de fines de noviembre, lo sacaron de La Escuelita y uno de los captores se sentó a su lado. Poniendo un cuchillo en su cuello le dijo:

"A tu hermano y a tu cuñada ya los reventamos. A vos te vamos a llevar a otro lado y te digo que salgas cuando salgas, te vamos a estar esperando acá".

Posteriormente fue llevado a la vera de una ruta en un automóvil. Luego entró a un camión del Ejército y de allí fue llevado a la cárcel UP4 de Villa Floresta.

A continuación, fue puesto en la misma celda que el profesor de la Universidad Nacional del Sur, Daniel Villar, quien había sido detenido junto a un gran grupo de profesores universitarios, cuyo juicio aún no se ha realizado.

Villar explicó a Hidalgo que a su hermano Daniel y a su cuñada embarazada los habían asesinado en un operativo en calle Fitz Roy.

Luego fue puesto a disposición del Poder Ejecutivo (PEN) y se lo trasladó a la Unidad Penal nro. 9 de La Plata. El traslado fue llevado adelante como era habitual, con golpes y amenazas de tirarlos del avión. Hidalgo contó que:

"La llegada a la UP9 de La Plata también es una etapa de tortura, Desde el lugar donde bajamos hasta donde nos debían requisar, fuimos golpeados y puestos luego en calabozos de castigo".

En esa unidad, un año después, se hizo presente para tomarle declaración el Juez Federico Madueño con su entonces secretario Hugo Mario Sierra, ambos impunes por su participación durante el Terrorismo de Estado. "Me fueron a preguntar con una enorme ironía y una sonrisa en los labios si yo sabía quién me había secuestrado", recordó.

Luego de secuestrar al testigo, son secuestrados sus padres en su casa de calle Santa Fe al 700. Fueron trasladados por la esquina del departamento de calle Fitz Roy, donde se veía el operativo en el que habían asesinado a su hermano Daniel Hidalgo y su cuñada Olga Souto Castillo, que pueden ver el despliegue.

Los llevaron al V Cuerpo y los interrogaron, vendados. Luego, alguien le dijo con voz de mando "el Ejército se ha visto obligado a abatir a su hijo". Mientras estaban allí secuestrados, saquearon la casa familiar y le robaron ahorros de la venta de un camión que tenían guardados de toda la vida, entre otras cosas.

En cuanto al asesinato de Daniel y Olga, Hidalgo contó que luego pudo reconstruir que la pareja había estado escondida en la casa de Néstor Junquera y María Eugenia González.

Éstos son secuestrados ese 9 de noviembre, mientras que la otra pareja logra escapar. Sin embargo, una semana después se producirá su asesinato, con un relato de enfrentamiento -que fue falso- en el departamento de calle Fitz Roy.

En agosto de 1978 fue devuelto a Villa Floresta, desde donde recuperó finalmente su libertad el 23 de diciembre de ese mismo año.

Militancia que sana y repara

Cerca del final de su declaración, Eduardo destacó su participación desde el inicio en la ciudad de Bahía Blanca, en la Asamblea permanente por los Derechos Humanos:

"Llegar a la Asamblea fue un trámite sanador para mí. Me permitió incorporarme a la vida nuevamente, a la vida política después. Yo estaba convencido que esto que hoy sucede en todo el país [el proceso de Memoria, Verdad y Justicia] en algún momento tenía que suceder, porque además mucha gente trabajó en ese sentido y de la cual yo aprendí mucho".

"Ernesto Malisia solía preguntarme cómo yo seguía después de todo lo que me había pasado y mi respuesta era, yo estoy acá primero por mi hermano, después por mis viejos, después por mí, y porque la vida me permitió conocer mucha gente que me enseñó muchas cosas y con el solo objetivo de conseguir Justicia. Ni revanchismo ni venganza".

El histórico referente bahiense terminó su declaración en ese primer juicio diciéndole al Tribunal:

"Hoy me voy de este lugar satisfecho de lo que he hecho en estos 35 años, se ha ido la mitad de mi vida en esto, he dejado muchas cosas de mi vida sin hacer, he esperado este momento como nunca. Hubiera querido que en este lugar estuviera al menos quien fue el responsable principal de que llegáramos a este lugar, Ernesto Malisia, y que mis viejos hubieran estado hoy aquí".

"El día que Sali de la cárcel, ese día llore mucho y mi padre me dijo: 'basta de lágrimas ahora hay que hacer justicia'", recordó, "espero que este Tribunal condene acorde a los crímenes cometidos". "No me arrepiento de nada y estoy orgulloso de mi hermano, de mi cuñada, de mis padres y de haber hecho lo que hice", completó.

Archivos: La huella de la represión

En segundo lugar, declaró la directora del programa Justicia por delitos de Lesa Humanidad de la Comisión Provincial por la Memoria, Claudia Bellingeri.

