Una reciente encuesta parece sepultar las aspiraciones presidenciales de María Eugenia Vidal, pero sin embargo su magra intención de voto podría definir la interna entre Larreta y Bullrich. Con un amplio abanico de opciones para candidatearse, la ex gobernadora prometió tomar una decisión a fin de mes.

Los números no acompañan

La consultora Synopsis realizó un sondeo de 4 mil casos presenciales, preguntándole a los encuestados por sus preferencias electorales. El trabajo le otorga a la diputada nacional un intención de voto de apenas el 3%; y en términos generales muestra un escenario de paridad entre Juntos por el Cambio y el Frente de Todos, con Javier Milei terciando.

Medido por frentes, JxC y el FdT se encuentran en un empate técnico (29,8% y 30% respectivamente), seguidos por Milei que cosecha el 24,9%. Al discriminar por candidatos, Milei sería el más votado, seguido por Cristina Fernández de Kirchner con 17,5% y luego el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta con 12,4%.

El alcalde de la Capital aventaja así por 4 puntos a la ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que capta un 8,2% de la intención de voto.

En este escenario, los 3 puntos de Vidal podrían cambiar el tablero para uno y otro: si se vuelca a favor de Bullrich, la interna se empata técnicamente; si en cambio lo hace en favor del intendente, Larreta ganaría con amplia comodidad.

Los "Planes V"

Las encuestas alejan notablemente a la ex gobernadora "orgullosamente bonaerense" del Sillón de Rivadavia, aquel que tanto afirmó quiere disputar.

Hasta hace poco, desde el entorno vidalista aseguraban que no era la presidencia "o nada" las opciones que barajaba la ahora diputada porteña. Pero los sondeos abren un amplio abanico de posibilidades que Vidal podría considerar como premio consuelo, aún a regañadientes.

El jueves pasado, en una entrevista con Cadena 3, insinuó que podría bajarse de la lucha Presidencia: "no sé si este es el año para encarar esa responsabilidad". Y al ser consultada sobre si es posible entonces que compita como jefa de Gobierno porteña -u otra categoría-, agregó: "la política no es una carrera de cargos, uno no siempre debe ser candidata a algo".

Al poner un manto de dudas sobre su futuro, la propia Vidal auspició un sinfín de especulaciones sobre las negociaciones que podría tener en curso.

Ahora, la ex gobernadora tensiona con Bullrich por los 3 puntos nacionales. La exministra de Seguridad pretende que Vidal se exprese públicamente en apoyo a su candidatura presidencial.

A cambio de eso, Bullrich aceptaría llevar como candidato a gobernador a Cristina Ritondo, protegido de la ex gobernadora que la sigue deseando en la Casa Rosada. Sin Vidal en el tablero, el ex ministro de Seguridad bonaerense aceptaría incorporarse al "bullrichismo" como el candidato fuerte que podría disputar el principal distrito electoral en las PASO contra el larretista Diego Santilli, quien ya está instalado y lidera las encuestas de las internas amarillas.

El problema es que Larreta y Mauricio Macri parecen coincidir en la idea que Vidal sería una solución para la interna porteña, si acepta ser candidata a Jefa de Gobierno.

Si esto es así, Vidal se mantendría neutra a nivel nacional y esto no conforma a Bullrich, que exige definiciones públicas de lealtad a quienes dicen apoyarla.

Hasta hace relativamente poco, Vidal juraba a todo quien le preguntara que no se presentaría en territorio porteño. Sin embargo, "ahora alguna chance hay", remarcan quienes la conocen. Lo que no significa que Vidal tenga decidido lanzarse.

Las intenciones de Macri y Larreta es que Vidal sea la "candidata de consenso y unidad" en CABA, y ordenar las internas que tienen por protagonistas a Fernán Quirós (ministro de Salud) y Soledad Acuña (Educación), por el larretismo, y a Jorge Macri como referente del "ala dura".

Sin embargo, esta propuesta encuentra una primera resistencia en el primo del expresidente. Jorge Macri afirmó públicamente que si Vidal decidiera presentarse "no cambia nada". "Yo voy a seguir siendo candidato", remarcó.

"Después viene la elección y la gente elige, no es tan dramático", indicó. El mensaje es que su postulación no depende ni de Vidal, Larreta ni su primo. "Si alguien me quiere bajar es porque tiene miedo de que gane", advirtió, recrudeciendo el conflicto.

Jorge Macri tiene un encono personal contra Vidal por una historia que podría repetirse.

El ex intendente de Vicente López se perfilaba como el candidato a gobernador del PRO en 2015. En ese momento, su primo, Mauricio, le pidió primero a Gabriela Michetti y luego a Vidal que cruzaran la General Paz para pelear la gobernación bonaerense.

Vidal aceptó y esto trajo una fuerte animosidad con Jorge Macri, que terminó resignando su candidatura y compitiendo por otro mandato en el municipio.

Ahora que Jorge Macri se cambió de distrito y disputará la sucesión porteña, si Vidal vuelve a caer como candidata de consenso se repetiría otra vez el mismo escenario: ella opacándolo y él no está dispuesto a dejar que eso ocurra de nuevo.

Otro escenario que evalúa la ex gobernadora, quizás menos hostil en lo personal pero igual de conflictivo en lo interno, es el de buscar otra presidencia: la de la Cámara de Diputados. Esto la pondría a la cabeza de los legisladores nacionales del PRO, ubicando su nombre en un lugar visible de la boleta y manteniendo la neutralidad en el conflicto interno.

Sin embargo, los costos parecen similares a las opciones anteriores. Como fuera, la exgobernadora prometió revelar a fin de mes su estrategia y definición, de la cual depende en buena medida la interna del principal partido opositor del país.

El laberinto de Vidal: Entre encuestas e internas, la exgobernadora define su futuro electoral es una publicación original de El Ágora Digital.