La testigo declaró en carácter de perito especializada, designada por la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata, informando sobre el material de inteligencia de la DIPBA (Dirección de Inteligencia de la Policía de Buenos Aires), que se halla incorporado y sirve de prueba en esta Megacausa, y de la estructura y el funcionamiento de los servicios de Inteligencia.

El fiscal antes de comenzar dejó en claro la importancia de estos documentos, ya que en la presente Megacausa se están juzgando a integrantes de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, relacionados con la DIPBA, como el imputado Claudio Kussman.

Claudia Bellingeri

La especialista, mediante un PowerPoint, programa para realizar presentaciones multimedia, presentó en detalle documentación que sirve y fortalece las pruebas presentadas por la fiscalía y las querellas.

A fines de los años 90 y en el marco de los juicios por la verdad, la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata, secuestró distintos acervos documentales y uno de ellos es el que se está analizando, el del archivo de la Dirección de Inteligencia de la Policía de Buenos Aires.

Además, la Comisión Provincial tiene también a su resguardo el archivo de Prefectura Naval Argentina, Zona Atlántico Norte, recuperada por el Fiscal Hugo Cañón en sede de Ingeniero White de nuestra ciudad, y el de las Unidades Penitenciarias que posee legajos de personas detenidas en las cárceles durante la dictadura.

A modo de introducción histórica, la perita expresó:

"Cada documento, memorándum, ficha o expediente tienen una temporalidad que abarca este acerbo documental, que habla de la persecución política-ideológica que se inició por el año 1956 y que recién fue disuelta en el año 1998 por el ministro de Seguridad Dr León Arslanian que comenzó una reforma policial después del asesinato de José Luis Cabezas".

La actividad particular que tenía esta Dirección de inteligencia era "el espionaje, el seguimiento, el registro y el análisis de la información para la persecución política-ideológica de los ciudadanos de la provincia de Buenos Aires".

Posteriormente, Bellingeri describió lo relativo a la zonificación y estructura de la comunidad informativa y cómo la Zona 5 llevó adelante el plan represivo general a través de directivas que se remontan al año 1975 y donde la comunidad informativa -es decir, la inteligencia- iba a tener un papel preponderante en el proceso del golpe genocida que se avecinaba.

"Todo lo previo, el seguimiento previo, toda la persecución política previa de los militantes, todo lo que la dirección de inteligencia había hecho desde el 56 hasta acá, le iba a servir de insumo para poder llevar adelante esta represión brutal", expresó.

Unidad Regional V: El huevo de la serpiente

Mediante un sistema de esquemas, para un mejor y más fácil entendimiento, la especialista fue detallando las diferentes zonas militares y estructuras jerárquicas, haciendo foco en la de la región de Bahía Blanca, es decir Zona 5 y subzonas, para centrarse posteriormente en documentos específicos que dan cuenta del accionar represivo de la policía provincial.

Uno de los primeros documentos analizados da cuenta de "la integración de las fuerzas de seguridad y el Ejército, en unas primeras reuniones que se van a llevar a cabo en la Unidad Regional" en una etapa previa al golpe.

"Este documento es importante porque vemos cómo la Unidad Regional Quinta sirve como espacio geográfico para el encuentro de toda la Inteligencia de la zona 5. Son reuniones fundantes donde se ponían de acuerdo para considerar los 'temarios' para las acciones a desarrollar", clarificó.

Siguiendo con la exposición, Bellingeri continuó con el caso específico de tres víctimas, de los muchos que existen legajos DIPBA: el caso de los secuestros de Daniel Bombara, Laura Manzo y María Emilia Salto, donde participa la Unidad Regional 5ta.

En un documento, puede verse el detalle de los operativos y secuestros, y la participación en ellos de algunos de los integrantes de dicha Regional.

Entre ellos, el genocida Pedro Noel, quien ya fue condenado a perpetua en otro juicio, y también a uno de sus compañeros de las mismas patotas, Claudio Kussman, quien está siendo juzgado en esta Megacausa (acusado entre otros delitos, del secuestro y muerte de Daniel Bombara).

Para culminar la expositora resaltó que se observa claramente en toda la documentación expuesta "que todas las acciones represivas eran conjuntas" por todas las fuerzas, además del carácter central que se evidencia en la Unidad Regional 5ta, para recabar información y realizar operativos por medio de sus patotas policiales.

Quincuagésima cuarta audiencia de la Megacausa Zona 5 (4 de mayo de 2023)

¿Cuándo siguen las audiencias?

Las audiencias continuarán el día 11 de mayo, en la sede del Tribunal Oral de Chiclana y Lavalle, desde las 9 horas. Los juicios son Orales y Públicos, y puede concurrir cualquier persona que así lo desee con su DNI.

Además, las audiencias también se emiten de manera virtual por los canales de YouTube de la Subsecretaria de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires y del Poder Judicial, así como en el micrositio de la Megacausa Zona 5 en El Ágora Digital.

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